Descubriendo el Gaslighting: Cómo Identificar y Desenmascarar el Juego Mental que Pone en Riesgo tus Relaciones y Bienestar
Alguna vez has sentido que alguien trataba de manipularte psicológicamente? ¿Te ha hecho dudar de tus ideas, pensamientos e incluso de la realidad? Si es así, es muy posible que estés ante un caso de gaslighting, un término que se ha popularizado en gran parte a la película Gaslight (1944), donde se narra la manipulación a la que un hombre somete a su mujer, hasta el punto de hacerla pensar que se ha vuelto loca y así poder robarle su fortuna escondida.
Este tipo de manipulaciones se observan especialmente en relaciones con personas narcisistas. Pero no necesariamente el narcisismo es una señal evidente, y menos si estamos en una relación de pareja con la venda en los ojos.
Algunas personas utilizan el gaslighting como técnica para relacionarse, resulta una forma un tanto abusiva de intentar conectar con otra persona. Esta gente hace que de alguna forma su criterio quede por encima del de los demás, ensalzándolo. Cuando una persona domina este tipo de técnica, probablemente consiga que los demás hagan lo que él o ella quiere, ya sea en la familia, en las amistades o en la pareja.
¿QUÉ ES EL GASLIGHTING?
El gaslighting es una técnica también conocida como luz de gas y consiste en hacer que una persona intente dudar de su propia percepción, de su memoria o de sus capacidades mentales en un momento determinado. Cuando sufres gaslighting están poniendo en tela de juicio lo que has dicho, lo que has hecho o lo que has pensado.
Esta técnica de manipulación hace que dudes de lo que es primordial para ti y por consecuencia obedezcas o priorices la opinión de la otra persona, con lo cual probablemente te fíes más de lo que piensa la persona que te está haciendo gaslighting que de tu propia opinión. Abel Domínguez, psicólogo sanitario, explica que “es una forma de hacerte dudar de tus capacidades y quizá de ensalzar las capacidades de quien te lo está haciendo”.
El gaslighting o luz de gas es un tipo de violencia psicológica casi imperceptible para la víctima que lo sufre pero que tiene efectos muy negativos en su identidad, en la percepción de la seguridad en sí mismo/a, en su autoestima, etc. Este mecanismo se basa en que la persona agresora hace dudar continuamente a la víctima de su percepción y cordura.
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL GASLIGHTING?
El gaslighting se puede producir por dos motivos; por una parte, la persona que hace luz de gas no se está dando cuenta porque o bien tiene problemas de memoria a corto plazo o bien algún trastorno neurológico. De esta forma, la persona no recuerda las cosas que le estás diciendo y más tarde actúa en base a sus propios pensamientos en vez de a lo que le has dicho.
Por otra parte, y según los expertos la más preocupante, es cuando una persona hace gaslighting voluntariamente, te hace dudar de tus propias percepciones y propios recuerdos a propósito, seguramente, con algún interés que le beneficie a él o a ella. Estos actos pueden desembocar en sintomatología ansiosa, confusión e incluso en procesos depresivos.
Beatriz Carrero, psicóloga experta en ansiedad y gestión emocional, explica que “es posible que una persona haya sufrido este tipo de abuso en su ámbito familiar y copie este patrón con su pareja o con personas de su círculo cuando se siente intimidada o le hace daño una situación”.
Este tipo de comportamientos no aparecen dentro de una relación sana, sino que se dan con más frecuencia dentro de las relaciones narcisistas y complacientes. Silvia Alonso, psicóloga general sanitaria, asegura “una persona segura de sí misma, con un autoconcepto positivo y una percepción del mundo positiva no se vería envuelta en estas dinámicas. El problema aparece cuando la persona viene con heridas de la infancia que no han sanado y se cruza con estas personas abusadoras que utilizan entre otras dinámicas el gaslighting”.
Además, continúa diciendo que en estos casos la víctima lo normaliza porque ya ha sufrido abusos psicológicos anteriores. Cuando se llegan a dar cuenta ya están muy minimizados y no pueden salir por ellos mismos.
ETAPAS POR LAS QUE PASA UNA PERSONA QUE SUFRE GASLIGHTING
La psicóloga Beatriz Carrero asegura que no siempre se pueden concretar unas etapas determinadas, pero “lo que sí es común es que el inicio sea muy sutil y muy lentamente para que tenga más credibilidad en la víctima”. El siguiente paso que suele aparecer es que son personas muy consistentes en su versión, lo que poco a poco va minando a la otra persona haciendo que dude de sus percepciones, ya que no ve ningún atisbo de duda en la otra persona y eso hace que se genere duda en sí mismo/a.
CÓMO ACTUAR FRENTE AL GASLIGHTING
La manera de actuar frente a situaciones de gaslighting dependerá del punto en el que se encuentre la relación, la psicóloga Silvia Alonso nos ofrece unas pautas para enfrentarnos a esta situación si hace poco que sufrimos luz de gas:
- Confiar en nuestra intuición, en lo creemos y en lo que sentimos.
- Si se puede tomar distancia con la persona que te lo está haciendo, hazlo, limita las ocasiones que la ves.
- Echa la vista atrás y examina en que otras áreas puede estar afectándote esta relación.
- No dejes tu entorno social. Es más, aumenta la frecuencia y el tiempo que pasas con tus seres queridos.
- Si crees que necesitas ayuda, no lo dudes y acude a un profesional para coger las fuerzas necesarias para poner límites y alejarte.
Si por el contrario nos encontramos muy metidos en la relación cuando nos damos cuenta, probablemente no podamos tomar distancia por nosotros mismos, ya que nuestra confianza habrá disminuido. En este caso es imprescindible acudir a un profesional de la psicología para ayudarnos a poner límites y salir de esta relación.
¿QUÉ TIPO DE PERSONA HACE GASLIGHTING?
El perfil de una persona que hace gaslighting, ya sea a su pareja, amigos o familiares, es de manipulador. “Son personas que acuden al chantaje emocional, que intentan convencer siempre, ganar las discusiones, que tú opines lo mismo que ellos, y, además, presentan sus opiniones como si fuesen la verdad absoluta”, asegura el psicólogo sanitario Abel Domínguez.
Todas estas acciones nos dan una pista del perfil de personas que tenemos al lado y de que nos pueden estar haciendo luz de gas. Los expertos concluyen que, si te encuentras ante una persona manipuladora y un tanto tóxica lo más recomendable es o bien hablarlo directamente con ella, en el caso de que nos veamos obligados a relacionarnos con ella, o bien a ponerla fuera de nuestras vidas.
Aunque como hemos explicado, lo normal es asociar el gaslighting con a un perfil manipulador y narcisista, la psicóloga Beatriz Carrero, explica que “otras personas pueden aprender este patrón en momento puntuales de vulnerabilidad o miedo, recurriendo a esta estrategia de forma más consciente. Puede ser una persona de cualquier edad y condición, desde tu abuela, hasta tu pareja, tu hija o tu vecina”.
CÓMO SABER SI ME ESTÁN HACIENDO GASLIGHTING
Abel Domínguez explica que “puedes saber que una persona te está haciendo gaslighting si antes eras una persona más o menos segura de tus capacidades y de repente empiezas a dudar de ellas, dudas de todo lo que piensas, de todo lo que opinas y de todo lo que dices”. Para poder solucionarlo tienes que revisar el comportamiento de tus relaciones o quién está alrededor tuyo y qué tipo de mensaje te está dando, porque a lo mejor te están quitando la energía por esas acciones. De alguna forma te están drenando la seguridad a través de este tipo de técnicas y tú no te estás dando ni cuenta.
Otros expertos explican que otro momento en el que te hacen luz de gas es cuando te hacen creer que tienes un problema de salud que justifica “tus problemas de percepción”, es decir, que tienes problemas de memoria graves, que estás muy estresado y por eso vives las cosas tan “exageradamente” que tienes algún problema de salud mental porque estás loco o loca.
Cuando una persona te hace luz de gas sientes pánico y ansiedad cada vez que tienes que decirle algo a la otra persona que crees que no le va a gustar. Esto supondrá una disputa en la que te sentirás culpable a expresar lo que sientes y de “hacerle daño” con tus palabras. Todo esto es manipulación.
Sufrir gaslighting prolongadamente termina anulando tu identidad, porque te acostumbras a una situación en la que te cuestiones absolutamente todo de ti mismo. Sientes que ya no tienes criterio propio para saber qué te apetece o qué opinas de algo o de alguien.
Por último, algunos psicólogos explican que otra manera de saber que estás sufriendo gaslighting es cuando continuamente te están diciendo que eres demasiado intenso/a, hipersensible o dramático/a, de esta forma te hacen dudar tanto de tu percepción que acabas creyendo que realmente el problema eres tú y en cómo sientes las cosas que suceden.
El gaslighting puede aparecer en cualquier tipo de vínculo, no solo de pareja, sino también en los familiares, en la amistad, en las labores del trabajo, etc. El gaslighting se produce cuando te niegan la evidencia, es decir, te niegan lo que has visto con tus propios ojos, el que hayas dicho alguna cosa hace relativamente poco tiempo o cualquier otro hecho que se pueda demostrar.
Artículo publicado por Nuria Santos
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