Todos queremos tener un cerebro más joven. Las ventajas de un cerebro rejuvenecido son infinitas: trabajar de forma más productiva, tener mejor estado de ánimo, ser más creativos o, sencillamente, ser más inteligentes.
En la actualidad, multitud de multinacionales están dedicando inversiones de millones de euros a la investigación del cerebro y de cómo funciona este órgano tan misterioso. De hecho, a día de hoy ya sabemos que existen muchas de sustancias naturales que potencian de forma significativa el rendimiento del cerebro. Sustancias como al Melena de León, la Bacopa, la creatina o los aminoácidos esenciales pueden mejorar nuestro rendimiento cerebral sin necesidad de usar drogas inteligentes como el modafinilo, cuyo uso conlleva numerosos riesgos.
Lo que nunca pudimos imaginar es que podíamos llegar a mejorar las capacidades de nuestro cerebro con bacterias. Pero, ¿qué significa eso de que las bacterias pueden mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro? En nuestro cuerpo habitan millones de bacterias
y, muchas veces, hongos, parásitos o incluso virus que conviven con nosotros en nuestro organismo. Tenemos bacterias en la piel, en las mucosas, en nuestra flora intestinal y en infinidad de sitios más. El lugar de nuestro cuerpo que acumula mayor cantidad de bacterias es la parte final del intestino, en el colon.
Esta microbiota intestinal ha demostrado tener una infinidad de efectos para el desarrollo humano. El estado de las bacterias que se encuentran en el colon puede afectar a nuestro sistema inmune, a nuestra capacidad de defendernos frente a una infección, puede afectar a nuestra digestión e incluso, a nuestro estado de ánimo.
Se calcula que, en total, podría haber más de 100 trillones de bacterias dando vueltas por nuestro colon. Es decir, tenemos tres veces más microorganismos en nuestro intestino que células en todo el cuerpo humano.
Estos organismos cumplen roles clave, como controlar el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, absorber nutrientes, entrenar al sistema inmune, etc… por esta razón, cuando tenemos una alteración de la flora bacteriana (que hoy en día la mayoría de las personas tienen), es mucho más probable generar enfermedades y, además, acelerar el proceso de envejecimiento de nuestro cerebro.
Para evitar un proceso de envejecimiento del cerebro acelerado, hay ciertas actividades que pueden ayudar a mantener el cerebro joven y a prevenir la aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento cerebral, como la demencia y el Alzheimer.
Aquí te presentamos algunas formas de mantener el cerebro joven:
Lleva una buena alimentación
Tal y como hemos visto al comienzo de este artículo, todo lo que comemos tiene una repercusión directa en el desarrollo y el funcionamiento de nuestro cerebro. De este modo, una mala alimentación puede acabar por deteriorarlo y acelerar su proceso de envejecimiento.
Por otro lado, el sobrepeso puede suponer un riesgo para la salud. Esto tiene sentido debido a que cuando aportamos menos calorías a nuestro organismo se da un descenso de producción de radicales libre afectando a las proteínas, lípidos y el ADN.
Comer lo que necesitamos, con moderación y a través de una buena alimentación, favorece a la producción de neuronas y a determinades capacidades como la memoria o el aprendizaje.
Nuestra dieta Mediterránea es por tanto una opción ideal para retrasar el envejecimiento cognitivo. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables puede ayudar a mantener el cerebro joven y saludable. Evita el consumo excesivo de azúcar y alimentos procesados, ya que pueden tener un impacto negativo en la salud cerebral.
Del mismo modo, evita los ultraprocesados y el azúcar, ya que el consumo excesivo de estos alimentos puede favorecer a la aparición de la diabetes. La diabetes, al tratarse de una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre son muy altos puede derivar en problemas de memoria y aprendizaje al dañar los vasos sanguíneos y nervios del cerebro.
Haz ejercicio de alta intensidad
Mantenerte activo físicamente mantendrá al cerebro en forma. El deporte no solo es esencial para que nuestro organismo se mantenga sano, también lo es para que nuestro cerebro no envejezca antes de tiempo.
Hacer ejercicio evita que las enzimas lleven a cabo la oxidación celular, disminuye los niveles de radicales libres y regenera las propias células del cerebro. Esto puede ayudar a evitar el deterioro del cerebro con éxito. Además, el ejercicio físico aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y puede ayudar a mejorar la función cognitiva y la memoria.
Asimismo, hay algunos estudios que han comprobado que hacer deporte ayuda a la memoria. Si no te lo crees, prueba a memorizar algo y sal a correr o ve al gimnasio tras hacerlo. Verás que el ejercicio le ha servido a tu cerebro para procesar esa información y que lo recuerdas incluso mejor que antes.
Así que ya sabes, cuida tu cuerpo y estarás cuidando tu mente y capacidad de recordar por más tiempo del que imaginas.
Deja los vicios
Si fumas y de verdad quieres que tu cerebro se mantenga con las cualidades que tiene ahora, déjalo.
Aunque lo común es pensar que el tabaco solo tiene perjuicios para nuestro pulmones o garganta, sus efectos van mucho más allá. Algunos estudios han observado como la corteza del cerebro de los fumadores disminuye considerablemente en comparación con la de los no fumadores.
El tabaco es muy dañino para las células de nuestro organismo y eso incluye las del cerebro. La zona que más perjudicada resulta es aquella que se relaciona con la memoria y el aprendizaje generando un serio deterioro en nuestro cerebro. Pero, ¡hay buenas noticias! Estás a tiempo de dejarlo si quieres mantener tu memoria en plena forma.
Pasa tiempo con los amigos y la familia
Seguramente te plantees que cómo es posible que esto intervenga en tu salud cerebral. Pues la realidad es que vivir con gente, tener amigos y socializar en nuestro día a día es esencial para la salud de nuestro cerebro. La edad no va con los años, sino con la actitud y socializar nos mantendrá jóvenes eternamente.
El ser humano es un ser social y necesita de sus vínculos para mantenerse activo mentalmente. El aislamiento puede acabar por resultar perjudicial para nuestro cerebro afectando a las áreas cerebrales del aprendizaje y la memoria.
Tener vínculos sólidos puede ayudar más de lo que crees a que nuestro cerebro se mantenga sano de estas enfermedades.
No te pases con el alcohol
No está mal salir a tomar una cerveza con amigos de vez en cuando, pero el consumo de alcohol puede generar daños cognitivos y de memoria irreversibles. Esta sustancia es un arma de fuego para nuestro cerebro. De este modo, debemos de evitarla en la medida de lo posible.
El alcohol afecta de forma directa al hipocampo, órgano asociado a la memoria. Es por ello que hay personas que al día siguiente de haberse pasado con las copas, no recuerdan absolutamente nada de la noche anterior. Esto, que puede comenzar por pequeñas lagunas, puede acabar degenerando en demencia.
Tenlo en cuenta y empieza a cuidar tus hábitos. Prescinde del alcohol y cuídate, en un futuro lo agradecerás.
Adáptate a los cambios
Para mantener a nuestro cerebro sano es muy importante que nos adaptemos a los cambios que se nos presentan. Aceptar lo nuevo y ejercitar nuestro cerebro adaptándolo a diversas situaciones.
Adaptarse a los cambios que se dan en nuestro entorno, es el mejor modo de mantener nuestro cerebro joven.
Nuestra cultura y los avances tecnológicos cambian vertiginosamente y tu cerebro debe de seguir el mismo camino si dentro de unos años quiere recordar como eran las cosas cuando era joven.
Descansa y reduce el estrés
El sueño es esencial para la salud del cerebro y el cuerpo en general. Trata de obtener al menos 7-9 horas de sueño por noche para ayudar a mantener el cerebro joven y saludable. Además, el estrés crónico puede tener un impacto muy negativo en la salud del cerebro y aumentar el riesgo de enfermedades mentales. Trata de incorporar actividades relajantes en tu rutina diaria, como la meditación o el yoga, para ayudar a reducir el estrés.
Dormir las horas estipuladas es esencial para que todo nuestro organismo funcione con normalidad. Con los años ( y las preocupaciones) tendemos a dormir menos, pero es importante que atendamos a nuestro sueño para mantener nuestro cerebro joven.
Cuando dormimos poco, lo normal es que nos encontremos más dispersos y con menos capacidad de retención. De este modo, descansar lo necesario puede ayudarnos a que memoricemos con mayor facilidad y que nuestras habilidades de aprendizaje estén más predispuestas.
Infinidad de estudios han demostrado que la falta de sueño afecta de forma directa a la corteza prefrontal de nuestro cerebro. Así que, ¡a dormir se ha dicho!
Disfruta de la vida y de las pequeñas cosas
Una buena actitud ante la vida puede ayudar a que nuestro cerebro como órgano se mantenga tan joven como nuestra mentalidad.
Apreciar los pequeños detalles como una tarde con amigos, comer algo que te gusta o hacer una pequeña escapada que te apetezca son algunas de las pequeñas cosas que disfrutamos y nos ayudan a sentirnos vivos.
Estás a tiempo de aprender
Realizar actividades que impliquen un esfuerzo mental, como resolver rompecabezas, jugar a juegos de mesa o aprender un nuevo idioma, pueden ayudar a mantener el cerebro joven y activo..
Es cierto que aprender un idioma o iniciarse en un instrumento es más sencillo cuando somos pequeños, pero ¿quién ha dicho que tú no puedas hacerlo?
Da igual la edad que tengas, aprende ese idioma que siempre quisiste hablar o empieza a tocar el piano como siempre soñaste. Este tipo de actividades pueden llegar a ser una vía muy eficiente para que trabajes tu memoria y tus capacidades de aprendizaje.
Puede que no le veas mucho sentido, pero cuando en cuerpo hayas envejecido, verás que esto aún perdura en tu memoria.
Haz gimnasia mental
No solo te dediques al ejercicio físico, lo que verdaderamente importa es que mantengas tu cerebro en plena forma.
Crucigramas, sudokus, puzles… Ponte a prueba y trabaja sobre tus capacidades. No creas que esto son juegos de niños. Este modo de realizar conexiones mentales tiene beneficios innumerables para nuestro cerebro.
Del mismo modo, leer es otra de las actividades que deberías de realizar si quieres ejercitar tu cerebro. Un buen libro puede explorar nuestra imaginación y mantenernos activos mentalmente.
En resumen, mantener el cerebro joven requiere una combinación de ejercicio físico regular, estimulación mental, una dieta saludable, la reducción del estrés y una cantidad adecuada de sueño. Al adoptar estos hábitos, puedes ayudar a mantener tu cerebro activo y saludable durante toda tu vida.
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