Crear un proyecto de vida que realmente funcione requiere de visualización, determinación y adaptabilidad, guiándonos hacia la realización personal y la conquista de nuestros sueños.
En uno de sus famosos podcast, la reconocida psiquiatra Marián Rojas Estapé afirma que «el 90% de las personas no sabe por qué se levanta cada mañana». Si te estás preguntando cómo crear tu proyecto de vida, debes reflexionar sobre la importancia que tiene establecer propósitos claros. Si realmente aspiramos a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos, es fundamental definir y trazar las metas que nos guiarán en ese camino. Elaborar un proyecto de vida no es solo una herramienta para alcanzar logros; es una oportunidad para conocerte mejor y enfrentar el futuro con esperanza y entusiasmo.
La capacidad de razonar que poseemos como seres humanos no solo está ahí para que tomemos decisiones, sino también para que definamos nuestro propósito en el mundo. Establecer objetivos claros no solo nos da dirección, sino que también nos da pasión y sentido cada día.
Una clave esencial para alcanzar nuestra mejor versión es la determinación. Si realmente deseas hacer realidad tus sueños y objetivos, no esperes a que alguien más lo haga por ti; toma la iniciativa y actúa. Es probable que enfrentes desafíos y tropiezos en el camino, pero cada caída te brindará la oportunidad de levantarte con más resiliencia y fortaleza.
Cómo diseñar tu proyecto de vida
Diseñar un proyecto de vida significa renunciar a las recompensas inmediatas y a la gratificación momentánea. Quienes demuestran determinación y constancia en su proceso tienden a llegar más lejos que aquellos que, aunque inteligentes, están atrapados en el presente efímero. Además, según la reconocida psiquiatra Marian Rojas Estapé, poseer un plan de vida bien definido contribuye positivamente a nuestra salud mental y física.
Además, la pasión juega un papel crucial en nuestra búsqueda de plenitud. Sin una auténtica pasión por lo que hacemos, incluso los esfuerzos más titánicos pueden resultar en vano, dejándonos con una sensación de vacío. Por lo tanto, es esencial canalizar esa energía apasionada hacia tus metas.
Crear un proyecto de vida no está limitada por la edad ni por las circunstancias temporales. En realidad, cada momento de nuestra existencia es una oportunidad para reevaluar, ajustar o iniciar un plan que conduzca a una vida más plena y significativa. No es necesario ser joven para decidir trazar un camino hacia tus sueños y aspiraciones. Tanto en la juventud como en etapas más avanzadas, todos tenemos la capacidad y el derecho de buscar un cambio y una vida mejor. Lo esencial es reconocer que nunca es tarde para elegir la felicidad y trabajar en pro de ella.
Prepárate para reunir entusiasmo y fervor mientras te sumerges en esta guía de 7 pasos esenciales para diseñar el proyecto de vida perfecto:
¿En qué momento de tu vida te encuentras?
Si quieres cambiar tu vida, tienes que empezar por cambiar tú. Tu vida actual es resultado de tu carácter, tus acciones y tus decisiones. Según la psicóloga y experta en crecimiento personal, Alena Fayura, el rasgo de carácter más importante en el crecimiento personal es la conciencia.
En primer lugar, deberemos de analizar en qué momento de nuestra vida nos encontramos. ¿Qué necesito ahora mismo?, ¿Hacia dónde voy? Párate un momento y respóndete a estas preguntas, solo así podrás crear tu proyecto de vida.
La autoindagación es clave a la hora de introducir estos cambios en nuestra vida. Para saber en qué punto estamos es esencial que observemos qué metas estamos persiguiendo y si éstas realmente nos llenan. Puede pasar que, aunque aparentemente hayamos conseguido todo lo que se esperaba de nosotros, nos sintamos vacíos.
Estas dudas sobre nuestro propio sentido suelen aparecer en algún momento de la vida adulta. Es por ello que debemos de autobservarnos y llegar al núcleo de nuestra insatisfacción. Una vez seamos conscientes del punto vital en el que estamos, podremos poner en marcha nuestro proyecto de vida.
Visualiza cómo te gustaría verte en unos años
Es común que en las entrevistas de trabajo te pregunten: ¿dónde te ves en 5 o 10 años? Esta no es solo una pregunta retórica. Tener una visión clara del futuro demuestra seguridad y determinación, reflejando que eres alguien dispuesto a luchar por sus aspiraciones.
Reconoce y valora tus sueños. Es posible que a lo largo del tiempo hayas dejado de lado ciertos sueños debido a los desafíos que representaban. Sin embargo, cada decisión que tomas moldea tu destino. Si realmente anhelas algo, la técnica de visualización puede ser una herramienta poderosa para mantenerte enfocado y motivado.
Cultiva tu determinación hacia tu proyecto de vida. En ocasiones, durante el camino, podrías darte cuenta de que lo que perseguías inicialmente no es lo que realmente deseas. Pero lo hermoso de la vida es que siempre hay oportunidades para reevaluar y comenzar de nuevo si es necesario.
Ten claros cuáles son los valores
A la hora de marcarnos un proyecto de vida es importante que NUNCA olvidemos nuestros valores. El fin no justifica los medios; es decir, no podemos andar pisando a otros o tomar atajos ilícitos para conseguir nuestros objetivos.
Nuestro plan de vida tiene que ser acorde a nuestros valores. El éxito laboral, social o personal solo será posible si nos mantenemos fieles a nosotros mismos.
Ponte objetivos claros y alcanzables
Tal y como decía Séneca, “el que no tiene un plan es esclavo de lo inmediato y el actuar en cuanto a sus impulsos le hace manipulable”. Si no queremos caer en la debilidad, algo esencial de nuestro plan de vida será marcarnos metas claras y alcanzables.
Los objetivos pueden ser a corto, medio y largo plazo. No obstante, aunque un proyecto de vida esté más relacionado con metas a la larga, para cumplirlas es necesario pasar por otras más instantáneas. Pequeños propósitos conforman nuestro gran propósito.
Asimismo, para determinar estos objetivos lo más importante es que escuchemos la voz de nuestro corazón. La psicóloga y coach en crecimiento personal Alena Fayura hace hincapié en que los objetivos deben ser propios, no tiene sentido elegir objetivos basándonos en la experiencia o en los deseos de otras personas. Debemos de guiarnos por nuestros latidos y dejar atrás las opiniones ajenas.
Planifícate
Elabora un plan de acción tangible y realista. Tras definir tus aspiraciones, es hora de ponerte en marcha. Recuerda que las grandes realizaciones no suceden de un día para otro.
Establece plazos concretos. Tanto si prefieres hacerlo de forma escrita como si optas por tenerlo presente en tu mente, delimita los intervalos de tiempo en los que esperas alcanzar cada uno de tus objetivos. Esta estructuración no solo te brindará un sentido de progresión, sino que también te permitirá celebrar tus logros a medida que vayas avanzando en tu camino.
Fomenta el crecimiento personal
Para propulsar el crecimiento personal podemos recurrir a diferentes vías. Al plantearnos lo que queremos desarrollar en este proceso tenemos que tener presentes qué actitudes queremos alcanzar y qué frenos nos lo impiden.
La psicóloga y experta en liderazgo emocional, Laia Giménez, recomienda las estrategias de coaching para saber qué método puede resultar más efectivo en nuestro caso.Del mismo modo, considera que salir de nuestra zona de confort, practicando nuevas actividades que colaboren a la autobservación, pueden ser de gran ayuda.
Tener sesiones con un coach de crecimiento personal puede ayudarnos a enfocar nuestro proyecto. En muchos casos, estos expertos suelen analizar nuestro eneatipo o tipo de personalidad. A través de esta personalización, es más sencillo pasar a la acción y poner el foco en nuestras debilidades.
Evalúa y haz ajustes en base a los resultados
El proceso de crecimiento personal no tiene un tiempo concreto, ya que dependerá de los objetivos que te propongas y el ámbito al que pertenezcan. Lo que es evidente es que las personas que han experimentado un cambio considerable en su modo de ver la vida, son aquellos que han sido perseverantes y pacientes durante el proceso.
En muchas ocasiones, el autosabotaje y la búsqueda de gratificación inmediata nos hace retroceder varios pasos atrás en el camino de la realización personal. Sin embargo, siendo constantes las evidencias llegan.
Si queremos bajar de peso y nos hemos marcado los objetivos adecuados, lo conseguiremos. Si lo que quieres es ascender en tu trabajo y estás poniendo todo de tu parte, pero ese puesto aún no llega, no te desanimes. La frustración de no llegar a esa meta no puede hacer que tirar la toalla. Tal y como dice la coach emocional Giménez “no es tanto lo que hago, como desde dónde lo hago”. El logro es importante, pero no podemos reducirlo todo al triunfo. No corras y disfruta del trayecto, cuando llegues a la meta no habrá un premio esperándote. La verdadera recompensa eres tú mismo, tu felicidad y tu plenitud.
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