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¿Sientes que tienes “poca personalidad”? Esto es lo que recomiendan los expertos

Ryan Gosling como Ken en Barbie Movie Ryan Gosling como Ken en Barbie Movie
Escena de la película "Barbie" (2023)

Pensar que no tienes personalidad es un enfoque que está mal de partida y estos psicólogos te explican por qué.

Si te preguntas qué pasa si no tienes personalidad, el truco está más en la pregunta que en la respuesta. Y es que la personalidad es la forma que tenemos de reaccionar a contextos concretos y de comportarnos en determinadas situaciones. Tu personalidad es una combinación de dónde te sentabas en el colegio, con lo que haces cada mañana al despertarte. Cómo abres la puerta de tu casa o cómo reaccionas cuando alguien te interrumpe. Puede ir desde tu afán por exagerarlo todo hasta tu manera de relacionarte con alguien que es impuntual. Se va construyendo a lo largo de tu vida y si sientes que tienes poca personalidad, quizás haya que empezar por desmitificar conceptos. Te lo cuentan estos expertos.

¿Qué es la personalidad?

Para entender un poco más sobre este tema (para nada sencillo), el psicoterapeuta Franco Granthon pasa a explicar que “la personalidad es este conjunto de rasgos que uno tiene de nacimiento, combinado con otro tipo de cualidades que se van formando en el tiempo, se van manteniendo estables y que definen tu forma de afrontar la vida”. Vamos, que la personalidad es la combinación de factores genéticos y experiencias. Sería como englobar el temperamento (las características más innatas) y el carácter (nuestras cualidades y valores adquiridos) bajo un mismo paraguas.

La personalidad de Ken en Barbie Movie, interpretado por Gosling

El experto cuenta que el llamado estilo de atribución es parte de la personalidad y nos puede dar algunas pistas, sobre todo en la infancia, de las características de cada uno. “Hay gente que ante un fracaso, atribuye el problema a uno mismo. Sin embargo, hay otros que lo externalizan y culpan a los demás”. La personalidad se va formando desde antes incluso de nacer, explica Granthon. “Puede ser hereditaria pero no solo depende de la genética de tus padres sino que el aprendizaje que te han dado y tu propia observación del mundo también forman parte de ella”. 

¿Qué significa tener mucha personalidad?

“La personalidad es ese conjunto de contenidos mentales que nos hacen únicos: pensamientos, actitudes, comportamientos”, explica el psicólogo Guillermo Blázquez. Por tanto, como nos hace únicos, cuando decimos “tiene mucha personalidad” lo que queremos decir es que es alguien singular. “Y en este mundo tan gregario, siempre se valora mucho que alguien sea diferente, tanto para bien como para mal. Por eso, cuando alguien tiene “poca personalidad”, decimos que es una persona muy plana, sin aristas, sin matices”. El experto aclara que realmente no tiene mucho sentido decir esto “porque la personalidad siempre es única”. Por eso, en este punto es importante entender que lo que algunos definen como “falta de personalidad” es, en realidad, una manera incorrecta de categorizar a las personas. Y de hecho puede ser un tipo de personalidad en sí mismo. 

Ryan Gosling mostrando la personalidad de Ken en Barbie

El psicólogo Alfredo G. Gárate añade que la personalidad se suele estudiar desde 3 focos: “la biología, las experiencias que vamos teniendo y todo lo que nos va mediatizando desde pequeños”. De hecho, hay atributos de la personalidad que pueden tener todas las personas, por muy diferentes que sean. “Gordon Allport lo que hizo fue distinguir entre rasgos cardinales, centrales y secundarios”. Los cardinales son los más dominantes y suelen guiar las decisiones. Los centrales son los más importantes para definir la personalidad (amabilidad, introversión, emotividad, etc.). Y los secundarios cambian dependiendo del contexto y tienen que ver con gustos o preferencias. De ahí que haya personas con rasgos cardinales más marcados. O con mayor o menor presencia de rasgos centrales, que al final son los más representativos. Y es precisamente este “cóctel” de atributos el que se confunde con la “no personalidad”.  

¿Por qué no tengo mi propia personalidad?

Según el Dr. Alok Kanojia, “sentir que no tienes personalidad está relacionado con la baja autoestima”. Y esto da una visión desfavorable de uno mismo. Tiendes a ser muy autocrítico y te dejas atrapar por pensamientos negativos. En un estudio de la Dra. Jennifer Fayard, los encuestados describieron a las personas “sin personalidad” como aquellas que no destacan o no tienen opiniones o preferencias sólidas. “Una persona crece mental y físicamente cuando recibe atención a través del reconocimiento, la comprensión y la aceptación. Sin embargo, en muchos casos este deseo de aceptación va acompañado de un miedo a ser rechazado”, explica la psicoterapeuta Adele Wilde. “Cuando este miedo supera tu necesidad de atención, ocultas tu verdadero yo para no mostrar ese deseo de ser validado”. Lo que acaba pasando es que te conformas con lo que otras personas quieren y tu verdadera personalidad nunca emerge.

Ryan Gosling en Barbie haciendo de Ken con compañeros de reparto

A esto también se suma la odiosa presión de grupo que “existe en situaciones en las que hay un juicio objetivo”, cuenta el psicólogo Guillermo Orozco haciendo referencia a los descubrimientos de Asch. Por eso, para la mayoría de personas, el miedo a quedar en ridículo es muy grande y de ahí que imiten la conducta del resto. “Las actitudes se contagian y lo que puede empezar como algo individual, se vuelve social”. Todo esto se da por la necesidad de minimizar el desacuerdo entre lo que uno cree y lo que dicta la mayoría. Y con las redes sociales, la presión de grupo llega a su peak. “Los grupos son cada vez más grandes y la presión aumenta para que podamos sentirnos aceptados por nuestras creencias políticas, religiosas y sociales”. Y aunque la conformidad no es mala en esencia, hoy “el pensamiento crítico se vuelve imprescindible”.

¿Cómo es una persona con falta de personalidad?

Volvemos a lo mismo: ninguna persona tiene falta o exceso de personalidad, pero utilizar este término a la ligera, sobre todo socialmente, nos lleva a confundir conceptos. De ahí que en el estudio de la Dra. Fayard en el Journal of Research and Personality, más de la mitad de los encuestados describió a las personas que “no tienen personalidad” con palabras como insulso, aburrido o carente de carisma. Y a las personas con mucha personalidad se las relacionó con ser sociables, enérgicas y emocionalmente expresivas. Es muy fácil caer en etiquetas, pero lo más probable es que una persona con esa supuesta “falta de personalidad” simplemente se esté reprimiendo.

Gosling interpretando a un Ken con poca personalidad

Según la psicóloga María José Catalina, una persona que pasa por sentir que tiene falta de personalidad probablemente “necesita la aprobación de los demás y por eso hace siempre lo que le dicen”. No le gusta entrar en conflictos ni discusiones, quizás a veces no la toman en serio o incluso algunos perfiles de personas pueden aprovecharse o manipularla a su antojo. Pero realmente la mayoría de personas están influenciadas por su entorno y sentirse así es más habitual de lo que parece. “Además, tenemos derecho a cambiar todas las veces que queramos a lo largo de la vida”. A lo que Blázquez añade que “una personalidad sana se adapta al mundo y eso es clave”. Sin embargo, si la vida es una toma de decisiones continua y tú siempre las apoyas en terceros, “va a ser difícil que te desenvuelvas bien”. 

¿Qué pasa si tengo poca personalidad?

“El primer consejo es dejar de preguntar eso. Porque si piensas que no tienes personalidad y le preguntas a alguien qué hacer, es caer en el mismo círculo vicioso”, dice el psicólogo Jorge Bucay. “Además, nadie no tiene personalidad. No existe tal cosa. Lo que sí existe es alguien que no se anima a mostrarse”. Y ese miedo puede estar causado por muchos factores: lo que te dicen, tus experiencias o pensar que los demás te querrían más si no fueras como eres, dice el experto.

Ryan Gosling cantando I'm Just Ken

Por otro lado, la Dra. Catalina recomienda empezar a tomar decisiones por uno mismo. “Prueba lo que creas que te puede gustar, sin prisa y sin presionarte. Pasarte la vida descubriendo qué te gusta es más interesante que creer saberlo todo”. Al final, nuestras personalidades se deciden por nuestras emociones primarias y cuando no mostramos estas emociones, no permitimos que moldeen nuestra personalidad. “Al suprimir tus emociones estás suprimiendo tu autenticidad”, explica la investigadora y psicóloga Michaela Hiebler-Ragger. “Exprésate y permite que otros conecten contigo en un nivel más profundo”. 

Y por último, el Dr. Alok Kanojia aconseja pensar quién eres y por qué sientes lo que sientes. Pero hazlo por ti mismo. Sin opiniones ajenas. “Esto puede llevarte al autodescubrimiento y a entender cuáles son tus verdaderos valores fundamentales. Te puede ayudar a deshacerte de viejas creencias o incluso pensamientos tóxicos transmitidos por terceros”. Como explica el Dr. Seymour Epstein, “nuestro autoconcepto consiste en nuestro yo material (apariencia), yo intrapersonal (emociones) y yo interpersonal (cómo nos ven los demás). Y aprender sobre cada una de estas categorías puede ayudarte a aumentar la confianza en ti mismo cuando las dudas, como “qué pasa si no tengo personalidad”, se convierten en un obstáculo. 


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