Reflexionamos sobre lo que realmente significa ser un hombre de alto valor en un mundo dominado por la apariencia y la superficialidad.
Con las noticias sobre la demanda multitudinaria a Amadeo Llados inundando las redes, y con la proliferación de perfiles similares que prometen el éxito y la fortuna como si fuera una fórmula matemática, nos hemos preguntado: ¿qué aprecia realmente una mujer en un hombre para considerarlo un hombre de alto valor?
En la era de las redes sociales, nuestras percepciones están más intoxicadas que nunca. Los más jóvenes (y los hombres en general) consumen a diario contenido de influencers posando en yates de lujo, áticos impresionantes, restaurantes exclusivos y rodeados de mujeres bellas. Esta narrativa ha distorsionado los valores esenciales que realmente importan para convertirse en hombres verdaderamente valiosos.
Para dar respuesta a esta pregunta, nos hemos dado cita con Montse Romero, doctora en psicología conductual y experta en desarrollo personal y terapias de pareja. “Hemos llegado a un punto en el que la búsqueda del éxito se mide en likes y seguidores, dejando de lado aspectos fundamentales como la integridad, la empatía y la autenticidad. Sin embargo, es crucial recordar que, aunque cada persona tiene sus propios gustos y preferencias, hay valores universales que las mujeres aprecian en los hombres”.
Tal y como explica Montse, no es una cuestión racional de sumar o restar, es una cuestión puramente emocional. Por lo tanto, el planteamiento de “cómo ser un hombre de alto valor para las mujeres” debemos enfocarlo en que nada de ese hombre nos provoque rechazo.
Pero vayamos por partes. ¿Cómo ser un hombre de alto valor? ¿Por donde empezamos? Montse nos aconseja enfocarnos en aquello que únicamente depende de nosotros: cuidar nuestro cuerpo, cuidar nuestra mente y cuidar nuestra libertad.
El físico es importante, pero no tanto
El atractivo físico es la chispa que enciende la llama, pero esa llama se apaga si no percibimos que estamos hablando con una persona honrada. “A partir de ese momento, si tu percibes honradez, empieza una conversación que tiene que ser inteligente. Esto no quiere decir que debas tener un speech de premio Nobel, sino temas de conversación que se aborden desde un punto de vista que resulte interesante, que aporte algo” matiza nuestra experta.
“La atracción es un proceso al que vas incorporando pasos. No es llegar, sino ponerse en un camino. Es clave mantener viva la ilusión de permanecer en ese camino y avanzar por él. Por eso es muy importante que nada de lo que vas percibiendo te genere rechazo, para no salirte del camino. No todo se ve, hay cosas que se perciben”.
Cultiva el intelecto
Ahora bien, nuestra experta señala que hay que saber diferenciar muy bien entre el atractivo físico y el intelectual. “Evidentemente, la persona tiene que atraerte físicamente, pero a ninguna mujer de alto valor le gusta tratar con el típico guapo de discoteca. A las mujeres no nos gustan los hombres que se valen de su físico para ligar. Esto es un error que muchos hombres cometen y nos saca del camino que mencionábamos antes”. Un hombre intelectual no es únicamente ese tío de aspecto misterioso y gafas redondas. «Nos referimos a hombres intelectualmente curiosos, con inquietud por saber y, sobre todo, por aprender, con buenos temas de conversación y atentos a la actualidad».
La independencia es básica
Otro aspecto enormemente importante para ser un hombre de alto valor es la independencia, tanto personal como económica. “A ninguna mujer nos gusta que se nos cuelgue un muerto”- ¡ojo, que a los hombres tampoco! Le matizo. “Tratar con un hombre que tiene esa inteligencia económica y que es capaz de administrar sus finanzas personales… es enormemente sexy. Ahora bien, puede que la independencia (o la libertad) económica no haya llegado aún en ese momento inicial” como pasa con la gente joven que está estudiando, pero que haya potencial. “Cuando una mujer percibe ese potencial, no te genera rechazo y puedes ir avanzando por el camino en la búsqueda de una relación con esa persona”.
Evidentemente, estos tres aspectos son el punto de partida, pero no si realmente quieres saber cómo ser un hombre de alto valor, no puedes empezar a construir tu camino si estas tres cualidades no las tienes bien trabajadas. Son el cimiento de cualquier construcción personal que queramos desarrollar.