Cómo hablar con tu pareja sobre lo que te molesta de ella sin herirla

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Conversaciones que conectan: transforma tus palabras en puentes, no en heridas

La comunicación es una herramienta que conviene trabajar más allá del ámbito laboral para crear lazos que nos unan a esas cosas que tienen el poder de mejorarnos, como una relación de pareja sana. En las relaciones de pareja, es una norma experimentar cambios en la percepción y la dinámica a medida que avanza el tiempo. Durante la primera etapa, también conocida como la «luna de miel», la pasión y la atracción intensa a menudo eclipsan las imperfecciones y las diferencias entre los individuos. La liberación de hormonas como la oxitocina y la dopamina, que inducen la sensación de bienestar y conexión, contribuye a que las parejas se centren en las cualidades positivas de su relación y de su compañero/a.

Sin embargo, a medida que el efecto de estas hormonas se va desvaneciendo, y la relación entra en una fase más estable y menos apasionada, las parejas tienden a ser más conscientes de las características de su pareja que les resultan molestas o problemáticas.

La razón detrás de este cambio en el enfoque podemos encontrarla en la evolución del vínculo emocional entre las parejas y a un proceso de adaptación natural. Al pasar más tiempo juntos, las personas empiezan a conocer a su pareja en un nivel más profundo y a adaptarse a sus hábitos y comportamientos. Esto puede dar lugar a una mayor sensibilidad a los aspectos negativos de la relación.

Además, la tendencia a fijarnos en las cosas que nos molestan de nuestra pareja podría estar relacionada con un deseo innato de buscar la estabilidad y la armonía en la relación. Reconocer y abordar estos problemas de forma constructiva puede ayudar a las parejas a crecer juntas y a superar obstáculos, fortaleciendo su conexión emocional a largo plazo.

Para lograr que una relación de pareja funcione a pesar de las necesarias diferencias que siempre existirán entre ambios, es fundamental tratar las preocupaciones y los desacuerdos con afecto, empatía y comprensión.

Establecer un diálogo abierto y honesto permite a ambas partes expresar sus sentimientos y pensamientos de manera constructiva, fortaleciendo la conexión emocional y fomentando el crecimiento conjunto. Al adoptar una actitud empática y comprensiva, las parejas pueden superar los desafíos, transformar sus diferencias en oportunidades para aprender y construir un vínculo duradero basado en la confianza y el respeto mutuo.

¿Cómo decirle a tu pareja lo que te molesta de ella sin herirla?

Un buen punto de inicio es aplicar la asertividad a la relación de pareja, de esta manera podemos expresarle lo que nos molesta. “Los psicólogos trabajamos esta habilidad, ya que es la capacidad para expresar lo que piensas y sientes sin dañar a los demás. Esto se consigue utilizando frases como desde mi punto de vista, en mi opinión, lo que yo pienso, etc”, asegura Abel Domínguez psicólogo sanitario. Además, con estas frases no estamos invalidando lo que piensa la otra persona, sino ofreciendo un punto de vista y no imponiéndolo.

Lo más importante a la hora de transmitir a otra persona lo que te molesta sin hacerla daño es hablar en primera persona desde cómo nos sentimos y cuáles son nuestras emociones. “Toda conversación que esté formulada en segunda persona desde ‘tú haces, tú dices…’ será vivida como un ataque, por lo que impedirá cualquier posibilidad de entendimiento”, explica la psicóloga sanitaria Silvia Alonso. Además, añade que “es importante tomarnos un tiempo para meditar, si realmente tenemos motivos para molestarnos, antes de decidirnos a hablarlo tenemos que estar en un ambiente sosegado”.

Para decirle a tu pareja lo que te molesta de ella y no hacerla daño o que no se enfade contigo hay que iniciar una conversación con la intención de arreglar el problema. Lo primero que hay que hacer es elegir un buen momento para tener dicha conversación, durante un tiempo sin interrupciones, sin prisa y cuando ambos estéis receptivos, descansados, etc.

Además, es importante realizar esta conversación cuando el enfado inicial no sea tan palpable, o la incomodidad sea menor, es decir, cuando estés más relajada/o. De esta forma vas a poder manejar mejor la conversación.

Por otra parte, la psicóloga Silvia Alonso explica que “hay que comenzar la conversación describiendo lo más objetivamente posible aquello que te molesta, intentando que no realicemos ninguna interpretación de los hechos. Por ejemplo, ‘siempre dejas tirados los zapatos’, esta conversación sería vivida como un ataque, sería más correcto decir ‘a veces dejas los zapatos fuera del zapatero’. Siempre sería una afirmación falsa, ya que seguramente alguna vez lo habrá colocado; y tirado es una interpretación personal”.

Otro aspecto importante es acompañar la descripción objetiva de los hechos con cómo te sientes, es decir, mostrar tus sentimientos ante las cosas que hace tu pareja que no te gustan. “Por ejemplo, siguiendo el caso anterior, ‘a veces dejas los zapatos fuera del zapatero y me incomoda’. Esta sería una buena forma de decirlo”, explica la psicóloga Silvia Alonso.

Los polos opuestos se atraen: La complementariedad en el amor cobra vida con Cameron y Mitchell (Modern Family) y Howard y Bernadette (The Big Bang Theory), demostrando que la comunicación empática, afectiva y honesta fortalece el vínculo en las relaciones de pareja

Cómo poner límites en tu pareja

Cuando hay algo en tu pareja que no te gusta lo más recomendable es hablarlo con ella directamente para solucionar los problemas y seguir adelante con la relación, sin embargo, hay algunas ocasiones en las que eso no funciona. Algunos expertos aseguran que poner límites en la pareja ayuda a tener una relación más satisfactoria, y por consecuencia, no se realizarán algunos de los actos que te pueden molestar de tu pareja.

El psicólogo Abel Domínguez explica que “poner límites es una habilidad social básica para los humanos, ya sea con nuestra pareja, la familia o nuestros jefes. Es fundamental colocar esos límites”. Además, continúa diciendo que para lograrlo tenemos que “pararnos a pensar qué es lo importante para nosotros, lo que nos apetece, lo que queremos, etc, y no estar todo el rato pensando y centrados en lo que quiere la otra persona o en cómo va a reaccionar ante algo”.

Lo más importante para poner estos límites es que tú te valides, que te sientas que no te mereces aquello que estás viviendo. Su tú no sientes que necesitas ese límite no vas a poder transmitirlo al otro. “Da igual si no se te da bien al principio poner límites, no sabemos ponerlos por la crianza que hemos recibido de niños. Los límites forman parte del aprendizaje social”, explica Silvia Alonso, psicóloga sanitaria.

Para establecer unos límites en la pareja debes buscar un buen momento en el que te sientas más segura y sin que puedan aparecer interrupciones. Habla en primera persona, describe lo que no te gusta y pon el límite. Hay que dejar claro desde el principio los aspectos que no vas a tolerar, de las cosas que te vas a encargar y de las que no.

En cualquier relación, independientemente del tipo que sea, de pareja, familiar o de amistad no se puede tolerar ninguna falta de respeto. Tendemos a minimizarlo porque la otra persona es así, está pasando por un mal momento o porque nosotros nos lo tomamos a la tremenda, pero en ningún caso se puede tolerar una falta de respeto.

Aunque el límite de lo tolerable y lo intolerable lo pone cada uno, el psicólogo Abel Domínguez explica que “en términos generales el tema de faltas de respeto, traiciones, infidelidades y temas tóxicos como el maltrato o los celos son aspectos que no deberían tolerarse en una pareja”.

Esto quiere decir, que, si queremos arreglar nuestra relación diciéndole a nuestra pareja lo que nos molesta sin herirla, lo más importante es analizar la situación y averiguar si nos encontramos ante una situación de falta de respeto, porque si es así, lo más recomendable es atajar el problema de raíz y cortarla.

¿Cómo saber si la relación ya no funciona?

Silvia Alonso asegura que “es algo que se siente. Probablemente las dudas comienzan mucho tiempo atrás hasta que llega el momento y sabes que no tiene futuro. Comienza con una duda, pero cuando lo sabes no es algo mental, sino que es algo que sientes”. Por su parte, el psicólogo Abel Domínguez asegura que “dependerá de las ganas de mejorar, de las ganas de encuentro que tengan los miembros de la pareja, pero sobre todo de que se mantengan respeto mutuo”.

Artículo publicado por Nuria Santos

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