Las personas tóxicas se camuflan entre nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo o incluso nuestra pareja. Si identificas a cualquiera de estas personas en tu entorno, aléjate para ser feliz
La amistad es uno de los vínculos emocionales fundamentales de nuestra vida. Definida desde hace siglos como “la familia que se escoge”, una relación de amistad nace del desinterés y la generosidad entre dos o más personas que, con ciertos ideales comunes, comparten valores como la confianza, el cariño, el respeto, la sinceridad y la lealtad. En líneas generales, un amigo es alguien que desea tu bien, se preocupa por ti y se alegra de tus éxitos.
A lo largo de nuestra vida, los criterios en los que nos basamos para establecer nuestras relaciones sociales varían y deben de volverse más definidos conforme vamos cumpliendo años. Las relaciones sociales son una forma muy importante de descubrir cómo somos en realidad.
A medida que avanzamos por el intrincado sendero de la vida, nuestros valores, intereses y prioridades inevitablemente se transforman. Aquello que un día nos pareció una brújula fidedigna para nuestras relaciones, mañana puede revelarse como un espejismo. Es un arte aprender a descifrar a quienes nos rodean, pues el humano, por naturaleza, evoluciona y cambia. Aquel amigo que en un inicio nos brindaba risas espontáneas y sinceridad a raudales, puede, con el tiempo, mostrar facetas de su carácter que no habíamos detectado, o quizás, que no queríamos ver.
La gente con la que nos rodeamos y con la que establecemos vínculos también nos definen, son un espejo de nosotros mismos, nos dan la oportunidad de conocernos y de ver en el conjunto de todos ellos cómo somos realmente. Pero estas relaciones deben ser sanas y para que crezcan deben cuidarse ya que si no, se diluirán y se perderán con el paso del tiempo. Entender y reconocer la dinámica de las relaciones humanas se convierte en una herramienta vital. ¿Por qué? Porque las personas con las que decidimos compartir nuestro tiempo y energía pueden tener un impacto profundo, tanto positivo como negativo, en nuestra felicidad y bienestar.
Es más habitual de lo que pensamos tener relaciones en nuestro entorno que nos perjudican y nos hacen daño y, sin embargo, las seguimos manteniendo por compromiso, porque se trata de vínculos familiares o porque están muy integradas en nuestra vida.
Este tipo de personas no solo no nos hacen la vida más fácil, sino que nos crean mal estar y nos generan emociones nocivas, como la ira, el miedo, la vergüenza, la rabia, la frustración o incluso el odio, impidiéndonos estar en paz con nosotros mismos y alcanzar la felicidad.
Estas personas pueden estar camufladas entre nuestra familia más cercana, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo o incluso nuestra pareja. Para aprender a identificarlos, aquí te dejamos 9 tipos de personas de las que debes alejarte:
TIPOS DE PERSONAS TÓXICAS
Una relación tóxica, más que un simple conflicto pasajero, es un patrón de interacción que daña, limita y en muchos casos, disminuye nuestra esencia. No es sólo cuestión de estar en desacuerdo o tener diferencias; es sobre sentir que algo en nuestra vida se vuelve más pesado, más oscuro y más confuso. Es aquí donde se manifiesta la crucial importancia de detectar a tiempo estas relaciones. Permanecer largo tiempo en ellas, creyendo que «todo mejorará» o que «es una fase», puede desencadenar consecuencias a largo plazo para nuestra salud mental y emocional.
Personas que disfrutan criticando a los demás
En muchas ocasiones, este tipo de personas critican de forma instintiva, por entretenimiento y porque de esta forma se sienten mejor consigo mismas.
Las personas que están juzgando constantemente suelen ser personas inseguras, con grandes complejos e inmaduras, que se sirven de la crítica a los demás para tratar de ocultar sus vulnerabilidades a costa de las flaquezas de los demás.
Personas que nunca ponen de su parte
Hay personas que se creen con el derecho a que sean los demás los que estén pendientes de ellos, “porque ellos lo valen”. Si tienes la impresión de que eres tú el que siempre hace el esfuerzo por mantener la amistad, el que siempre escribe a la otra persona para quedar o el que tiene que hacer los planes, significa que la otra persona no te valora de la misma forma que tú la valoras. No inviertas más tiempo en esa persona.
Aléjate discretamente y sin reproches y serás mucho más feliz con las personas que sí aprecian tu compañía.
Personas que te hacen elegir
El chantaje emocional es propio de las personas manipuladoras. Este tipo de personas intentan imponer su visión y su forma de hacer las cosas sin importarles nada más, solo actúan en beneficio de sus intereses y quieren ejercer un poder absoluto sobre los pensamientos de los demás para que estos acaben dándoles lo que realmente quieren y ansían. Si ves que una persona te hace elegir entre su amistad o tu relación con otras personas, aléjate.
La mayoría de relaciones de amistad se basan en el afecto, la confianza y el respeto. Sin embargo, en ocasiones y con el paso del tiempo, estos sentimientos se transforman convirtiéndose en egoísmos, envidias e imposiciones.
Personas intolerantes
Las personas intolerantes no soportan ni aceptan opiniones, ideas o pensamientos diferentes a los propios. Se creen en posesión de la verdad absoluta, por lo que suelen ser personas egocéntricas y soberbias.
Personas mentirosas
Tener una relación con una persona mentirosa es agotador, porque te hace cuestionarte continuamente si lo que te está contando es cierto o no. Las personas mentirosas suelen ser personas con grandes complejos que tratan de impresionar a los demás con historias ficticias en las que, por norma general, suelen mezclar verdades con mentiras para camuflar la falsedad de la historia.
Personas victimistas
Hay personas que pretenden recibir más atención y afecto a base de victimizarse. Saben perfectamente cuando dar pena para captar la atención de la gente de su entorno o para recibir más cariño. Suelen ser personas con carencias afectivas, se quejan constantemente por casi todo, tienden a pensar negativamente de los demás y están continuamente cuestionando sus posibles intenciones.
Personas que siempre necesitan algo
Es normal que necesitemos algo de nuestros amigos en un momento puntual, pero alguien que te pide constantemente cosas, ya sea dinero, apuntes de clase, o que le lleves en coche sin dar nunca nada a cambio, es sin duda alguien que no contribuirá nunca a tu felicidad.
Una verdadera amistad implica un interés mutuo, y no que una persona se limite a tomar del otro. Este tipo de personas suelen ser muy egoístas y egocéntricas por lo que nunca serás feliz al lado de una persona que sólo es capaz de pensar en sí misma.
Personas que solo hablan de sí mismas
¿Sientes constantemente que tus conversaciones con algunas amistades siempre acaban siendo sobre ellos? Incluso cuando les hablas de un problema que tienes o tratas de pedir consejo, le dan la vuelta para que la conversación acabe siendo sobre sus cosas y no las tuyas, por lo que acabas siendo tú quien escucha las dificultades de esa persona.
Tener este tipo de amigos puede ser frustrante, ya que sentirás que no puedes confiar en ellos ni contarles nada, mientras que tú siempre tienes que dedicarles tiempo y atención.
Personas negativas
Son personas a las que te todo le afecta y se rinden con mucha facilidad. Continuamente estarán quejándose por su pasado, su presente y su futuro. Por mucho que intentes hacerles ver que no todo es tan malo como parece, te llevarán la contraria y lograrán alimentarse de tu positivismo para sentirse bien.
La consecuencia es que tu no te sentirás tan bien. Puede ser terriblemente difícil lidiar con personas negativas. Te advierten constantemente de lo peligroso que es aprender algo nuevo. Si estás con alguien y solo tiene cosas malas que decir, ten cuidado. Puede que la situación no mejore.
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