El entorno laboral no siempre tiene que ser absolutamente serio y estricto, y también puede haber un espacio para la diversión. Tanto si os interesa fomentar el compañerismo como si queréis entreteneros en los ratos libres, existen numerosos juegos que podéis realizar entre todos.
Todos tenemos claro que, cuando vamos a la oficina, nuestro principal objetivo es cumplir con los objetivos que nos mandan. No obstante, y aunque la profesionalidad siempre deba ser lo primero, también puede haber espacio para el ocio. Y no solo en los ratos libres, sino también en reuniones o eventos especiales, o a modo de herramienta para mejorar las relaciones entre compañeros.
Introducir pequeñas actividades sencillas y divertidas para ocasiones especiales puede ser una excelente forma de motivar a los trabajadores. Asimismo, algunas de estas dinámicas pueden incorporar elementos de trabajo en equipo, capacidad de atención y otras habilidades imprescindibles. Combinándolas adecuadamente, podréis entreteneros en la oficina mientras ejercitáis la mente.
Con el fin de que todo el mundo pueda participar, conviene recurrir a juegos que requieran una cantidad mínima de material. No obstante, también se puede recurrir a elementos externos sencillos y poco costosos. Si es necesario adquirirlos, podéis poneros de acuerdo para abonar dinero conjuntamente, o designar a una persona distinta cada vez que haya que comprar.
Ten en cuenta que, antes de poner en práctica cualquiera de estas ideas, conviene consultarlo con tus superiores. En el caso de que se muestren receptivos, podéis elaborar un horario en el que incluir estos pequeños entretenimientos, y animar a todos los presentes a participar. Así que, si te interesa crear un ambiente más distendido en tu lugar de trabajo, no te pierdas los mejores juegos para hacer en la oficina
Juegos para fomentar el espíritu de equipo
Estas actividades no solo os harán pasar un buen rato, sino que favorecerán el compañerismo y una relación más cordial entre los trabajadores. Podéis incluso utilizar estos juegos como herramienta para potenciar las capacidades de comunicación y negociación.
Dibujar espalda contra espalda
Para esta actividad, los presentes se dividirán en grupos de dos personas, y cada uno debe sentarse a espaldas del otro. Uno de los jugadores cuenta con una imagen de cualquier tipo elegida previamente, mientras que el otro dispondrá de lápiz y papel.
El juego consiste en describir la imagen lo más detalladamente posible, pero sin revelar qué representa. Mientras, el dibujante debe plasmar esa descripción en el papel mientras trata de averiguar de qué se trata. Para aumentar el interés, puede establecerse un límite de tiempo para averiguar la naturaleza de esa imagen.
El puzle de las negociaciones
En este caso habrá que formar equipos más grandes, idealmente de 4 o 5 personas. Siempre que sea posible, procurad que todos los grupos tengan la misma cantidad de miembros. Cada uno tendrá un puzle con el mismo nivel de dificultad, preferiblemente media, aunque podéis optar por la difícil si os atrevéis.
Para complicar las cosas, todos los equipos tendrán algunas piezas correspondientes a otro de los grupos. El objetivo, además de completar el rompecabezas, será localizar esas piezas y recuperarlas como sea, pudiendo incluso intercambiar miembros del equipo.
Asimismo, y dependiendo de la dificultad del puzle, estableced un límite de tiempo para motivar a los jugadores a investigar y negociar. Con este juego, no solo pasaréis un buen rato, sino que os ayudará a desarrollar la atención y la capacidad de elaborar estrategias.
Juegos para ratos libres
Estas actividades de carácter más distendido son ideales para los ratos de descanso, con el fin de desconectar un poco de la rutina. No obstante, requieren algo de planificación previa, ya que será necesario traer algunos elementos de casa.
Batalla de bandas
Elegid varias bandas de rock y algunas de sus canciones más célebres. A continuación, cread equipos con el mismo número de miembros que estas agrupaciones y asignad a cada uno de ellos un tema musical. El juego consiste en tratar de imitar al grupo que os haya tocado mientras suena la canción correspondiente.
En principio, podéis limitaros a hacer playback y fingir que tocáis los instrumentos. No obstante, si os animáis, no hay límites para la creatividad. Podéis improvisar la vestimenta, construir instrumentos caseros con el material disponible e incluso cantar si creéis tener una buena voz.
Al finalizar, seleccionad a un miembro de cada equipo para constituir un jurado que evaluará la mejor de las actuaciones. En el caso de no disponer de un equipo de sonido, acordaos de traer un ordenador portátil con buenos altavoces para reproducir la música.
La caída del huevo
Dividíos en grupos de cuatro personas, cada uno de los cuales contará con un huevo fresco que será lanzado por la ventana al terminar. El objetivo consiste en construir un amortiguador que impida que el huevo quede destrozado cuando lo arrojéis. Para ello, solo podréis utilizar los objetos disponibles en la oficina, por lo que no vale traer materiales de casa.
Una vez transcurridos 15 minutos, tocará comprobar la eficacia de la protección que hayáis elaborado. Ganarán los equipos que hayan evitado que el huevo se rompa al ser lanzado desde el segundo piso (o el tercero, si queréis añadir dificultad). Asimismo, tened preparados huevos adicionales por si algún grupo cascara el suyo por accidente antes de la prueba final.
Juegos para momentos especiales
Finalmente, no pueden faltar actividades para realizar en ocasiones más informales, tales como fiestas o cenas de empresa. Además de hacer reír, os servirán para conoceros un poco mejor, fomentando una relación más estrecha entre compañeros.
Qué tengo en el coco
Cada participante tendrá un trozo de papel en el que debe escribir el nombre de una celebridad o un personaje ficticio. A continuación, estos papeles se mezclarán entre sí y todos los participantes deben elegir uno al azar, sin mirar lo que hay escrito. Mientras dure el juego, tendrán que colocarse ese papel en la frente para que los demás puedan verlo.
Por turnos, cada uno podrá hacer preguntas cuya respuesta debe ser “sí” o “no” para tratar de averiguar de qué personaje se trata. Dependiendo de la cultura general de cada uno, la dificultad puede variar entre sumamente fácil y casi imposible. No dudéis en probarlo en ambientes más distendidos para echaros unas risas.
A quién invitarías
¿Te gustaría poder reunirte con Jesucristo, Mike Oldfield o Isabel la Católica? Si es así, en este juego tendrás que explicar por qué. Participar es muy sencillo: por turnos, decid el nombre de tres personas famosas a las que invitaríais a una cena y justificad vuestra elección.
No necesariamente deben ser celebridades modernas, sino que pueden pertenecer a cualquier época. La única regla es que deben ser figuras reales, por lo que no vale un personaje ficticio, por muy conocido que sea. Con esta sencilla dinámica, podréis saber un poco más sobre los ídolos de vuestros compañeros de trabajo y pasar un buen rato.
¿Qué te han parecido estas dinámicas? ¿Te animarías a probar alguna en tu lugar de trabajo?
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