¿Cuál es la forma más sana de dejar a alguien a quien todavía quieres?

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Dejar ir a quien amas: el arte de desatar un nudo con el corazón en la mano.

Es fácil dejarse llevar por el argumento romántico de que el amor puede superarlo todo. Sin embargo, en la vida real, las relaciones de pareja son mucho más complejas. Existen momentos en los que, a pesar de los estar enamorados, la decisión más saludable puede ser dejar a nuestra pareja. Aunque parezca contradictorio, existen varias situaciones en las que esto puede ocurrir, y analizarlas puede ayudarnos a entender por qué es tan difícil dejar a una persona de la que estamos profundamente enamorados, incluso cuando sabemos que la relación no nos conviene.

Incompatibilidad Fundamental

Acostumbrados a oír que el amor lo puede todo y fantasear con los súper poderes del amor, llegamos a un punto en nuestra vida en el que debemos aceptar que el amor puede ser poderoso, pero no puede cambiar la esencia de las personas.

Hay algunos aspectos fundamentales en cada uno de nosotros que son difíciles, si no imposibles, de cambiar, como por ejemplo nuestras metas de vida, nuestras creencias espirituales, nuestras actitudes en la educación de los hijos y nuestras necesidades emocionales. Si estos aspectos no son compatibles entre dos personas, puede que la relación esté destinada a fallar a largo plazo, independientemente de cuánto amor haya.

Abuso y Toxicidad

Esta es la situación más evidente en la que es necesario dejar a una pareja y, sin embargo, la más complicada. Incluso si todavía estamos enamorados de nuestra pareja, cuando la relación se vuelve abusiva o tóxica entramos en un laberinto de emociones y dudas que dificultan enormemente el momento de dejar la relación.

Este tipo de relaciones siempre tienen efectos devastadores en nuestra salud mental y emocional, y terminan convirtiéndose en relaciones extremadamente peligrosas. A pesar de que sintamos «amor» hacia la persona abusiva, debemos tener presente que nunca tenemos que ser maltratados ni psicológica ni físicamente por nuestra pareja.

Es en este caso cuando buscar ayuda tiene que ser el primer paso para que podamos salir de la relación abusiva.

Crecer en direcciones opuestas

Las personas cambiamos y evolucionamos con el tiempo. En algunos casos, este crecimiento lleva a las parejas a diferentes direcciones, diferentes objetivos que plantean diferentes formas de ver y entender la vida. Es posible que llegue un punto en el que nos demos cuenta de que ya no somos compatibles con nuestra pareja, o que la relación nos está frenando en nuestro camino de crecimiento y desarrollo personal.

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Entonces, ¿por qué es tan difícil dejar a alguien a quien amamos?

La explicación se encuentra en la forma en que nuestro cerebro procesa el amor y las relaciones. Estudios neurocientíficos han demostrado que cuando estamos enamorados, nuestro cerebro libera hormonas como la oxitocina y la dopamina, que nos hacen sentir felices y apegados a nuestra pareja. Esta es una de las razones por las que es tan difícil superar una ruptura: nuestro cerebro está literalmente acostumbrado a la presencia y la atención de la otra persona.

Además, las relaciones amorosas también forman parte de nuestra identidad y autoestima. Dejar a alguien a quien amamos puede sentirse como una pérdida de una parte de nosotros mismos, lo que puede resultar en dolor emocional intenso.

Factores psicológicos que dificultan dejar a alguien a quien todavía se quiere

Cuando en la relación parece funcionar con normalidad, queremos a nuestra pareja, pero sabemos que la relación no está avanzando hacia un proyecto de vida en común, la psicóloga Silvia Alonso nos cuenta que hay que saber cuáles son los factores que nos harían más complicado el momento de dejar la relación:

  • La dependencia emocional es un factor incapacitante para poder dejar una relación
  • La responsabilidad emocional hacia la otra persona, pensar que si la dejamos no lo va a superar
  • Miedo a sentirnos solos
  • La incapacidad para tomar decisiones por miedo a equivocarnos

En este punto es muy importante saber diferenciar entre qué sentimos, qué nos hace sentir nuestra pareja, cómo le hacemos sentir a nuestra pareja y (lo más importante) qué queremos cómo pareja y cómo individuos. En estas circunstancias los sentimientos no son los únicos que nos van a orientar sobre el camino que debemos tomar, sino que es muy importante tener claro qué camino estamos construyendo con nuestra pareja, cuál es el proyecto de vida en común que tenemos con ella y si es compatible con nuestro camino personal.

Factores a tener en cuenta antes de tomar la decisión de dejar a tu pareja

La psicóloga Silvia Alonso, del Gabinete de Psicología con Alma, nos cuenta los factores que hay que considerar antes de tomar esta decisión:

  • Que no se trate de un momento puntual. Todas las relaciones pasan por baches en los que nos cuestionamos nuestros sentimientos y es completamente normal
  • Que no esté relacionado con un momento personal complicado.
  • Que la otra persona no esté pasando por una situación difícil. Si está en un momento complicado como es lógico va a cambiar su estado de ánimo y como es normal esto hará que se resienta la relación. Ver que tu decisión no está basada solo en un cambio de actitud de la otra persona o de la relación.
  • Asegúrate que no hay nada más detrás de tu decisión, como podría ser un miedo al compromiso. En ocasiones, cuando la relación se formaliza y podría llegar el momento de dar un paso más en la convivencia o incluso el matrimonio, nos asustamos y boicoteamos la relación para romperla.

La importancia de buscar apoyo social y emocional durante el proceso

Tener un entorno social seguro con el que podamos sentirnos acompañados va a ser fundamental para poder superar el duelo. Silvia Alonso nos explica que los recursos que nos van a ayudar son:

  • Permitirnos soltar a nivel emocional: llorar, enfadarnos o incluso no hablar y estar apáticos.
  • Buscar actividades que nos llenen con las que disfrutar y que nos podamos evadir en los momentos más difíciles.
  • Tomarnos nuestro tiempo para recoger y guardar los recuerdos de la otra persona y de la relación.
  • Aprovechar estos momentos para ordenar, tirar cosas de casa y hacer limpieza. Organizar a nivel exterior ayuda mucho para organizar también a nivel interior.

¿Es recomendable mantener una amistad o es mejor mantener distancia?

La cantidad de contacto y frecuencia va a depender mucho de cada persona, de cómo se haya dejado la relación y de cómo fue la relación en sí misma cuando aún estabais saliendo juntos. Habrá personas a las que no les influya ver a su expareja porque ya tengan digerida la decisión y otras que necesitan un tiempo de contacto cero.

“Yo considero que es importante darse un tiempo de no tener contacto para poder procesar y asentar la decisión y luego si ambos lo desean ir retomando el contacto poco a poco”, explica la psicóloga Silvia Alonso.

Si ha habido faltas de respeto o algún tipo de maltrato es fundamental no tener absolutamente ningún contacto con la otra persona. En cambio, si la relación ha sido sana y simplemente los sentimientos han cambiado, los expertos recomiendan darse un tiempo al principio en el que no haya contacto. De esta manera asentamos la decisión y nos vamos acoplando a la nueva situación, al cambio de relación con esa persona.

Ser valientes y realistas

La decisión más amorosa que podemos tomar por nosotros mismos es dejar a una persona aunque todavía estemos enamorados de ella. Puede ser un proceso doloroso y desafiante, pero también puede ser un paso necesario para proteger nuestra salud emocional y mental, y para seguir adelante con nuestras vidas.

La transición de ver a tu pareja como un compañero de vida a simplemente verla como un amigo puede ser muy complicada. Si ya has decidido terminar la relación, es posible que tú ya hayas alcanzado la claridad emocional necesaria para dar este paso, pero probablemente tu pareja aún no lo ha hecho. Por lo tanto, es crucial manejar esta situación con responsabilidad emocional, comprendiendo y respetando los sentimientos de la otra persona durante este complicado proceso de cambio.

Artículo escrito por Nuria Santos

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