Conocer qué es lo que una persona piensa no es cuestión de magia. Cuanto más experimentado, observador y curioso seas, más acertarás
Leer la mente de una persona no implica conocer exactamente lo que el otro está pensando, conlleva observar con detenimiento el comportamiento humano y concluir cómo son sus sentimientos, sus emociones o su estado mental. Esta cualidad te puede resultar muy útil no solo en el ámbito familiar o con tu pareja, saber “leer” los pensamientos de quien tienes enfrente puede ser muy práctico incluso en una entrevista de trabajo, durante una negociación con un cliente o hasta para comprar una casa.
Es importante tener en cuenta que no es posible leer la mente de otra persona de manera literal. Las personas no pueden transmitir sus pensamientos a otras personas ni pueden ser leídos como si fueran libros.
Si siempre has querido saber qué es lo que está pensando la persona que tienes enfrente, o si alguien te está diciendo la verdad o te está mintiendo, hay distintos trucos que puedes utilizar y que son muy efectivos. ¡Toma nota!
CÓMO LEER LA MENTE
EL CONTEXTO ES IMPORTANTE
Dependiendo de la situación en la que os encontréis, algunas ideas serán más probables que otras. Y aunque no lo sepas, ya tienes ciertas habilidades para saber predecir comportamientos o saber qué es lo que los demás piensan o pensarán.
La teoría de la mente es un recurso que se empieza a desarrollar a partir de los 3-4 años y que se refiere a la capacidad de atribuir pensamientos e intenciones a otras personas. Una vez desarrollada esta capacidad, podrás comprender y reflexionar sobre los estados mentales personales de quienes te rodean.
Según William Ickes, investigador de la Universidad de Texas, podemos “leer” hasta el 20% de la mente de un desconocido. En el caso de nuestros amigos o pareja podríamos llegar hasta el 35%. Hay personas que han llegado a desarrollar el 60% de esta capacidad a través de la puesta en práctica y el entrenamiento.
CONÓCETE
Es lo más importante y un aspecto fundamental que te ayudará en otros planos de tu vida. ¿Cómo vas a conocer a los demás si no te conoces a ti mismo? Es muy importante que sepas cómo te sientes en cada momento, cómo son tus emociones y tu estado interior. Cuanto más consciente eres de ti mismo, mejor podrás reconocer tu estado anímico. Por eso, también es importante saber cuál ha sido la causa de ese estado, ¿has sido tú o ha sido otro?
Las emociones positivas se transmiten mucho menos que las negativas. Las negativas resaltan mucho más y, por eso, se convierte en una forma de conocer cómo se siente la persona con la que estás hablando. Algo que puede ayudar a conocer mejor tu “mundo interior” es la meditación o el mindfulness. Y, lo más importante, nunca vas a saber qué piensa la otra persona si no llegas a interactuar con ella.
Así pues, el lenguaje corporal es una herramienta básica para averiguar qué nos quiere decir la otra persona.
La película «Ahora me ves» gira en torno a todas las posibilidades que existen en el maravilloso arte de los espectáculos mentales.
APRENDE A LEER LOS LABIOS
Fruncir levemente los labios: indica que la persona con la que estás hablando, no está de acuerdo con lo que dices. Cuanto más intenso sea, más oposición tendrá hacia lo que estás diciendo.
Morderse los labios: este gesto significa que la persona quiere decir algo pero que no se atreve. En ocasiones, suele ser porque creen que su comentario te ofenderá.
Presionar los labios: los labios se oscurecen, la boca se sella, y el labio superior e inferior se juntan. Tiene un significado parecido al de morderse los labios pero, un tanto más negativo. Quiere decirte algo, pero hace fuerza con los labios para evitar decirlo.
Conocer lo que tu entorno no se atreve a decir, te permitirá comunicarte de forma más efectiva. Una buena forma es cambiar el tono de los comentarios que crees que les pueden causar ansiedad: mejorar la empatía.
TRABAJA LA EMPATÍA
Si usas tu cerebro para pensar sobre el futuro, el pasado o tus problemas, no estás conectando con las emociones de las otras personas. Suprimes tu empatía, es decir, cómo tu mente lee las emociones de las otras personas. Y aunque no lo creas, tienes la capacidad.
Según Sara Konrath, de la Universidad de Michigan, los estudiantes universitarios de hoy muestran un 40 por ciento menos de empatía que en 1980 y 1990 y, aunque la empatía puede ser olvidada, cualquiera tiene la capacidad de desarrollarla e implementarla. Tu cerebro es empático; tienes neuronas llamadas «neuronas espejo» que se disparan cuando otra persona que observas realiza una acción. Además de ser sociales, estas neuronas también juegan un papel importante en la conexión de las emociones e intenciones de otras personas. Para incrementar tu empatía sigue estos pasos:
- Vive el momento: cuanto más tranquilo esté tu cerebro, más podrás escuchar tus propias emociones y las de los demás. La meditación es una buena práctica. Practica observar personas y circunstancias sin pensar en otras cosas.
- Mira y escucha: Puedes ver películas que cuentan historias dramáticas o humorísticas sobre personas. Centrarse en la vida de otra persona fortalece las conexiones cerebrales emocionales. Aún mejor es en el teatro. Pero la mejor manera es reunirse con un conocido, amigo o pariente y escucharlo cara a cara, sin ser molestado y totalmente concentrado.
- Pregúntate cómo te sientes: Practicar tu autoconciencia aumentará tu conciencia de los demás. Esto requiere que te preguntes cómo te sientes. Levántese 3-4 veces al día y pregúntese: ¿Cómo me siento? ¿Cómo me siento ahora? Además, identifica las partes de tu cuerpo donde sientes tus emociones. Por ejemplo, si tienes ansiedad o miedo, ¿dónde los sientes? ¿en el pecho? ¿brazos? ¿cuello?
- Pon a prueba tu intuición: Si estás hablando con alguien, cuéntale las emociones por las que estás pasando o trata de averiguar por lo que está pasando. Por ejemplo, si ves que tu amigo está animado, dile: “se te ve muy animado, ¿te ha ocurrido algo bueno eh?”. Siempre con tacto y mucho más si crees que está triste o desanimado.
Tratar de ponerse en el lugar de la otra persona y comprender sus perspectivas puede ayudar a entender mejor cómo se siente y qué piensa.
Comunicación efectiva
Hacer preguntas abiertas y escuchar atentamente a la otra persona puede ayudar a comprender sus pensamientos y sentimientos.
CONTACTO OCULAR
La vista es el sentido más importante en el ser humano. Tanta es la importancia de los ojos al interaccionar con otras personas, que según un estudio de la Universidad de Miami, el 43.4% de la atención que prestamos a otra persona, se centra en sus ojos. A partir de los ojos de una persona puedes inferir qué está pensando.
- Parpadear: las emociones hacia otra persona pueden alterar la frecuencia del parpadeo. Pestañear más de 6 a 10 veces por minuto, puede ser una señal de que esa persona se siente atraída hacia su interlocutor. Además, pestañear más puede indicar que la persona se siente nerviosa.
- Elevar las cejas: las personas elevan las cejas cuando quieren hacerse entender mejor. Señala también simpatía, empatía y deseo de llevarse bien con la otra persona.
- Entrecerrar los ojos: significa sospecho o incredulidad. Normalmente suele ser un gesto inconsciente.
- Dirección de la mirada: mirar a la izquierda indica que se está recordando algo, mientras que, el mirar a la derecha suele vincularse con la generación de imágenes o pensamientos, lo que algunos interpretan como mentira. CON LAS PERSONAS ZURDAS ES AL REVÉS.
Eckhard Hess descubrió en 1975 que las pupilas se dilatan cuando una persona está interesada en alguien. Cuanto más difícil sea la actividad mental que realicemos, más se dilatará la pupila. Sin embargo, si hay demasiada actividad mental, las pupilas se contraen.
OTRAS SEÑALES DE LENGUAJE NO VERBAL
El 93% de la efectividad de la comunicación humana está determinada por el lenguaje no verbal. Estos son algunos aspectos que puedes tener en cuenta sobre este tema:
- Tocarse la nariz y taparse la boca: según este signo, las personas tienden a taparse la boca y tocarse la nariz mientras mienten. Se podría deber a un aumento de adrenalina en los capilares de la nariz. Por otro lado, llevarse la mano a la boca es un acto del subconsciente para encubrir una mentira.
- Inquietud: cuando una persona busca algo a su alrededor o su cuerpo se mueve de manera inquieta, se plantea la hipótesis de que la ansiedad se crea al mentir. Se trata, básicamente, de observar si el comportamiento es diferente a como normalmente se comporta la persona.
- Hablar despacio: al mentir, la persona podría hacer pausas mientras habla para encontrar qué puede decir.
- Las piernas son las que más dejan entrever lo que pasa por la mente de alguien. Cuando dos personas hablan cara a cara, sus pies apuntan direcciones opuestas. En el momento en que una de ellas empieza a girar un pie hacia un lado, es una señal clara de que tiene intención de acabar con la conversación. Por el contrario, cuando una persona cruza las piernas es señal de que se encuentra a gusto y no tiene intención de moverse de donde está. Cruzar las piernas dificulta el salir huyendo, de ahí que sólo crucemos las piernas cuando nos sintamos seguros y no se perciba ninguna amenaza en el ambiente.
- La expresión se limita a la boca: cuando alguien finge una emoción (feliz, sorprendido, triste…), solo mueve la boca y no toda la cara (mandíbula, ojos, cejas, frente…)
- Micro-expresiones: son expresiones faciales prácticamente imperceptibles porque aparecen en una fracción de segundo. Algunas personas pueden detectarlos, aunque la mayoría no puede. En un mentiroso, las micro-expresiones serían una emoción estresante caracterizada por cejas levantadas y líneas de expresión en la frente.
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