¿Cómo podemos mantener conversaciones que nos hagan sentir mejor y evitar aquellas que nos perjudican?

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Descubre cómo mejorar tu bienestar emocional a través de las palabras: el arte de mantener conversaciones sanas y evitar las conversaciones dañinas

El ser humano es, por naturaleza, un animal social. Necesitamos la interacción con los demás, no solo para sobrevivir, sino para prosperar y desarrollarnos plenamente. La comunicación es un elemento esencial de esa interacción, y el tipo y la calidad de las conversaciones que mantenemos pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental y bienestar emocional.

Sin embargo, es crucial entender que no toda comunicación es beneficiosa. «Hablar por hablar» y mantener «conversaciones sanas» son dos conceptos que a menudo se confunden. Hablar por hablar implica intercambios superficiales que, si bien pueden servir como cortesía social, raramente nutren nuestro crecimiento personal o emocional. Las conversaciones sanas, por otro lado, nos invitan a conectar a un nivel más profundo, a compartir pensamientos y sentimientos, y a construir relaciones más sólidas y enriquecedoras.

Conversaciones sanas: Un camino hacia el bienestar

Las conversaciones sanas son aquellas que nos permiten ser escuchados, comprendidos y desafiados a reflexionar. Estas interacciones, basadas en el respeto mutuo, la empatía y la honestidad, generan un espacio seguro para expresarnos libremente sin miedo al juicio.

Beneficios de las conversaciones sanas

Desde una perspectiva psicológica, las conversaciones sanas tienen un efecto terapéutico. Reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo, y aumentan la autoestima y el autoconocimiento. Permiten procesar inquietudes, aliviar cargas emocionales y ganar nuevas perspectivas.

El impacto de las conversaciones negativas

Las conversaciones hostiles, negativas, superficiales o insatisfactorias pueden ser perjudiciales para la salud mental. Provocan inseguridad, ansiedad, desesperanza y aislamiento. Es importante identificar y evitar estos patrones de comunicación.

El poder curativo de las palabras

Las palabras tienen el poder de curar o herir. El impacto de lo que decimos puede perdurar. Cada vez que hablamos, debemos hacerlo de forma que promueva la comprensión, el respeto y el bienestar mutuo.

Las conversaciones son una herramienta poderosa para construir relaciones sanas y fortalecer nuestro bienestar. Cultiva el arte de conversar de forma honesta, empática y respetuosa para crear conexiones significativas y fomentar un entorno positivo para ti y para los demás.

Consejos para fomentar conversaciones sanas:

Escucha activa: Presta atención sin interrumpir, demuestra interés y haz preguntas para comprender mejor.
Empatía: Ponte en el lugar del otro y trata de entender sus sentimientos y perspectiva.
Respeto: Valida las opiniones y emociones del otro, incluso si no estás de acuerdo.
Honestidad: Sé sincero y directo en tu comunicación, evitando la manipulación o el sarcasmo.
Asertividad: Expresa tus necesidades y sentimientos de forma clara y respetuosa.
Apertura: Mantente abierto a nuevas ideas y perspectivas, y dispuesto a aprender del otro.
Cultivando estas habilidades y siendo consciente del impacto de nuestras palabras, podemos convertir las conversaciones en un espacio de crecimiento, conexión y bienestar para todos.

¿Cómo mantener conversaciones que nos hagan sentir mejor?

El poder del apoyo social y las conversaciones positivas

Los humanos somos seres gregarios que necesitan del apoyo social para sentirnos equilibrados. Las conversaciones que nos hacen sentir bien, donde aprendemos, expresamos emociones y encontramos comprensión, son esenciales para nuestro bienestar.

Claves para identificar las conversaciones que te hacen sentir bien

Saber qué nos hace sentir bien en una conversación es fundamental. Presta atención a tus sensaciones corporales y busca personas con intereses comunes, espacios de confianza para desahogarte, y conversaciones que te ilusionen.

El valor de las conversaciones que sanan y enriquecen

Deshacer malentendidos y respetar al otro, incluso en la diferencia, genera crecimiento personal y conversaciones realmente enriquecedoras. Ajustar las expectativas a cada tipo de conversación te ayudará a obtener lo mejor de cada interacción.

Consejos para tener conversaciones que te hagan sentir bien

Busca personas con intereses comunes que te apasiones.
Permítete desahogarte con personas de tu confianza.
Comparte ilusiones a corto-medio plazo.
Desconecta y evade con conversaciones banales.
Ten conversaciones que sanen y respeten al otro.
Ajusta las expectativas a cada tipo de conversación. Cada una tendrá sus puntos fuertes, débiles y limitaciones.

“En el momento que yo ajusto las expectativas de lo que voy a sacar de una conversación con otra persona, automáticamente me hará sentir bien, ya que no habrá ningún desajuste de lo que yo espero sacar con lo que finalmente obtenga con esa conversación”, explica el psicólogo Abel Domínguez.

¿Cómo evitar aquellas conversaciones que nos perjudican?

La psicóloga Silvia Alonso expone que el primer punto fundamental es ser consciente de que esas conversaciones te hacen sentir mal. Sólo si eres consciente vas a poder poner el límite. Es importante identificar si lo que te incomoda es el tema o la persona que lo saca, si se trata de la persona evita coincidir o limita el tiempo que estás con ella. Mereces sentirte bien en todos los entornos. Si por el contrario es el tema de la conversación lo que te incomoda, toma conciencia de por qué. Si sabes por qué te ocurre, le podrás poner solución.

Por lo general evitamos a las personas que nos perjudican, ya que después de hablar con ellas nos sentimos peor, porque nos sentimos juzgados y con dudas. Al final evitamos las conversaciones que nos perjudican evitando a las personas que son así o que utilizan la conversación para eso.

Estas son algunos de los métodos para evitar conversaciones que nos perjudican que propone la psicóloga Silvia Alonso:

  • Directamente le puedes decir a la persona que te sientes incómodo con el tema, si sabes por qué y quieres compartirlo, adelante. Si no lo sabes o no lo quieres compartir, no tienes que hacerlo y simplemente puedes decir que no sabes por qué, pero que te incomoda.
  • Poner cualquier excusa y cortar la conversación
  • Cambiar de tema

El impacto de las conversaciones que nos hacen sentir bien en nuestro bienestar emocional

El psicólogo humanista Carl Rogers señalaba que “no hay nada más estimulante que un buen diálogo para generar cambios en la persona, para despertar fortalezas y promover el bienestar”. Si estamos inmersos en una charla placentera aparece en nuestro cerebro una mayor segregación de dopamina, serotonina y endorfinas. Una buena comunicación reduce el estrés, alivia las preocupaciones y disminuye la ansiedad.

“Las buenas conversaciones repercuten en nuestro bienestar emocional, ya que es una psicoterapia, es decir, que se trata de conversar”, explica el psicólogo Abel Domínguez. Según los expertos, la psicoterapia significa la cura a través de la palabra. Los seres humanos somos seres sociales con lenguajes, seres a los cuales se les puede dañar con palabras y a los cuales se les puede curar también con ellas. Por eso son tan importantes las conversaciones que nos hacen sentir bien.

Cómo iniciar una conversación y no caer en los silencios incómodos

El silencio: Entre la incomodidad y la necesidad

El silencio no significa lo mismo para todos. Algunos lo experimentan como una ausencia de sonido, mientras que otros lo interpretan como un espacio para la reflexión o la conexión. No todas las personas lo perciben de la misma manera.

Dos tipos de silencio: Incómodo y necesario

Es importante diferenciar entre el «silencio incómodo» y el «silencio necesario». El primero surge de la falta de entendimiento o conexión, mientras que el segundo permite descansar la mente, reflexionar y rejuvenecer el espíritu.

Cómo lidiar con el silencio incómodo

Si el silencio te incomoda, puedes intentar llenarlo con preguntas o buscar temas en común. Si la conversación no fluye, puedes acortar el encuentro sin sentirte culpable. No tienes que forzar la situación.

Consejos para iniciar una conversación

Recuerda que no tienes que gustar a todo el mundo. Sé tú mismo y busca entornos que te nutran. Iniciar una conversación es tan sencillo como realizar una pregunta abierta o concreta.

La importancia de la reciprocidad

Para que una conversación fluya, ambas partes deben estar dispuestas a hablar. Si la otra persona no responde con entusiasmo, es mejor buscar otro momento o actividad para conectar.

El silencio es una parte natural de la comunicación. Aprende a interpretarlo y utilizarlo a tu favor para construir relaciones más sólidas y significativas.

Artículo publicado por Nuria Santos

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