La autoestima es el cimiento sobre el que construimos nuestras vidas. Sin embargo, a menudo no somos conscientes de cómo nos valoramos a nosotros mismos y de cómo esta valoración afecta directamente a nuestras acciones y decisiones diarias. Es fundamental entender que la baja autoestima no es un defecto de carácter, sino más bien un signo de que necesitamos prestar más atención a nuestro bienestar emocional. Al comprender y reconocer estas señales, podrás empezar a tomar medidas para mejorar tu autoestima y vivir una vida más plena y satisfactoria.
Tal y como nos explica la psicóloga Ani Pavia, la autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, es decir, la forma en la que nos vemos. Según Ani, existen dos aspectos que debemos tener en cuenta sobre la autoestima: la capacidad que siento que tengo en los diferentes aspectos de mi vida y las cosas que creo que merezco.
La autoestima es una variable: los acontecimientos que tienen lugar en nuestro día a día influyen en la forma en la que nos valoramos. Un ejemplo perfecto para entender esto es el que nos pone la psicóloga Ani: “si alguien te gusta y te atreves a dar el paso de decirle que te gusta, tu autoestima será diferente si te rechaza o te corresponde esa persona.” En general, las etiquetas y pensamientos rígidos como “no soy capaz” o “no merezco ser feliz” son los que Ani afirma como señales de que existe un problema en cuanto al autoestima.
Pero… ¿cuál es el origen de la baja autoestima? ¿De dónde vienen todas estas emociones negativas y el sentimiento de auto rechazo? Según la psicóloga Ani Pavia, entre las causas más comunes se encuentran las opiniones negativas de los demás hacia nosotros, haber estado en una relación de abuso, ya sea en pareja o con algún miembro familiar, haber sufrido bullying, haber fracasado en algún aspecto de nuestra vida, por mínimo que sea, sufrir algún tipo de rechazo… Todo esto provoca que nos percibamos como personas menos válidas, fracasadas o incapaces de lograr aquello que nos proponemos. Incluso puede llegar a provocar que no nos esforcemos en realizar algo que queremos conseguir por miedo a fracasar.
Si te cuesta identificar esos pensamientos relacionados con la autoestima baja, aquí te dejamos 10 señales de que existe un problema en cuanto a cómo te ves a ti mismo:
Sientes miedo de forma recurrente
La baja autoestima puede manifestarse como un miedo persistente y recurrente en diferentes situaciones. Este miedo puede ser a no ser lo suficientemente bueno, a ser juzgado, a ser rechazado, etc. El miedo es una reacción normal a ciertas situaciones, pero cuando es constante y recurrente, podría ser un indicativo de baja autoestima.
Sientes que no mereces las cosas buenas de la vida
Las personas con baja autoestima acostumbran sentir que no merecen las cosas buenas que les suceden. Tienen dificultades para aceptar elogios o disfrutar de sus logros, y se sienten incómodas cuando las cosas van bien porque piensan que no lo merecen.
Tienes complejo o sentimiento de inferioridad
La baja autoestima hace que las personas vean a los demás como superiores a ellos. Suelen sentirse inferiores y creer que nunca podrán alcanzar el nivel de éxito, felicidad o realización que ven en los demás.
Crees que las cosas buenas que te pasan son “suerte” y las malas “tu culpa”
Atribuir nuestros logros a causas externas o a la suerte y los fracasos a nuestras acciones personales. Este es un fenómeno conocido como sesgo de atribución negativo, donde las personas con baja autoestima tienden a atribuir sus logros a la suerte o a factores externos, y sus fracasos a sus propias acciones o falta de habilidades.
Eres demasiado exigente contigo mismo
Tener una auto exigencia exagerada es el principal motivo que nos frena a la hora de evolucionar por miedo a fracasar. Las personas con baja autoestima pueden establecer estándares irrazonablemente altos para sí mismas y temer el fracaso. Esta autoexigencia exagerada puede frenar su evolución y crecimiento personal, ya que el miedo al fracaso les impide asumir riesgos o intentar nuevas cosas.
Necesitas siempre la aprobación de los demás
Las personas con baja autoestima a menudo buscan la aprobación y la validación de los demás. Sienten que su valor depende de lo que los demás piensen de ellos, en lugar de basarse en su auto-percepción y auto-aceptación.
No te sientes atractivo
Como norma general, si no te sientes atractivo y no te gustas (independientemente de que todos tenemos malos días, pero en este caso nos referimos a una creencia que se mantiene en el tiempo) es un claro indicador de que tienes baja el autoestima. La baja autoestima hace que las personas se vean a sí mismas de manera negativa, lo que incluye percibirse como poco atractivas. Esto va más allá de tener “días malos”, y es una creencia persistente que puede afectar seriamente la autoimagen de una persona.
No reconoces tus cualidades
No felicitarse por las cualidades personales, o ni siquiera verlas nunca. Las personas con baja autoestima pueden tener dificultades para reconocer y apreciar sus propias cualidades y habilidades. Incluso cuando se les señalan sus fortalezas, pueden descartarlas o minimizar su importancia.
Solo te centras en tus debilidades
Las personas con baja autoestima a menudo se enfocan en sus debilidades y defectos, ignorando o minimizando sus fortalezas. Este enfoque excesivo en lo negativo puede reforzar la baja autoestima y perpetuar un ciclo de auto-castigo y auto-crítica.
Tienes pensamientos limitantes
La baja autoestima puede llevar a las personas a no esforzarse por conseguir lo que quieren porque creen que no lo lograrán. Esta autoderrota puede mantener a las personas en un estado de inacción y prevenir que logren sus metas y aspiraciones.
¿Cómo mejorar la autoestima día a día?
Ani Pavia nos proporciona una serie de consejos que debemos aplicar en nuestro día a día para trabajar nuestra autoestima:
Aficiónate a algún deporte…¡el que sea!
Cada vez hay más estudios que demuestran que practicar deporte regularmente (y especialmente los deportes de alta intensidad) tiene un impacto directo en la forma en que nos percibimos y nos tratamos. Al hacer deporte, activamos unas zonas del cerebro capaces de deshacer nudos mentales, nos motivamos a mejorar y nos sentimos mejor.
Renuncia a la idea de que tu valor solo se mide por tus logros personales
Tu valor va más que tus logros y tus virtudes. Debes crear el pensamiento de que todos somos personas valiosas por el simple hecho de existir, porque somos únicos. No todas las personas sabrán ver nuestro valor. Y eso está bien porque, aunque parezca que no, eso hace que conectemos con aquellas personas que sí que saben valorar nuestra singularidad y nuestra forma de ser.
Evita las etiquetas
“No te etiquetes como una mala persona, como un fracaso o como una persona incapaz de hacer las cosas bien. Los extremos nunca son realistas.”
Si quieres etiquetar algo, etiqueta tus conductas, pero nunca a tu persona, manifiesta la psicóloga.
Reconoce tus cualidades y valora tus virtudes
“Cuando estamos sumidos en una espiral de pensamientos negativos, nuestros puntos fuertes y nuestras virtudes es lo primero que olvidamos. No olvides que eres una persona capaz de lograr muchas cosas. Tampoco subestimes tu capacidad de superar los problemas y obstáculos que se te presentan.”
Ani, en terapia, menciona que “trabajar la autoestima no es algo que sea muy beneficioso, pues esta depende de nuestros logros y de percibirnos capaces y merecedores”. Por eso, lo que ella hace es trabajar con el concepto de <>. “Esto quiere decir que separo mi valor como persona de todos los logros y fracasos. Trabajamos la idea de que nuestro valor está en el simple hecho de existir y de ser nosotros, porque somos seres únicos.”
Con este concepto, buscar guiar a las personas a percibirse como personas valiosas a pesar de no alcanzar sus objetivos personales o de haber sido rechazados en algún momento de su vida.
Debemos aceptar nuestros fallos, nuestros defectos y nuestros fracasos. Somos personas, y como tal, no somos perfectos. Somos las únicas personas que estaremos con nosotros mismos toda la vida, por lo que es importante hacer de nuestra convivencia personal un lugar agradable y de bienestar. No olvides que puedes acudir a terapia para trabajar correctamente tus problemas de autoestima y mejorar tu relación contigo mismo.
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