Autoestima y amor propio: cómo mejorar la relación con uno mismo

amor-propio-autoestima-como-cultivarlo

Descubre las claves para cultivar y fortalecer nuestra autoestima

En un mundo donde nos encontramos constantemente sometidos a comparaciones, presiones y expectativas, mantener una autoestima sana y equilibrada se convierte en una tarea imperativa. No se trata simplemente de un indicador de nuestra salud mental, sino de un pilar fundamental para vivir una vida plena y feliz, independientemente de las adversidades que enfrentemos en el camino.

Al igual que entrenamos nuestro cuerpo para mantenerlo en forma y saludable, nuestra autoestima también requiere de un entrenamiento específico y constante. ¿Por qué? Porque, aunque nos gustaría pensar lo contrario, la autoestima no es algo estático. Es una relación en evolución que mantenemos con nosotros mismos, influenciada por nuestras experiencias, las personas que nos rodean y la manera en que interpretamos y nos enfrentamos a la vida.

Entrenar nuestra autoestima implica un ejercicio de introspección y autoconocimiento. Es reconocer nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades, y entender que ambas facetas son esenciales en la construcción de nuestro ser. Es el acto de cuidar y nutrir la relación que mantenemos con nosotros mismos, garantizando que, a pesar de los desafíos y contratiempos, siempre encontraremos la manera de respaldar y amarnos.

La autoestima es más que un sentimiento; es una guía que nos orienta en la toma de decisiones, en nuestra interacción con los demás y en cómo enfrentamos las adversidades. Una autoestima sana y equilibrada nos permite ver las dificultades del día a día no como obstáculos insuperables, sino como desafíos que nos invitan a crecer y fortalecernos. Y es precisamente aquí donde radica su importancia. Porque cuando nos valoramos y amamos de manera genuina, somos más resilientes, enfrentamos la vida con una perspectiva más optimista y, en definitiva, encontramos la felicidad en las pequeñas y grandes cosas.

Por todo esto, es crucial conocer los pasos para cultivar y fortalecer nuestra autoestima. Y este artículo se convertirá en tu guía para descubrir cómo hacerlo. Porque cuidar de nuestra salud mental, y específicamente de nuestra autoestima, no es un lujo, es una necesidad. Es hora de embarcarnos en el viaje hacia un yo más fuerte, equilibrado y feliz.

Consecuencias de un autoestima baja

Dejar pasar la vida: dejar de hacer cosas nuevas, descubrir nuevos rincones, culturas, costumbres, personas…

Crear dependencia emocional con la pareja: hay personas que incluso mantienen relaciones insanas por miedo a no encontrar a nadie más. Viven con miedo a romper el vínculo porque prefieren estar mal acompañados que solos.

Vivir con celos: sentirse poca cosa y no valorarse a uno mismo nos lleva a tener miedo de que la pareja elija alguien mejor. Para alguien con la autoestima baja cualquiera tiene más aspectos positivos, por lo que cualquiera es una amenaza…aunque solo sea en su cabeza.

Falta de autocuidado: una persona con poca autoestima no se prioriza y pondrá por delante las necesidades de los demás. La falta de amor propio nos lleva a comer mal, a tener atracones, a no hacer deporte, a abandonarnos y a vivir con sobrepeso, lo que nos lleva a hablarnos mal, haciendo más grande la herida en nuestra autoestima, dificultando mucho salir de esa rueda tan destructiva.

Perder oportunidades laborales: no atreverse a aceptar promociones internas o postular a nuevas ofertas por miedo a no estar a la altura y por pensar que los otros lo harán mejor.

La idealización y el anhelo acaban siendo una de las causas de que muchas personas inviertan mucho tiempo y esfuerzo mental de su vida en intentar encontrar a una pareja que, según algunos estándares sociales, terminará por completar su felicidad. Nada más alejado de la realidad, ya que esta idea de poder ser felices únicamente encontrando una pareja es totalmente errónea.

De hecho, incluso cuando estamos en una relación, podemos y debemos ser independientes a pesar de compartir mucho tiempo con nuestra pareja. Lo ideal es que esta sea un complemento que aporta ideas, momentos y enriquecimiento en distintos aspectos a la otra persona, pero sin convertirse en el centro de su felicidad y manteniendo los respectivos espacios personales bien definidos.

Cómo cultivar el autoestima y el amor propio

Pasar tiempo en solitario

Preguntémonos qué nos apetece hacer, qué aficiones tenemos o qué es lo que siempre hemos querido hacer, pero nunca nos hemos atrevido. Normalmente estamos rodeados de muchas personas, ya sea en el trabajo, en casa o incluso en el transporte público. Es importante dedicarnos tiempo a nosotros mismos, hacer actividades que nos permitan pensar y reconectar con nosotros mismos, escucharnos y así conocernos mejor.

Hacer deportes o actividades en grupo

Al igual que es importante conocernos a nosotros mismos en solitario y escuchar nuestras necesidades, somos seres sociales y desde la conexión con otras personas también podemos conocer facetas de nuestra personalidad. Intentemos hacer actividades en grupo con personas que inicialmente son desconocidas, y aprendamos de esas nuevas interacciones.

Fijarnos en cómo nos hablamos

Muchas veces el frenesí del día a día hace que no nos fijemos en los mensajes que continuamente nos damos a nosotros mismos. Cuando empezamos a fijarnos en ello nos damos cuenta que muchos parten desde la obligación y, generalmente, empiezan con un “deberías”, “tienes que hacerlo mejor”, “no es suficiente”… e incluso muchas veces nos regañamos y atacamos a nosotros mismos por cometer errores naturales. Es importante que nos escuchemos y empecemos a cambiar la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos, tratándonos con respeto.

Fijarnos en lo bueno y no solo en lo malo

Al igual que con los mensajes negativos, la mayor parte de las veces tendemos a fijarnos en lo que hemos hecho mal. Sin embargo, olvidamos felicitarnos por todo lo que sí hemos logrado y disfrutado a lo largo del día. Intentemos cambiar el foco a lo positivo, de esta forma seremos más justos con nosotros mismos y con el esfuerzo que hacemos todos los días por alcanzar distintos objetivos.

Cada vez se reconoce más la importancia de cuidarse y de mantener un adecuado bienestar emocional. Silvia Congost, experta internacional en relaciones tóxicas y autoestima, tiene claro que para lograr amarse más y mejor es necesario invertir tiempo en uno mismo y conocerse bien. Pero, ¿cómo practicar el autocuidado? ¿Cómo aprender y entrenar el quererse más?

El primer paso es, precisamente, querer: cualquier entrenamiento supone un esfuerzo, constancia, y voluntad. Para lograr hacer del cuidado de la autoestima un hábito, hay que entrenarla a diario. Vivir con una autoestima sana y fuerte marca una diferencia absoluta en el día a día. Para Silvia Congost, “amarse primero es la base para enfrentarnos a la vida, tomar decisiones y mantener relaciones sanas”, y propone estos trucos para entrenar y fortalecer la autoestima:

Cuidarse por dentro y por fuera. No sólo es fundamental hacer ejercicio, sino que es importante acompañarlo con una alimentación sana.
Alegrarse por los éxitos. Es primordial reflexionar a diario para identificar y reconocer nuestros logros. Es una forma de sacar siempre lo bueno de cada día y reconocer de lo que somos capaces.

Dedicarse tiempo de calidad. De manera consciente, escoger momentos concretos, exclusivos para uno, sin interrupciones. Tiene que ser la ocasión perfecta para conectar con uno mismo, por eso no importa tanto la cantidad sino la calidad.

Cuidar el diálogo interior. ¿Cuántas veces ha pasado que nos encontramos hablando solos? Buscar esa meditación con uno mismo, hacia adentro, con mensajes y pensamientos positivos que ayuden a fortalecernos.

Rodearse de personas que sumen. Las operaciones matemáticas por excelencia han de ser la suma y la multiplicación. Tener gente al lado sana que no reste, con la que poder mostrarse vulnerable y que siempre esté para ayudarnos a crecer.

Agradecer. Que la palabra gracias se convierta en favorita. La gratitud es más que decir gracias, es tener la capacidad de asombrarse y de apreciar la vida. Ayuda a disminuir los niveles de estrés y a aumentar la autoestima.

Además de estos trucos, para Silvia Congost es importante “definir el rumbo de nuestra vida, hacia dónde queremos ir. Marcarse unos objetivos claros y ponerse una fecha límite para cumplirlos. Y por supuesto, ser una persona asertiva. Aprender a decir no cuando es lo que quieres y lo que sientes, e incluso a compartir tu opinión, deseos e ideas, incluso con personas que pueden no estar de acuerdo contigo”.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: