Cómo saber cuando una relación esta rota: 10 señales muy reveladoras que indican que tu relación se ha acabado

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Te hemos preparado una lista de indicadores claros sobre cómo saber cuando una relación está rota para sacarte de dudas.

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido la incertidumbre que nos lleva a cuestionarnos: «¿realmente estamos enamorados o simplemente seguimos juntos por estar?» Si alguna vez te has hecho esta pregunta, y sientes que tu relación está en crisis, te vamos a relevar cómo saber cuando una relación está rota.

Es completamente natural y humano tener dudas sobre la naturaleza y la calidad de nuestros vínculos amorosos. Desde una perspectiva psicológica, es vital comprender que las relaciones no son lineales; pasan por diversas etapas en las que la intensidad del amor y la pasión pueden oscilar. Sin embargo, estas fluctuaciones no indican necesariamente el fin de una relación.

Cada pareja es única, pero si hay algo en común en todas las relaciones duraderas, es la presencia de un proyecto de vida compartido. Este proyecto actúa como un faro, guiando a ambas personas en los momentos de incertidumbre y ayudándolas a recordar por qué eligieron estar juntas. Más que un simple deseo de compañía, es un compromiso mutuo de construir algo significativo juntos.

¿Pero cuáles son los cimientos sobre los que debe edificarse una relación para que funcione, sea sólida y resistente a los embates del tiempo y las circunstancias? Existen pilares universales que sustentan cualquier relación sana: la comunicación efectiva, el respeto mutuo, la empatía, la confianza y el amor incondicional. Trabajar juntos en fortalecer estos pilares proporciona las herramientas necesarias para enfrentar y superar los desafíos que puedan surgir.

Así que, antes de precipitarte en decisiones, aquí te dejamos 10 señales que indican si una relación está realmente rota y cómo, mediante el fortalecimiento de estos pilares, podemos construir o reconstruir una relación saludable y enriquecedora.

1. No hay conexión emocional

La primera señal para saber cuando una relación está rota es ver “la salud” de la conexión emocional. Si esa chispa que al principio de la relación os conectaba con cada conversación que teníais se ha esfumado, es un buen motivo para replantearse la relación. Una de las bases de una relación sana es que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos siendo realmente abiertos el uno con el otro a la hora de compartir pensamientos y opiniones.

En una relación sana, seria y estable, debes sentirte cómodo contigo mismo. No debes tener miedo de expresar tus sentimientos, tus secretos o tus emociones, aunque estas incluso sean cuestionables.

Tu pareja debe aceptarte tal como eres, con tus luces y tus sobras, independientemente de tus defectos e imperfecciones.

Si no compartes lo que realmente piensas, es una clara señal de que ya no quieres una conexión profunda. Del mismo modo, si has notado que las bromas divertidas habituales entre vosotros han desaparecido o te resulta difícil mantener conversaciones interesantes, tu vínculo podría estar debilitándose.

2. No hay reciprocidad

¿Tienes la sensación de que siempre eres tú quien inicia conversaciones importantes, o quien hace los planes divertidos? ¿Sientes que siempre depende de ti organizar las escapadas y establecer metas futuras para tu relación? Las relaciones son un compromiso, una alianza y, aunque no tienen que ser 50/50 permanentemente, es necesario un esfuerzo por ambas partes para que los dos miembros de la pareja prosperen y se sientan valorados dentro de la relación.

3. No hay una comunicación fluida

Tal vez estés percibiendo que tu pareja y tú ya casi no habláis de las cosas, ni buenas ni malas. En lugar de resolver los problemas cuando surgen, o de hablar de las situaciones que antes eran de complicidad, ahora dejáis pasar los temas.

Puede que en esta fase sientas que no tiene sentido intentar solucionar las cosas y prefieras no decir nada. Aunque ser agradable y evitar confrontaciones a veces pueda beneficiar a la relación, simplemente «mantener la paz» con tu pareja podría ser una señal de que la relación está llegando a su límite.

Evitar conflictos constantemente puede parecer una solución a corto plazo para mantener una atmósfera pacífica. Sin embargo, según expertos en relaciones de pareja, la evitación constante de los conflictos puede llevar a la acumulación de resentimientos y malentendidos que, con el tiempo, pueden erosionar la base de la relación. Es esencial encontrar un equilibrio entre abordar los problemas de manera constructiva y saber cuándo es el momento adecuado para discutir ciertos temas. La comunicación abierta y honesta es la clave para comprender y satisfacer las necesidades de ambos en la relación.

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4. Has dejado de lado tus valores:

Quizá él no celebre la Semana Santa y sin embargo, es tu tradición favorita; o quizá tú vas a misa y tu pareja no pisa una iglesia ni el día de su funeral. Si bien es crucial conservar tu individualidad en una relación, jamás deberías sacrificar tus valores esenciales por el bienestar de tu pareja o de la relación. Ninguno de los integrantes de una pareja debería perder la esencia de quién es como individuo. Vale la pena destacar que las relaciones deberían ayudarnos a crecer y evolucionar, no a limitarnos o degradarnos.»

Los valores son creencias fundamentales que guían nuestras decisiones y acciones. Cuando las parejas tienen valores muy diferentes o contrapuestos, puede generar tensiones o desacuerdos continuos. Aunque la diversidad en las opiniones y creencias puede enriquecer una relación, es esencial que ambas partes se sientan respetadas y comprendidas.

5. No te apetece tener intimidad física con tu pareja

Aunque el sexo no lo es todo en una relación, sí es un componente crucial. La falta de deseo sexual o la disminución de la intimidad física pueden estar influenciadas por múltiples factores, incluidos el estrés, problemas médicos, desequilibrios hormonales, entre otros. No siempre es un reflejo directo del estado de la relación. Sin embargo, cuando el síndrome del compañero de piso se instala en vuestra relación, es esencial abordar estos temas con honestidad.

Si ese deseo desaparece, podría ser el momento de reconsiderar la relación. El deseo sexual y la intimidad pueden variar a lo largo del tiempo. Estar en una «fase de reflujo» sexual no implica que no haya esperanza para la relación. La intimidad física, en todas sus manifestaciones, es esencial para mantener el vínculo. El contacto físico libera hormonas como la oxitocina, que potencian sentimientos de amor y conexión. Si logras mantener una estrecha intimidad física sin sexo y aún encuentras atractiva a tu pareja, lo más probable es que tu relación solo necesite un impulso. En cambio, si tu pareja ya no te resulta interesante o la idea de intimar contigo le es desagradable, podría ser un indicativo de problemas serios en la relación y que una ruptura está próxima.

6. Tu pareja evita pasar tiempo con tus familiares o amigos

Esta es una señal de alerta significativa, pues es esencial que las parejas compartan momentos con sus seres queridos. Si tu pareja se queja constantemente de estar con tu familia o encuentra excusas para no asistir al cumpleaños de tu mejor amigo, es momento de replantearse la relación. Tu pareja no tiene por qué amar a cada miembro de tu familia, pero sí es fundamental que respete a tus seres queridos y no se oponga a reuniones sociales que involucren a personas importantes para ti.»

Quedar con familiares y amigos es una parte crucial de nuestra vida social y emocional. Cuando una pareja se muestra evasivo o desinteresado a involucrarse con estos grupos, puede ser un claro indicador de problemas más profundos, como inseguridad, celos o incluso intentos de control o aislamiento.

Es esencial mantener el equilibrio entre el tiempo en pareja y el tiempo con otros seres queridos. La terapia de pareja puede ser una herramienta valiosa para abordar estos desafíos y comprender las raíces del comportamiento evasivo. Además, la comunicación abierta sobre las expectativas y necesidades en este ámbito puede ayudar a encontrar un punto medio que funcione para ambos.

7. Ya no confías plenamente en tu pareja

La desconfianza puede propagarse en una relación como un reguero de pólvora y suele manifestarse por etapas. Primero, puedes empezar a dudar de tu pareja y cuestionar su fiabilidad. Si esta duda no se aborda, puede evolucionar hacia sospecha, que es una creencia sin evidencia concreta. Esta sospecha genera ansiedad y sentimientos de inquietud que suelen hacerse evidentes. Cuando estás ansioso, te embarga el temor, lo que a su vez te impide mostrarte abierto y vulnerable. El miedo te lleva a aislarte.

La pérdida de confianza en tu pareja no solo afecta la dinámica de la relación en sí, sino también la autoestima y seguridad personal de la pareja en sí. Volver a sanar y construir la confianza requiere tiempo y un esfuerzo que muy pocas parejas están dispuestas a hacer.

La confianza es el pilar de una relación comprometida y, sin ella, la relación se erosiona desde el interior. Si sientes que no puedes confiar en la persona a tu lado, estás ante un impedimento para establecer una conexión profunda. Para restaurar la confianza, ambos miembros de la pareja deben enfocarse no solo en la confianza per se, sino también en las causas subyacentes que llevaron a su deterioro inicial.

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8. No tenéis un proyecto de vida en común

Si ya ves un futuro junto a tu pareja, es una clara señal de que la relación de ha roto. Uno de los ingredientes más imprescindibles de una relación de pareja sana es construir un futuro compartido mientras confluyen vuestras vidas la relación se va consolidando.

Si ya no compartís la misma visión de futuro o si habéis dejado de hablar sobre planes a largo plazo, es un claro indicativo de que la relación se ha roto.

Proyectar un futuro junto a tu pareja es una manera de validar el compromiso y el deseo de permanecer juntos. Estas proyecciones fortalecen la relación al alinear expectativas y objetivos comunes. Sin embargo, es natural que las visiones del futuro evolucionen con el tiempo debido a experiencias individuales, crecimiento personal y circunstancias cambiantes. Si notas una clara diferencia entre sus planes y los tuyos… es hora de que vayas buscando un momento de tranquilidad para hablar honestamente con tu pareja. A veces, la falta de alineación puede resolverse con un diálogo honesto y comprensión mutua.

9. Tu pareja no muestra interés por resolver los problemas

Las discusiones y desacuerdos son normales en cualquier relación. Es normal que surjan, incluso entre personas que se tienen un profundo amor y respeto mutuo. Es esencial que tu pareja busque entender las causas que tras esos conflictos. ¿Cuál es el verdadero motivo detrás de la discusión? Si a tu pareja no le interesa comprender el origen de los desacuerdos o no muestra preocupación por tus sentimientos, es probable que no esté priorizando la relación. Tras un desacuerdo, ambos deberían buscar la reconciliación y aprender de lo sucedido para evitar repetir errores. Nunca deberían dejarte sintiéndote abandonado o culpable. Si sientes que a tu pareja no le importa la salud y bienestar de la relación, quizá sea una señal de que es momento de reconsiderar el futuro juntos.

En toda relación, es vital el esfuerzo conjunto para crecer y superar obstáculos. La empatía y el deseo de entender al otro son herramientas cruciales para resolver conflictos. La comunicación abierta y honesta es el cimiento sobre el cual se construye una relación sólida.

10. Tu pareja no te apoya

Cómo saber cuando una relación está rota puede ser una pregunta crucial cuando observas situaciones como estas: ¿Tu pareja está contigo cuando tienes ansiedad, te han echado del curro, estás insoportable o estás enfermo, o solo está contigo en los buenos momentos, cuando os vais por ahí a cenar o hay planes interesantes en grupo? ¿Sientes que estás solo la mayor parte del tiempo y que debes depender más de tus colegas y de tu familia que de tu pareja? Si empiezas a sentir que tu pareja ya no es el pilar principal en tu red de apoyo, es una clara señal de que la relación se ha roto.

En una relación sana, las dos partes tienen que sentirse respaldadas en los buenos y en los malos momentos. El apoyo mutuo es una de las bases más esenciales en cualquier relación duradera. Si te encuentras constantemente buscando apoyo fuera de tu relación, es importante que encuentres el momento de hablar con tu pareja y explicárselo.

No se trata de comparar el papel de tu pareja con el de tus amigos o familiares, sino de asegurarte de que ambos os sentís seguros, valorados y respaldados dentro de la relación.

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