Así rejuvenecen el cerebro los entrenamientos de fuerza y de alta intensidad

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Rejuvenece tu cerebro y desarrolla altas capacidades: Descubre cómo los trabajos de fuerza y resistencia mejoran tu capacidad de aprendizaje y adaptación cerebral

Es muy habitual asociar el ejercicio físico con los beneficios «externos» que tiene en el cuerpo, como la pérdida de peso, la tonificación muscular o el aumento de la resistencia. Sin embargo, cada vez hay más evidencias que sugieren que hay determinados ejercicios que son enormemente beneficiosos para la salud de nuestro cerebro ayudando a rejuvenecerlo, y que determinados tipos de entrenamientos de intensidad desarrollan efectos particularmente positivos.

Un tipo particular de entrenamiento de fuerza que se ha demostrado que tiene enormes beneficios para el cerebro es el entrenamiento de alta intensidad. Este tipo de entrenamiento implica realizar ejercicios de fuerza a una intensidad muy alta durante un período corto de tiempo, seguido de un breve descanso. Este patrón se repite varias veces, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y la intensidad del ejercicio en general.

Un estudio publicado en la revista «Neurobiology of Aging» publicó que el entrenamiento de alta intensidad mejora nuestra función cerebral, especialmente en personas adultas. Los participantes del estudio realizaron entrenamientos de alta intensidad durante 12 semanas, y se midió la función cerebral antes y después del período de entrenamiento. Los resultados mostraron una mejora significativa en la memoria espacial y la capacidad de concentración después del entrenamiento.

Otro estudio publicado en «Journal of Applied Physiology» asegura que el entrenamiento de alta intensidad mejora la función cognitiva en personas adultas jóvenes. Al igual que en el caso anterior, en este estudio, los participantes realizaron entrenamientos de alta intensidad durante seis semanas y se midió su función cognitiva antes y después del entrenamiento. Los resultados también revelaron importantes mejoras en la capacidad de concentración y la velocidad de procesamiento después del entrenamiento.

Entonces, ¿cómo puede el entrenamiento de fuerza intensa tener efectos tan positivos en el cerebro? Una teoría es que el entrenamiento de alta intensidad aumenta la producción de proteínas que promueven el crecimiento de nuevas células cerebrales. Por otro promueve la supervivencia y el crecimiento de las células cerebrales existentes.

Además, el entrenamiento de alta intensidad también mejora la circulación sanguínea en el cerebro, lo que aumenta la cantidad de oxígeno y nutrientes que llegan a las células cerebrales. Esto, a su vez, puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

El trabajo de fuerza y el de resistencia mejoran la neuroplasticidad en el cerebro

Además de los beneficios específicos que ofrece el entrenamiento de fuerza de alta intensidad, también se ha demostrado que tanto el trabajo de fuerza como el de resistencia mejoran la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones cerebrales y reorganizar las existentes.

La neuroplasticidad es una característica fundamental del cerebro que le permite adaptarse y cambiar a medida que experimentamos nuevas situaciones y aprendemos cosas nuevas. La plasticidad cerebral se produce cuando se forman nuevas conexiones entre las células cerebrales o cuando se modifican las conexiones existentes.

El entrenamiento de fuerza y el entrenamiento de resistencia pueden mejorar la neuroplasticidad de diferentes maneras. El entrenamiento de fuerza, por ejemplo, aumenta la producción de ciertas proteínas que son necesarias para el crecimiento y la supervivencia de las células cerebrales. Estas proteínas también ayudan a mantener y mejorar la comunicación entre las células cerebrales existentes, lo que a su vez mejora la capacidad de procesamiento del cerebro.

BENEFICIOS DEL EJERCICIO DE ALTA INTENSIDAD EN EL CEREBRO

Además de mejorar la neuroplasticidad, el ejercicio de alta intensidad también puede tener una serie de beneficios en el tejido cerebral.

Elimina beta amiloides y compuestos de desecho del cerebro

El primer beneficio que se ha demostrado es la eliminación de beta amiloides y compuestos de desecho del cerebro. Los beta amiloides son proteínas que pueden acumularse en el cerebro y contribuir al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El ejercicio de alta intensidad ha demostrado ser efectivo en la eliminación de estos compuestos de desecho, lo que puede ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de estas enfermedades.

Libera factor de crecimiento endotelial

Otra respuesta importante es la liberación del factor de crecimiento endotelial durante la práctica de ejercicios de alta intensidad. Este factor de crecimiento es una proteína que estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro, lo que se conoce como angiogénesis. La angiogénesis es importante porque puede aumentar el flujo de sangre y oxígeno al cerebro, lo que puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Incremento de la proliferación de neuronas y células gliales

El ejercicio de alta intensidad también ha demostrado incrementar la proliferación de neuronas y células gliales en el cerebro. Las células gliales son células cerebrales que proporcionan soporte y protección a las neuronas. El incremento de la proliferación de neuronas y células gliales puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Creación de nuevas mitocondrias en las células del cuerpo

Otro de los beneficios que ha demostrado la práctica frecuente de ejercicios de alta intensidad es que puede inducir la biogénesis mitocondrial, que es la creación de nuevas mitocondrias en las células del cuerpo. Las mitocondrias son las organelas celulares que producen energía en las células y son esenciales para la función celular y cerebral.

Mejora la capacidad antioxidante del cuerpo

Por último, estudios recientes han confirmado que el ejercicio de alta intensidad también mejora la capacidad antioxidante del cuerpo, lo que reduce la acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS) y reduce el daño celular y en el ADN. Esto es clave para prevenir el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Practicar de forma habitual ejercicios de alta intensidad tiene una serie de beneficios con gran impacto en el tejido cerebral, como la eliminación de beta amiloides y compuestos de desecho, la liberación de factor de crecimiento endotelial, la angiogénesis, el incremento de la proliferación de neuronas y células gliales, la biogénesis mitocondrial y la mejora de la capacidad antioxidante. Estos efectos ayudan a mantener nuestro cerebro, reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

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