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¿Eres demasiado cuadriculado? Estos son los trucos de los mejores psicólogos para ser más flexible contigo (y con los demás)

Tom Hanks interpretando a un personaje que quiere dejar de ser cuadriculado en A man called Otto Tom Hanks interpretando a un personaje que quiere dejar de ser cuadriculado en A man called Otto
Escena de "A man called Otto" (2022)

Dejar de ser tan rígido mentalmente es un proceso que requiere cierto esfuerzo por tu parte, y estos expertos te van a dar las claves para ponerlo en marcha.

Si la espontaneidad no es lo tuyo, eso de improvisar mejor que lo haga otro y para ti sí es todo “o blanco o negro”, definitivamente, eres un tío muy cuadriculado. Y como tener los pensamientos un poquito-bastante rígidos, cerrados y a veces inamovibles, no es plato de buen gusto (ni para ti mismo ni para los demás) va siendo un buen momento para aprender a soltar la situación. Sí, seguramente el let it go no sea tu lema, pero vivir atrapado entre las paredes de tu propia mente sin dejar que entren nuevas perspectivas tampoco es del todo productivo. Por eso, estos psicólogos expertos tienen alguna que otra recomendación para que no te estanques en tu crecimiento personal.

¿Qué significa que una persona sea cuadriculada? 

“Para una persona cuadriculada, cambiar los planes o que las cosas no salgan como había pensado puede generar ansiedad”, explica la psicóloga Patricia Ramírez. “La mente rígida lleva a las personas a no escuchar a los demás, a mantener posturas dicotómicas, de todo o nada. Pero la capacidad para adaptarnos, cambiar, evolucionar e improvisar, además de facilitar las relaciones personales, nos permite vivir una vida serena”. Por eso, la experta añade que la rigidez y la ausencia de flexibilidad mental lo que llevan es al sufrimiento propio y también ajeno

Tom Hanks interpretando al vecino gruñón Otto

“Esta actitud es la respuesta al miedo. Consiste en dar argumentos cuadrados, perfectamente estructurados, como mecanismo de defensa”, añade el psicólogo y sexólogo José Luis López Velarde. Y es una postura que puede aparecer como resultado de un trauma. “Nos volvemos rígidos y necesitamos las cosas de una manera determinada”, cuenta la Doctora Aimie Apigian. “Queremos las cosas de la manera correcta y si no sucede de esa manera, nos asustamos porque no sabemos si estaremos bien”. Lo que hacemos es protegernos con una coraza para que ninguna idea nos saque de nuestra zona de confort”. Realmente hay muchas razones para que una persona no pueda dejar de ser cuadriculada pero se cree que uno de los motivos es que los padres fueran rígidos con ellos desde la infancia, cuenta la psicóloga Sheila Robinson-Kiss. 

Como explica Daniel J. Siegel, uno de los neurocientíficos más importantes del mundo, “la flexibilidad mental es como un río que fluye entre dos orillas. En un lado tienes la orilla de la rigidez y en el otro, la del caos. Si tienes demasiada estructura, te quedas atrapado. Pero si tienes demasiada espontaneidad, caes en el caos. Por eso, lo que buscamos siempre es una cantidad saludable de ambas”.

¿Cómo dejar de ser tan cuadriculado o rígido?

La Dra. Robinson-Kiss explica que el hecho de vivir tan reglamentado hace que no puedas soltarte. “Hay cosas que tienes que forzar como un músculo. Y si trabajas ese músculo, se vuelve cada vez más fácil dejar de ser tan cuadriculado”. Y esto es algo que también puedes implementar mediante cambios en tu día a día. “Primero tienes que preguntarte: ¿este cambio es tan importante?, ¿esto que está sucediendo diferente a lo planificado será también importante dentro de 3 días, una semana o un mes? Si no es así, no le des importancia”, aconseja la psicóloga Patricia Ramírez. También es fundamental que empieces a escuchar, pero de verdad. “Esto no supone que tengas que cambiar tu opinión. Escuchar enriquece y ya luego decides si cambias o no”. 

Otto, un vecino muy cuadriculado y rígido, interpretado por Tom Hanks

Además, si quieres dejar de ser tan cerrado de mente, tienes que entender que cambiar no es perder. “Si ves que la opinión de otros puede ser más interesante que la tuya o que los cambios pueden ser enriquecedores por qué no los ibas a aceptar. No significa que tú pierdas, significa que sumas con las ideas de los demás”. Y es que “si defiendes tu opinión a rajatabla y eres inflexible, no podrás aprender” ni tampoco seguir avanzando personal ni profesionalmente. Y otro tip, que muchas veces pasamos por alto, sobre todo si eres de los que ama tener siempre la razón. “Sé generoso y cede alguna vez aunque no estés de acuerdo. No siempre puedes salir ganando. No cedas nunca con aquello que va en contra de tus valores pero sí con pequeñas cosas que pueden hacer felices a otras personas”, dice Ramírez.

¿Cómo ser más flexible con uno mismo?

“La flexibilidad mental es la capacidad de adaptar nuestras respuestas ante los entornos y las situaciones que están cambiando a nuestro alrededor”, empieza diciendo Chris Núñez, neuropsicólogo clínico. Por lo tanto, si comparamos a una persona que no puede dejar de ser mentalmente cuadriculada con una que es más flexible, veremos que esta última se basaría en su satisfacción vital para pensar en modificar o no su forma de hacer las cosas. “Si mis resultados no están siendo satisfactorios, necesito buscar una manera alternativa”. Y por eso precisamente ser flexible es tan difícil. “Si la respuesta que yo tengo para resolver los problemas siempre es la misma, va a ser complicado cambiarla”. Pero aquí el experto nos da algunos consejos que pueden servirte para mejorar.

Aprende a disfrutar del camino

Tom Hanks en A man called Otto

“Pensar en métodos alternativos consume mucha más energía. Requiere de la activación de estructuras cerebrales como la corteza prefrontal. Y cuando lo hacemos todo por inercia, prácticamente no activamos estas zonas de nuestro cerebro”. De hecho, según el experto, el ser tan cuadriculado puede estar relacionado con el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo. “Son personas que se dedican excesivamente al trabajo y a las que no les gusta delegar tareas”. De ahí que lo primero sea establecer metas de goce y no de triunfo. “Esa persona no disfruta del proceso, por eso es importante que se centre en la actividad y no tanto en que sea perfecta”. 

Vive nuevas experiencias 

Exponerse a nuevas experiencias es fundamental para que alguien deje de ser tan cuadriculado. Cuando estamos siempre en el día de la marmota, “nuestro cerebro lo hace todo en piloto automático”. Por eso, lo ideal sería salir a conocer mundo, viajar y abrirte a nuevos contextos. 

Pausa tus pensamientos negativos

Tom Hanks en la película El peor vecino del mundo, 2022

Algo que suele ser frecuente cuando uno intenta ser más flexible mentalmente es que nuestros propios pensamientos nos frenan. Por eso, Núñez propone la técnica de la parada del pensamiento. “Haz una lista de todas las cosas negativas que te pasan por la cabeza y concéntrate en ellas. Pero antes, pon una alarma que suene cada minuto”. Lo que va a pasar es que te vas a desconcentrar y no dejarás que ese hilo de pensamiento negativo siga fluyendo. “Esto te va a enseñar que cada vez que estés con esas rumiaciones, inmediatamente vas a estar condicionado a que suene la alarma”.  

Si quieres dejar de ser cuadriculado, cambia tu rutina

El vecino Otto, interpretado por Tom Hanks, intentando ser más flexible mentalmente

“Cuando tienes una rutina muy establecida y estructurada, lo que consigues es volverte una persona más rígida. Por eso, prueba a cambiar cosas sencillas, como la ruta al trabajo o tu forma de hacer ciertas actividades”. Así, tu cerebro estará más activo y tendrá esos pequeños retos. Recuerda que la creatividad no se logra haciendo las mismas cosas de la misma manera, sino a través de la modificación.

Haz brainstormings

Si quieres ser una persona menos cuadriculada, la flexibilidad te tiene que servir para resolver los problemas de una manera diferente. “Puedes empezar definiendo cuál es el problema que quieres solucionar y después enfocarte en una gran cantidad de ideas de cómo podrías enfrentarte a dicha situación”. Aquí no importa tanto la calidad sino la cantidad. Después, seleccionas tu top 3 de ideas, filtras, planeas y organizas cómo, gracias a ellas, puedes llegar a la solución más óptima. Y algo con lo que todos los expertos están de acuerdo: sí, claro que todo esto te va a llevar más tiempo. Pero, al final, dejar de ser tan cuadriculado cuesta trabajo y eso es a lo que queremos aspirar. 

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