Te contamos los mejores consejos para ahorrar que pueden ayudarte a construir no solo tu colchón de emergencia sino tu patrimonio personal.
Con lo complicado que es ganar dinero hoy en día y, sobre todo… ¡saber gestionarlo! no viene mal aprender algunos consejos para ahorrar (según los que de verdad saben de finanzas), más allá de “dejar de gastar”. Porque sí, la educación financiera está de moda, pero además de los dudosos gurús que te enseñan a “catapultar tus ingresos”, hay ciertas claves que nunca está de más conocer para empezar a construir (cuanto antes) tu patrimonio personal.
¿Cuál es la mejor forma de ahorrar dinero?
Gabriela Aguirre, Licenciada en Finanzas Internacionales por la Universidad de Monterrey, comienza aportando algo muy interesante al tema y es que “no se trata de cuánto ganas, sino de cómo lo administras”. Por eso, tener salud financiera significa tener el control de tus gastos del día a día, disponer de un fondo de emergencia y además ser capaz de ir construyendo tu retiro. Es decir, tener cubiertas las 3 capas del ahorro (corto, medio y largo plazo).
¿Cómo ahorrar y no gastar el dinero?
Aquí Diego Huélamo, Doctor en Finanzas y Economía Cuantitativas, habla de uno de los consejos para ahorrar fundamentales: hacerse presupuestos semanales, mensuales y anuales. “Lo primero es ponerse un objetivo de ahorro. Si no lo tienes, no vas a ahorrar. Pensar que ahorrar algo es suficiente te va a llevar a ahorrar lo mínimo.”
Por supuesto, hay que diferenciar el ahorro para un viaje o capricho (que al final es gasto) y el ahorro para construir un patrimonio o tener un colchón para imprevistos. “Tienes que tener un objetivo que es mejor poner como porcentaje de tus ingresos, por ejemplo un 20%. Es posible que muchas personas no puedan empezar con este porcentaje, pero lo importante es empezar cuanto antes y de forma automática, aunque sea una cifra muy pequeña”, aconseja el experto.
Además, una de las mejores cosas de hacerte un presupuesto es que “cuando te gastas dinero que tienes presupuestado en determinado capricho, eliminas por completo el sentimiento de culpa.” Porque ese gasto está bajo control y no impide que alcances tus objetivos. Es un premio por hacer las cosas bien y es algo que tú de manera fría y nada impulsiva te concedes racionalmente.
Huélamo explica que todos tenemos dos personas en nuestro cerebro: el planner y el doer. El doer es impulsivo y el planner es la parte más racional y es la que tiene una visión de más largo plazo. “Suelen ir en contradirección porque tu parte impulsiva quiere obtener satisfacción ahora y tu parte racional quiere lograr unos objetivos a largo plazo y esto implica postergar la satisfacción. Una manera de conciliar a estos dos agentes es sentarte y hacer un presupuesto para que puedas alimentar al doer de forma controlada.”
¿Cómo es la regla 50-30-20?
Según el economista Juan Ramón Rallo, “el ahorro es el primer paso para construir un patrimonio personal.” Y realmente no es más que la diferencia entre nuestros ingresos y nuestros gastos. Ingresos que pueden derivar tanto del trabajo por cuenta ajena o propia, como los derivados del capital (intereses, alquileres, dividendos). Por eso, lo que propone el experto es clasificar nuestros gastos en imprescindibles (vivienda, suministros básicos, alimentación, ropa necesaria, transporte, educación) y prescindibles (caprichos o gastos para conseguir estatus).
Aquí es donde entra la regla 50-30-20. Propone que los gastos imprescindibles no superen el 50% de los ingresos. Los gastos prescindibles no superen el 30%. Y el 20% restante sea el ahorro. Si no conseguimos estas proporciones (de forma aproximada), primero habrá que recortar los gastos prescindibles y después ver cómo podemos ajustar los imprescindibles.
Uno de los consejos para ahorrar que se puede seguir es considerar el ahorro como un gasto fijo y periódico en la construcción de patrimonio a largo plazo. No tanto como un residuo, sino más bien como una disciplina.
¿Cómo ahorrar si tienes poco dinero?
Si tienes poco dinero y además recibes pocos ingresos, hay ciertas reglas o consejos para ahorrar que puedes seguir para intentar apretarte el cinturón al máximo.
Intenta deshacerte de las deudas
Lo primero, es intentar deshacerse de las deudas. Sí, hay deudas que son necesarias y muchas veces son inevitables. “Pero hay que evitar meterse en deudas para bienes de consumo, como un móvil, una televisión, un viaje. Lo que se consideran los pecados capitales de las finanzas personales”, comenta Huélamo.
Recalcula tu presupuesto para la vivienda
El experto también aconseja no gastar más de un 30% del sueldo en el alquiler o hipoteca. Si te estás pasando del presupuesto, quizás deberías plantearte buscar otra opción más asequible para tu situación. Por ejemplo, si estás en un piso en el centro que te hace vivir por encima de tus posibilidades, plantéate si puedes irte a las afueras o buscar alternativas que se adapten más a lo que tu bolsillo necesita.
Revisa los gastos aparentemente imprescindibles
Huélamo pone aquí el ejemplo de tener un vehículo propio, que parece muy necesario pero muchas veces podemos intentar ajustar este gasto, sobre todo si vives en una gran ciudad. Si necesitas un coche sí o sí, intenta pensar si gasta mucho, si pagas demasiado de mantenimiento o si quizás puedes encontrar una alternativa mejor a medio o largo plazo con la que puedas ahorrar un poco más. Si además no lo utilizas demasiado y simplemente es un gasto fijo que tienes de seguros y revisiones técnicas, piensa en una alternativa como el transporte público, el renting o cualquier otra opción.
Obtén otras fuentes de ingresos
¿Te has planteado alguna vez utilizar apps de segunda mano para amueblar tu casa o para vender la ropa que ya no utilizas? Puede ser la mejor opción no solo para darle una segunda vida a tus prendas y ahorrar en mobiliario. Sino que además es una buena estrategia para conseguir ingresos extra de una forma fácil y rápida.
Consejos para ahorrar dinero todos los meses
No gastes en estatus
“Se habla del millonario de la casa de al lado. La gente que de verdad se hace millonaria, es gente que sobre todo en sus primeras etapas llevan una vida completamente normal y vive por debajo de sus posibilidades.” Y ahí está la clave, comenta Huélamo. Por eso, mucho cuidado con gastar en marcas, en tener lo último de lo último y realmente aparentar más de lo que tienes. Porque va a jugar en tu contra.
Cuidado con los gastos hormiga, fantasma y vampiro
Los gastos hormiga son esas compras diarias que parecen inofensivas pero que a la larga, afectan mucho al ahorro. Como por ejemplo esos cafés de camino al trabajo o el tabaco. Los gastos fantasma son aquellos que tenemos por inercia, porque no nos acordamos de ellos o porque nos da pereza cancelarlos, como las famosas suscripciones a plataformas de streaming. ¿De verdad necesitas tener Netflix, Prime y Disney si solo ves una película al mes? Piénsalo. ¿Y qué hay de ese gimnasio que hace 2 meses que no pisas?
Y, por último, los gastos vampiro son todos aquellos que son fijos pero que pueden tener un impacto incluso mayor que los anteriores si no se tienen en cuenta en los presupuestos. Como, por ejemplo, los problemas en las instalaciones de luz o gas, el mal uso de ciertos electrodomésticos, el despilfarro de agua, etc. Aquí lo mejor es revisar todas las fuentes de energía de la casa e intentar, tanto cambiar nuestros hábitos, como buscar compañías más low-cost.
Ojo con las gangas
Descuentos como los del Black Friday ciegan a cualquiera, pero plantéate si te comprarías todo eso a full-price. Porque muchas veces nuestras decisiones están sesgadas y acabamos por comprar simplemente porque “tiene oferta” y sentimos que nos estamos llevando una ganga. Y eso no ayuda al ahorro, a no ser que sean cosas estrictamente necesarias (como renovar un electrodoméstico que se nos ha estropeado).
Busca sustitutos de ocio
“Hacerte presupuestos semanales y mensuales te ayudará a gestionar mucho mejor tu ahorro. Sobre todo en aquellas partidas que son más impulsivas, como salir de fiesta, a cenar o llenar tu armario de ropa. Por eso, una opción puede ser buscar alternativas que sustituyan el ocio que implique gastar dinero con otro que sea más económico o incluso gratis”. Por ejemplo, perfeccionar una receta que te motive en lugar de ir a un restaurante. O visitar museos y exposiciones gratis en lugar de simplemente gastar por gastar.
Cuanto antes empieces a ahorrar, mejor
Uno de los consejos para ahorrar más importantes es empezar cuanto antes. Y una vez cojas este hábito y consigas ahorrar de manera sistemática todos los meses, tienes que pensar para qué lo quieres a largo plazo y sobre todo estar tranquilo sabiendo que puedes hacer frente a imprevistos. “Si vives ansioso, esto hará que también seas más impulsivo”, comenta Huélamo.
Para lograr tener esa tranquilidad, lo que necesitas es tener un colchón de seguridad (determinado por el tiempo que podrías vivir con tu estilo de vida actual sin ingresos). Como regla general, se recomienda tener al menos 6 meses de gastos fijos. Si eres freelance, es mejor que sea 1 año. Ese tiene que ser tu primer objetivo de ahorro. El experto aconseja que“una vez tengas este colchón, no acumules dinero en el banco porque la inflación carcome tus ahorros. Inviértelo cuanto antes y así el efecto exponencial del interés compuesto hará su magia.”
Rasgos de personalidad de alguien que no se hará rico
Según el experto en finanzas personales y escritor americano Ramit Sethi, hay ciertos rasgos de la personalidad que caracterizan a las personas que se hacen ricas y también a aquellas que nunca lo consiguen. Y esto sobre todo está relacionado con su capacidad para ahorrar.
Para empezar, una cualidad fundamental de los primeros es que llegan siempre a tiempo, son personas muy puntuales. Es gente preparada, que investiga y se forma sin parar. Tienen curiosidad por el mundo que les rodea y siempre quieren ir más allá de lo obvio. Además, tienen habilidades sociales y las utilizan para hacer networking y así crear contactos y amistades.
Por el contrario, hay otro tipo de personas a las que esto del ahorro y el dinero les cuesta un poco más y suelen caracterizarse por ser gente muy impulsiva. Sin ninguna perspectiva del largo plazo. Son personas que juzgan a otras por ahorrar o conseguir objetivos, mientras ellas no hacen nada. Las típicas que dicen “para qué voy a ahorrar, solo se vive una vez”. Y sobre todo es gente sin una visión clara de lo que quieren. Los que buscan tener dinero para tener “libertad” y para “hacer lo que quieran y cuando quieran”. Es decir, no tienen un objetivo definido ni concreto. Pero espera, no te desanimes, porque todo esto se puede entrenar. Y con los consejos para ahorrar de los expertos ya estás un paso más cerca de conseguirlo.