Te descifrando el enigma de las relaciones tóxicas: adéntrate en la Ciencia de los lazos destructivos y descubre el camino hacia la liberación
Las relaciones de pareja son vínculos sentimentales que unen a dos personas. La confianza, el respeto, la buena comunicación y la empatía pueden considerarse algunos de sus pilares fundamentales. Pero ¿qué pasa cuando no hay nada de eso? ¿qué ocurre cuando hay maltrato y no eres capaz de dejar atrás la “conexión” que te une a tu pareja? Separarse de alguien con quien has compartido los momentos más íntimos y personales de tu vida no es nada fácil.
A veces, resulta cierto eso de que “el amor es ciego”. Esta expresión es una de las más utilizadas para describir el enamoramiento. Un amor irracional, insensato, quizás algo extraviado, que puede convertirse en un verdadero peligro y desembocar en una relación abusiva. ¿Qué puedes hacer si te encuentras inmerso en una de ellas o si conoces a alguien que está en esta situación?
Relaciones abusivas
Si alguna vez has pasado por una ruptura, sabes que es un momento doloroso y traumático, en el que el corazón se desgarra y se destroza. Hay relaciones que nacen ya destinadas a no terminar bien y por mucho que se quiera convencer uno de que no es así, tienen fecha de caducidad. La filósofa francesa Claire Marin acuñó la expresión “la violencia de la nostalgia”, para referirse al hecho de combatir una relación que no puede seguir perdurando en el tiempo.
No todas las personas están dispuestas a abrazar de nuevo el camino de la soledad y la independencia, dejando atrás un pasado lleno de recuerdos. Hay individuos que tienen una verdadera dificultad para separarse de su pareja, incluso cuando se hayan inmersos en una relación abusiva protagonizada por la violencia, la ira y la toxicidad.
Para entrar en profundidad y tener una visión más amplia de este tema hemos entrevistado a Cristina Luna Luengo, psicóloga en la Asociación Madrileña de Agorafobia (AMADAG) y especializada en terapia cognitivo-conductual.
¿Por qué no puedo dejar a mi pareja tóxica? Razones psicológicas
La violencia es el “uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo” y se presenta en distintos ámbitos. Incluye el abuso físico, sexual y psicológico. Pero antes de esta etapa siempre hay un proceso de seducción y de conquista, la puerta de entrada hacia una relación íntima.
Como nos cuenta Cristina Luna, “cuando empiezan a darse las relaciones basadas en el maltrato, generalmente ya existe una vinculación. No es que sean personas especiales que no tienen herramientas para dejarlo, sino que se ha dado un proceso de manipulación y de seducción que sesga la realidad y hace que las personas podamos justificar ciertas conductas basadas en el maltrato”.
Hay ciertos factores emocionales y psicológicos que pueden motivar que una persona se sienta atrapada en una relación abusiva:
- Baja autoestima
- Dependencia emocional
- Miedo a la soledad
- Temor a no encontrar a alguien más en el futuro
Estas son algunas de las distintas razones porque las que una persona puede llegar a normalizar la violencia. Para Cristina Luna no hay efectos concretos que hagan que una persona acabe en esa situación “creo que cualquier persona puede verse ahí en un momento dado. Nuestro error muchas veces es caer en la idea de que hay personas a las que no nos puede ocurrir eso”. Cuántas veces hemos oído, e incluso dicho, algo que jamás haríamos, que nunca, bajo ningún concepto, sucedería. Esto es algo independiente de la edad, la raza, el sexo, el nivel socioeconómico o la cultura. No hay obstáculos sociales ni culturales que puedan influir en la capacidad de una persona para dejar una relación abusiva. “No existen estudios que demuestren que a mayor o a menor estatus, se dé más maltrato. Sabemos que entre las personas con un nivel cultural más elevado o con un mayor estatus social más elevado las relaciones de maltrato también suceden (…). Todos podemos vernos ahí”, afirma la psicóloga.
El papel de la autoestima y experiencias pasadas
La autoestima es el conjunto de las percepciones, juicios, pensamientos y sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos. Es la valoración que una persona tiene de sí misma, el autoconcepto y la autoimagen. Según Cristina Luna, “la autoestima juega un papel importante, aunque también creo que se puede dinamitar de una manera muy sencilla. No es algo estático, es dinámico”.
Es cierto que algunos días te ves mejor que otros. Pero también puede suceder al contrario pues, como dice Luna, “las personas no tenemos una autoestima buena constantemente, sino que transitamos diferentes estados de autoestima según el momento vital en el que nos encontremos”.
Si bien es cierto que las experiencias pasadas como el abuso o el trauma afectan a la capacidad de la persona a continuar con un maltratador, “el hecho de haber tenido ciertas vivencias que atenten directamente contra la autoestima puede propiciar que haya más tolerancia a permitir conductas relacionadas con la violencia”, continúa la psicóloga.
Las personas que sufren de baja autoestima tienden a soportar más a una pareja abusiva. Sienten que no merecen a alguien mejor, ya que tienen una imagen negativa de sí mismas e interiorizar con facilidad los mensajes negativos y perniciosos, en definitiva, un bucle de autodestrucción. “Creo que una persona con un buen autoconcepto, una buena autoestima tiene más probabilidades de no dejar que se ejerzan sobre ella ciertos comportamientos, pero tampoco creo que sea una garantía de éxito”, argumenta nuestra experta.
Patrones de comportamiento
Si a lo largo de tu vida has normalizado estas actitudes y has sido permisivo con conductas violentas es probable que tengas más tolerancia a permitirlas. Existen patrones de comportamiento que contribuyen a la incapacidad de dejar una relación abusiva. “Me atrevería a decir que producto del sistema patriarcal, hay ciertas conductas que las mujeres, sobre todo, hemos normalizado y que propician que a veces nos resulte difícil detectar conductas problemáticas. En nombre del amor romántico hemos normalizado ciertas maneras de comportarnos”, apunta Luna.
“El amor romántico” ha sido una idea transmitida a través de canciones, películas, novelas que refuerza una representación sobre lo que significa el “amor”. Pensar que en una relación no deben existir problemas, creer que solo nos sentimos completos con una persona o tolerar los malos tratos, los comportamientos pasivos o el abuso en la pareja es confundir y malinterpretar el verdadero significado de la palabra.
Consecuencias psicológicas de permanecer en una relación tóxica a largo plazo
Este estado emocional de enamoramiento va más allá de rollos de una noche, está relacionado con un sentimiento, una sensación y un pensamiento a largo plazo. Pero ¿qué pasa si seguimos creyendo que es amor durante la relación de maltrato? ¿Qué efectos puede tener en el tiempo?
“(…) Desde el temor hasta incluso el enamoramiento existe una negación al abandonar esa relación, por lo tanto, todo lo que sean promesas de cambios o periodos de disculpa van a potenciar la idea de que es un buen lugar para quedarse”. Minusvaloraciones, llantos, soledad, vacío emocional, culpa y responsabilidad autoatribuida y ciclos de abuso son algunas de las consecuencias psicológicas de este maltrato.
Una autoestima baja reiterada en el tiempo es devastadora se mire como se mire. Como dice Cristina Luna, las claras consecuencias son “un deterioro del autoconcepto de las relaciones sociales y un deterioro prácticamente integral de la persona”.
¿Qué papel juega el miedo?
Si en algo estamos de acuerdo es que el miedo es una emoción desagradable. Sentimos miedo cuando estamos ante una amenaza, un riesgo o un peligro. “Es muy complejo entender cuál es el miedo concreto, pero entendemos que sí existe (…). Si no, sería más fácil abandonar la relación”. El miedo es uno de los factores más poderosos. Miedo a las consecuencias, a las represalias, miedo a más violencia. La víctima puede sentirse atrapada en un callejón sin salida y paralizada por esta sensación de angustia y desconfianza.
“Entiendo que el miedo juega un papel fundamental. Todo el ejercicio de manipulación que damos por hecho que se ha producido para que la persona acabe tolerando y validando una relación basada en el maltrato provoca miedos típicos, el miedo a la soledad, el miedo a que nadie me va a querer porque ya ha arruinado totalmente mi autoestima, o miedos a que la otra persona dañe mi imagen a posteriori”.
Estrategias terapéuticas para ayudar a superar las dificultades y dejar a una pareja tóxica y maltratadora
Hay muchas estrategias efectivas de apoyo para ayudar a las personas a salir de esa situación. Para la psicóloga de AMADAG, “en primer lugar una de las cosas que siempre se recomienda es no fomentar de manera muy brusca que se deje la relación porque se sabe que eso provoca un rechazo”.
Como nos cuenta Cristina, generalmente a las víctimas de este tipo de conflictos ya se les ha pasado por la cabeza y ya saben que lo ideal sería dejarlo, pero muchas veces, cuando presionamos a la persona para que abandone esa relación abusiva, lo que pasa es que deja de hablarse con su entorno, se aísla. Si siente una falta de apoyo por parte de su familia y amigos, una red de soporte sólida, puede sentirse más atrapada y dependiente de su pareja abusiva.
No es fácil retroceder, darse cuenta de la situación en la que se está. Ante cualquier crítica, la víctima adoptará una actitud defensiva y una clara oposición a la idea planteada. Hay “que apoyar, entender, comprender, no juzgar y persistir al lado de la persona pudiendo hacerla pensar en determinados momentos”. Ejercer presión desmedida o mostrarse enfadado y disgustado provoca el efecto contrario.
En definitiva, como comparte con nosotros Cristina Luna, “lo más importante es acompañar a la víctima y decirle que pase lo que pase vamos a estar a su lado, y, sobre todo, fomentar pedir ayuda psicológica”.
Artículo publicado por Marta Rubio
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