Si te gustan las personas tóxicas, curiosamente es más habitual de lo que piensas. Y aunque a largo plazo no te hace ningún bien, hay motivos que te enganchan a seguir ese patrón. ¡Te los cuentan estos psicólogos!
La adrenalina y la excitación de estar con una persona que no nos conviene, muchas veces nos gusta más que un caramelo a un niño. Esa toxicidad, el tira y afloja constante, el “me quiere, no me quiere”. Se puede aplicar a todos los aspectos de nuestra vida, desde las relaciones de pareja, los amigos falsos hasta los jefes abusivos. ¿Somos un imán para las personas tóxicas? ¿Por qué nos atraen si sabemos que no son buenas? ¿Acaso el rollo del chico o la chica mala no pasa de moda? ¿El apego seguro y el amor sano nos parecen demasiado “vainilla”? Aquí, los expertos en comportamiento y relaciones tienen las respuestas de este fenómeno aparentemente ilógico.
¿Por qué atraigo personas tóxicas?
Para empezar, es interesante entender que “no hay personas tóxicas per se, sino que es tóxico el efecto que producen en nosotros”, explica la Doctora Marian Rojas Estapé. Son personas que tenemos en nuestro pasado o presente y que hacen que nos suba el cortisol, como si nos intoxicaran. “Lo que ha sucedido es que en algún momento de la vida nos han fallado, nos han humillado, no han estado a la altura de lo que nosotros queríamos, no han cumplido nuestras expectativas. O son personas que nos han traicionado, que no nos quieren como querríamos que nos quisieran, o no nos tratan como querríamos que nos trataran”, dice la experta.
Por eso, si sientes que eres propenso a atraer a este tipo de perfiles, quizás haya ciertas características de tu personalidad que fomentan dichas dinámicas. “No son rasgos personales que necesariamente tengan que ser malos, pero sí pueden cegarte”, explica Ramani Durvasula, Doctora en Psicología clínica y una de las mayores expertas en el comportamiento narcisista. “Mucha gente se enfada consigo misma por estar en relaciones tóxicas, pero cuando lo trabajamos en terapia vemos que la razón de que estos individuos se queden en sus vidas es precisamente por estas cualidades que nos hacen más fáciles de manipular”.
“Nos implicamos en más de un 90% en las relaciones disfuncionales y dejamos el resto para las personas realmente buenas de nuestra vida”
Dra. Ramani Durvasula.
¿Qué cualidades atraen a las personas tóxicas?
Es muy importante entender cuáles pueden ser estos rasgos que nos hacen potencialmente vulnerables a los juegos psicológicos de una persona tóxica:
- Tiendes a perdonarlo todo. Sueles sentir la necesidad de actuar como un salvador y rescatar a las personas, pasando por alto tu propio valor.
- Eres una persona esponja. Aunque a priori es una cualidad buenísima, cuando tienes hiperempatía y das más por los demás hasta el punto de descuidarte a ti mismo, puede ser un riesgo más que una ventaja.
- Partes de un entorno que normaliza las conductas tóxicas. Si vienes de un sistema familiar que ha normalizado, por ejemplo, el narcisismo, tus referentes o cimientos ya son inestables de entrada.
- Eres muy bueno dando segundas oportunidades. Esto estimula la toxicidad y los malos hábitos ya que siempre pones excusas como “tiene buenas intenciones”, “no lo decía en serio”, “es simplemente su naturaleza”.
- Sientes que no eres suficiente. Has ido teniendo un “adoctrinamiento gradual” que te ha hecho sentir herido por su falta de afecto, sus rabietas o sus sentimientos de superioridad”.
“En las manos equivocadas, el perdón y la esperanza se interpretan como una forma de mantener ese status quo” en el que tú siempre perdonas y la otra persona se sale continuamente con la suya, dice Durvasula.
¿Por qué a la gente le gustan las personas tóxicas?
Cierta paradoja humana hace que nos atraigan las personas tóxicas, los bad boys o aquellos con apego evitativo. Y es que se nos activa esta idea de ‘si no me quiere, debe ser mejor que yo’. “Cuando alguien te rechaza, tiene más poder que tú. Y para recuperarlo, quieres que se interese por ti. En lugar de tener una mentalidad saludable y querer que la persona que eliges, también te elija”, explica Logan Ury, psicóloga de Harvard y experta en comportamiento.
De hecho, hay un estudio realizado con palomas del psicólogo Burrhus Frederic Skinner, que explica muy bien por qué nos gustan las personas tóxicas. Pusieron a una paloma en una jaula y cada vez que presionaba una palanca, obtenía comida. A esto lo llamaron “programa de recompensa”. Luego, estaba la segunda paloma, que estaba en la misma situación, solo que, con el tiempo, la palanca a veces activaba la comida y a veces no. A esto se le conocía como “programa de recompensa parcial”.
Lo que descubrieron es que cuando le quitaron la comida a la primera paloma, presionó la palanca unas cuantas veces hasta que lo dejó estar. Mientras que la segunda siguió presionando hasta que colapsó de fatiga. “Se debe a que el programa de recompensa parcial es muy adictivo y así es cómo funcionan las máquinas tragaperras”, explica Ury. Como a veces obtienes una recompensa y otras veces no, vas a querer seguir intentándolo. Y eso es exactamente lo que pasa con las personas tóxicas. “Te prestan atención, luego dejan de hacerlo y luego vuelven”. Y así nos enganchamos. Porque a veces nos tratan bien y otras mal, pero nunca sabes si una de esas veces volverá a tratarte bien. “Estamos atrapados en ese ciclo y por eso para nuestros cerebros esta dinámica se vuelve emocionante”.
¿Por qué no puedo dejar una relación tóxica?
Walter Riso, Doctor en Psicología y especializado en terapia cognitiva, cuenta que a veces nos gustan o nos sentimos atraídos hacia personas tóxicas y que no nos convienen, porque no hemos tenido referentes de amor o de parejas sanas en la infancia. Y si insistimos tanto en estar con un vínculo que no nos hace feliz, quizás puede ser por determinados factores que estamos pasando por alto.
- Tienes miedo a quedarte solo. Sientes que si te revelas contra la otra persona y le pones límites, se lo tomará en serio y se irá. El miedo anticipatorio de no saber qué puede pasar te aterra.
- En tu mente hay una expectativa de cambio. Soportas dinámicas tóxicas porque crees que las cosas pueden salir bien si esa persona cambia. Muchas veces incluso te pedirá tiempo y te dirá que lo hará. Pero nunca hay hechos, solo palabras.
- Tu autoestima te juega malas pasadas. Esta se relaciona con la primera y es que tener baja autoestima es jugar con desventaja en la liga del amor. Si piensas que nadie más te va a querer, terminarás por quedarte en esa mala relación.
¿Por qué me rodeo de personas tóxicas?
La Doctora Rojas explica que los seres humanos tendemos a detectar el modo alerta mucho antes de que seamos conscientes de ello. “Ese inconsciente proviene de tu infancia, de tu historia, de lo que te gusta, de lo que no te gusta. Y sucede también con las personas”. La experta cuenta que, al final, todos tenemos heridas emocionales que hacen que ciertas personas, gestos o miradas nos hagan sentir cómodos o totalmente lo contrario. Hay personas que nos atraen por su forma de ser. En cambio, hay otras que por una mirada o un comentario, hacen que queramos alejarnos. Pero algo interesante es que, aunque nuestro organismo detecte esta alerta o determinada red flag, aún así tendemos a acercarnos a ciertos patrones.
“Todos tenemos en la infancia cosas que valoramos como positivas porque lo conocido en casa siempre es bueno. Pero cuando nos vamos haciendo mayores, nos vamos dando cuenta que algunas de estas cosas son negativas, nos perjudican, no sacan lo mejor que llevamos dentro o incluso son profundamente tóxicas”, dice Rojas. Y lo que ocurre aquí es que a veces no hemos hecho un trabajo para superar eso y entonces repetimos esas dinámicas.
Nos vinculamos a personas que no nos convienen y tenemos relaciones demasiado complejas porque todo aquello que vivimos en nuestra infancia no lo tenemos bien sanado.
Dra. Marian Rojas Estapé
¿Por qué me atraen las personas equivocadas?
El Dr. Riso añade que si nos gustan las personas tóxicas y soportamos relaciones insoportables básicamente es porque “hemos tenido modelos de aprendizaje social inadecuados que nos enseñan un concepto del amor romántico que no existe”. Y son precisamente esos mitos, como el de las almas gemelas, los que nos llevan a una idea del amor que nos hace perder autonomía y libertad. Por eso, acabas adoptando ciertos rasgos o conductas que te hacen susceptible a esto.
- Eres una persona-mártir. Sientes que tienes la obligación de sacrificarte por los demás y asumes esa relación casi como un deber.
- La esperanza te paraliza. “Por eso, necesitas realismo, ver las cosas como son” y no estar siempre pensando que esa persona algún día cumplirá tus expectativas.
- Quizás piensas que el amor es incondicional. Tienes la creencia de que el amor romántico implica aguantar actitudes que no deberías. Porque “nuestra cultura nos ha enseñado que amar debe ser una entrega absoluta, pero el verdadero amor no está contaminado ni de apegos, ni de miedos”.
“Nos equivocamos en el amor porque creemos que es un sentimiento y no es mucho más que una matriz compleja”
Dr. Walter Riso.
¿Cómo gestionar a las personas tóxicas?
“Lo más importante es identificarlos”, aconseja Rojas. ¿Esa persona es tóxica individual o universal? Es decir, ¿solo es tóxico para ti o para todo el mundo? Porque muchas veces es una toxicidad que otras personas también detectan y suele ser porque vienen con heridas y problemas sin resolver. “Y cuando se topan con nosotros nos lo lanzan de golpe. No saben hacerlo de otra manera”. Pero cuando es un tóxico individual, significa que por alguna razón, esa persona te afecta solo a ti. Por supuesto, aquí no existe una única solución, pero hay pequeños tips que puedes ir poniendo en práctica:
- Evita el trato. Piensa si puedes gestionarlo o si es mejor distanciarte, porque tratar con este tipo de perfiles genera mucho desgaste “y puede ser el germen de enfermedades físicas y psicológicas”, asegura la experta. Así que aléjate o reduce los encuentros al máximo.
- Investiga las raíces del problema. Si son personas con las que tienes que lidiar sí o sí, entiende por qué te alteran tanto. Intenta ir al origen de su forma de actuar para que así tu cortisol se eleve menos.
- Encuentra tu persona vitamina. Es recomendable tener cerca a personas buenas, con intenciones sanas y que nos ayuden a seguir creciendo. Y más si somos conscientes de que tenemos una tendencia a que nos gusten las personas tóxicas.
En todo momento debemos entender que “una buena relación no puede existir sin libertad. Porque la experiencia afectiva plena ocurre cuando dos egos se entrelazan con ternura”, explica el Dr. Riso. Al final, si te gustan o te sientes atraído por personas tóxicas, hay un trabajo interior que debes hacer para intentar romper con el patrón y buscar un vínculo que valga la pena.