La psiquiatra Marian Rojas Estapé nos cuenta cómo este nutriente esencial puede mejorar tu salud mental y física.
Durante las últimas décadas, el papel del Omega 3 en la salud mental ha llamado la atención de la comunidad científica, convirtiéndose en un tema central de investigación intensiva. La reconocida psiquiatra Marian Rojas Estapé, basándose en una serie de investigaciones y evidencias de la Asociación Americana de Psiquiatría, respalda la inclusión de Omega 3 como complemento a diversos tratamientos psiquiátricos. La razón detrás de esto es la influencia positiva que estos ácidos grasos han demostrado tener en la neuroquímica cerebral y la inflamación, factores que están directamente relacionados con muchas afecciones psiquiátricas.
A través de numerosas conferencias y ponencias que ha impartido a lo largo de su carrera, la Dra. Marian Rojas Estapé subraya la importancia del consumo controlado y en dosis adecuadas de Omega 3, por sus enormes beneficios en nuestra salud mental y nuestro bienestar general.
El problema del cortisol
El cortisol, conocido comúnmente como la ‘hormona del estrés’, desempeña un papel crucial en diversas funciones fisiológicas del cuerpo, incluyendo el metabolismo de los glucocidos y la regulación de la presión arterial. Sin embargo, en situaciones de estrés prolongado, el cortisol induce una respuesta inflamatoria al facilitar la liberación de mediadores como el tromboxano y proteoglicanos. Estas moléculas altamente inflamatorias pueden distribuirse por todo el organismo, y si la producción de cortisol es sostenida, puede llevar a una inflamación crónica. Dicho de otro modo, cuando una persona está sometida a niveles altos de estrés durante períodos prolongados, las áreas más vulnerables de su cuerpo pueden verse afectadas por esta respuesta inflamatoria exacerbada. Tal y como explica en una de sus conferencias la psiquiatra Marian Rojas Estapé: “quien padece de los dientes -como ella- comienzan a dolerle mucho los dientes; la gente que tiene problemas intestinales y empieza a tener problemas intestinales; gente que tiene debilidad muscular tiene problemas musculares…”
Beneficios del Omega 3
Según explica la doctora Marian Rojas Estapé, el Omega 3 -un ácido graso esencial poliinsaturado- tiene múltiples beneficios para nuestra salud. Uno de sus roles más destacados es su capacidad para contrarrestar procesos inflamatorios. Tal y como detalla Marian Rojas, el Omega 3 “funciona inhibiendo la proliferación de ciertas sustancias que promueven la inflamación en el cuerpo. De esta manera, el Omega 3 actúa como un escudo protector, desempeñando una función similar a la de un antiinflamatorio natural”. Así, su consumo regular puede ayudar a mantener un equilibrio inflamatorio y contribuir a la salud general del organismo.
Marian Rojas Estapé defiende el uso de Omega 3 en mujeres embarazadas que padecen de depresión. Ella sugiere la administración de este suplemento vía oral como una estrategia complementaria a otros tratamientos. De hecho, varias investigaciones indican que el Omega 3 tiene efectos comparables a ciertos antidepresivos en el tratamiento de la depresión durante el embarazo o el post parto, sin los potenciales efectos secundarios de algunos medicamentos.
Más allá de la depresión, hay estudios que demuestran que el Omega 3 es muy beneficioso para pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar o adicciones, entre otros. La naturaleza antiinflamatoria del Omega 3, junto con sus propiedades neuroprotectoras, lo convierten en una opción muy buena para complementar la intervención farmacológica tradicional en una serie de trastornos psiquiátricos.
La Dra. Marian Rojas Estapé no solo respalda la inclusión del Omega 3 en nuestra dieta, sino que destaca de manera reiterada sus enormes beneficios para nuestra salud. Para ofrecerte una visión clara y estructurada de su impacto en nuestro bienestar, a continuación, te presentaremos los 10 beneficios principales del Omega 3:
Un aliado contra la depresión y la ansiedad
La depresión se manifiesta a través de síntomas como la tristeza persistente, fatiga y una disminución en el interés por las actividades diarias.
Tal y como explicó Marian Rojas Estapé en su entrevista en la radio con la periodista Nueves Herrero, «cuando el corazón pierde las ilusiones, se arruga el alma». En esta entrevista, Marian explica que «la depresión es perder la ilusión, cuando ya se apagan las ganas de vivir, se apagan las ganas de estar con las personas, cuando de repente te das cuenta que lo que te gustaba, ya te deja de gustar…»
Por otro lado, la ansiedad nos golpea con sentimientos de miedo, pánico e inquietud constante. Ahora bien, ¿sabías que el consumo regular de omega-3 podría ser un factor protector contra estos trastornos? Investigaciones recientes han señalado que quienes tienen una dieta rica en omega-3 presentan menor predisposición a padecer de depresión.
Además, en casos de personas ya diagnosticadas, se ha observado una mejora notable en sus síntomas tras el consumo de suplementos de omega-3. Entre los diferentes tipos de ácidos grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) destaca por su potencial terapéutico en el tratamiento de la depresión.
Favorece la salud cerebral durante el embarazo y los primeros años de vida
Para los bebés, el omega-3 es como la energía necesaria que ayuda en la construcción y el desarrollo de su cerebro. Las madres que consumen cantidades adecuadas de omega-3 durante el embarazo otorgan a sus hijos una serie de ventajas, tales como:
– Un impulso en su desarrollo cognitivo.
– Mejoras en la comunicación y habilidades sociales.
– Disminución en la aparición de problemas conductuales.
– Reduce el riesgo de retrasos en el desarrollo.
Omega-3 mejora la calidad del sueño
Dormir bien es la base de una salud y bienestar completo. La falta de un buen descanso nocturno se ha vinculado a una serie de problemas de salud, desde obesidad hasta depresión. Algunas investigaciones señalan que niveles insuficientes de omega-3 pueden estar asociados con trastornos del sueño en niños y apnea del sueño en adultos.
Además, estudios en animales han relacionado bajos niveles de DHA con niveles decrecientes de melatonina, la hormona que regula nuestro ciclo de sueño.
Omega-3 reduce la inflamación
Mientras que una respuesta inflamatoria a corto plazo es una defensa esencial del cuerpo contra infecciones y lesiones, la inflamación prolongada o crónica es otra historia. Si imaginas la inflamación como una alarma, lo ideal es que esta alarma deje de sonar una vez que el peligro ha pasado.
Sin embargo, en algunas situaciones, esta alarma sigue sonando innecesariamente, dando lugar a la inflamación crónica. Esta inflamación constante es un contribuyente oculto a numerosas enfermedades crónicas, desde cardiopatías hasta cáncer. Ahí es donde entran los ácidos grasos omega-3, que tienen el impresionante talento de calmar esta alarma, reduciendo moléculas y sustancias que alimentan la inflamación. De hecho, la literatura científica ha demostrado repetidamente que el omega-3 puede ser una herramienta eficaz en la lucha contra la inflamación persistente.
El Omega-3 puede mejorar la salud ocular
El DHA, uno de los ácidos grasos omega-3, no solo es esencial para nuestro cerebro, sino que también constituye una parte fundamental de la retina de nuestros ojos. Una deficiencia en DHA podría traducirse en problemas visuales. Pero, hay buenas noticias: el consumo adecuado de omega-3 se ha vinculado con un menor riesgo de sufrir degeneración macular, afección que se destaca como una de las principales causas de pérdida de vista a nivel mundial.
Mejora los factores de riesgo de cardiopatías
Las estadísticas son claras: los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares lideran las causas de muerte a nivel mundial. Sin embargo, un interesante hallazgo surgió cuando, hace décadas, se observó que comunidades con dietas ricas en pescado presentaban tasas sorprendentemente bajas de estas enfermedades. La clave detrás de esta observación está en el omega-3. A raíz de este descubrimiento, numerosos estudios se embarcaron en investigar el vínculo entre estos ácidos grasos y la salud cardiovascular, encontrando que:
Triglicéridos: El consumo de omega-3 puede conllevar a una notable reducción en los niveles de triglicéridos.
Colesterol HDL: Diversas investigaciones han indicado que el omega-3 podría elevar los niveles del llamado «colesterol bueno» o HDL.
Coágulos sanguíneos: Evitar la formación de coágulos perjudiciales es esencial, y se ha observado que los omega-3 pueden desempeñar un papel preventivo en este sentido al evitar que las plaquetas se aglutinen.
Inflamación: Los omega-3 intervienen modulando la respuesta inflamatoria del cuerpo, reduciendo la liberación de ciertas sustancias inflamatorias.
Por otro lado, respecto al colesterol LDL, conocido como «colesterol malo», hay un debate en curso. Mientras algunos estudios indican que los omega-3 podrían reducirlo, otros sugieren lo contrario. La investigación continúa para esclarecer estos hallazgos.
El Omega 3 reduce los síntomas del TDAH en los niños
El TDAH, caracterizado por síntomas como falta de atención, impulsividad y hiperactividad, es una preocupación creciente en la salud infantil. Lo intrigante es que algunos estudios han identificado niveles más bajos de omega-3 en niños con TDAH en comparación con aquellos sin el trastorno. Además, investigaciones sugieren que los suplementos de omega-3 podrían ser un aliado en la mejora de la atención, ejecución de tareas y en la disminución de la hiperactividad e impulsividad en estos pequeños.
Reduce los síntomas del síndrome metabólico
El síndrome metabólico no es una única enfermedad, sino una combinación preocupante de factores de riesgo como obesidad central (grasa abdominal), hipertensión, niveles elevados de triglicéridos, alto contenido de azúcar en sangre y bajos niveles de colesterol HDL. Más allá de ser un problema por sí mismo, el síndrome metabólico amplifica el riesgo de otras afecciones crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes. Aquí es donde el omega-3 podría entrar en juego, ofreciendo una posibilidad de alivio y prevención ante estos síntomas.
Omega-3 es un aliado para la salud mental
Nuestro cerebro es un órgano complejo y, como tal, es susceptible a una variedad de trastornos. Sorprendentemente, se ha observado que personas con ciertos trastornos psiquiátricos tienen niveles más bajos de omega-3 en su sistema. Y aún más interesante es que los suplementos de omega-3 han mostrado potencial para moderar comportamientos violentos y mejorar síntomas en condiciones como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Mientras que la causa y el efecto aún se están investigando, es evidente que el omega-3 juega un papel en la salud mental.
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