La sobreexposición en las redes sociales, la abundancia de referencias y el exceso de estilos pueden distorsionar la imagen que queremos construir de nosotros mismos. Cuidar nuestro estilo es un aspecto fundamental a la hora de comunicar cómo somos. Es tu tarjeta de visita ¡no la descuides!
Todos los hombres necesitamos consejos de estilo en algún momento de nuestra vida y de nuestro día a día. Ya sea porque estamos cambiando de etapa, porque hemos conseguido un trabajo nuevo, porque hemos sido invitados a un evento al que no solemos ir o porque, sencillamente, ya no nos sentimos identificados con la ropa que guardamos en nuestro armario y queremos hacer un up grade para mejorar nuestra apariencia.
Cuando verdaderamente quieres definir tu marca personal, tu estilo y una imagen que sea tu seña de identidad, es posible que tengas una vaga idea de lo que realmente quieres conseguir, incluso puedes sentirte abrumado por la cantidad de opciones e información que se pone a tu disposición ¡No hay más que echar un vistazo a Instagram para empacharse de referencias! Agotador…. aunque suene contradictorio, cuanto mejores sean tus referentes y más vayas definiendo como quieres verte, más fácil te irá resultando. No es un rasgo mágico con el que se nace o no, el estilo también se entrena.
Al igual que el entrenamiento de un músculo, cuanta más información tengas sobre la teoría del color, las tendencias, la combinación de patrones, el engranaje de los mismos y la comprensión histórica de la formalidad, mejor entenderás cómo confeccionar de forma natural un buen look que potencie tu físico y describa tu forma de ser. Una vez que entiendas los fundamentos de cómo ir bien vestido, empezarás a desarrollar un aprecio y una afición por ciertas prendas.
CONSEJOS DE ESTILO PARA HOMBRES
Ten en cuenta tu estilo de vida y tus objetivos personales
Una vez que entiendas qué clase de estilo es el que mejor define tu personalidad (clásico, atemporal, hippie-chip, surfero, skater, urbano, deportivo…), tienes que valorar entonces qué tipo de ropa incluirías realmente en tu día a día. Y aunque tener un montón de trajes a medida de dos piezas está bien, no servirá de mucho si, por ejemplo, trabajas en una agencia de publicidad y sueles ir a trabajar en chinos y camisa.
¿Buscas crear una buena impresión en tu trabajo y quieres presentarte de la forma más profesional y cuidada posible? ¿Lo haces porque te hace sentir seguro y es una declaración personal de cómo respetas a los demás? ¿O es un paso en tu camino de superación personal?
Una vez que tengas claros estos puntos, es importante crear una lista de las cosas que quieres añadir a tu armario y que te resultarán más beneficiosas. De este modo, evitarás las compras impulsivas y te asegurarás de obtener el menor coste por uso de lo que decidas comprar.
La clave está en tu talla
Es fundamental aceptar tu cuerpo tal y como es (siempre podrás mejorarlo a base de dieta y gimnasio, sí, pero nunca vas vacilar a la genética). Puedes tener la ropa de mayor calidad del mundo y la más cara, pero si no te queda bien, la inversión será en vano. Una talla incorrecta puede alterar las proporciones y la armonía de tu cuerpo y dar la impresión de que eres más bajo, más ancho, más alto o más delgado de lo que realmente eres. Esto acabará con cualquier oportunidad que tengas de crear una buena primera impresión.
Los hombres solemos elegir ropa un poco grande, porque queremos parecer más anchos de lo que realmente somos, o porque sencillamente, queremos ir más cómodos. Y aunque la ropa ajustada puede ser igual de poco favorecedora, entender lo que funciona mejor para tu tipo de cuerpo te ahorrará muchas frustraciones y disgustos. Además, aunque el estilo moderno que aparece en las vallas publicitarias o en los contenidos de marketing online puede resultar tentador, no funcionará para todos los hombres, así que asegúrate de conocer bien tu cuerpo y elegir bien tu talla.
La calidad manda
Las marcas de lujo no son “lujo” por el marketing que hay detrás de su logo, sino por la enorme calidad que hay en sus materiales, en sus tejidos y en sus diseños, lo cual es un plus ya que dura más tiempo, y ahora -no nos olvidemos- se trata de ser elegante y sostenible. Invertir en un buen trench de Burberry te asegurará un fondo de armario de por vida, al igual que una buena camisa de Ralph Lauren o unos pantalones vaqueros de Levi´s. Son prendas que nunca pasarán de moda y que si las cuidas, te durarán para siempre.
Este punto también te ayudará a crear una imagen más definida de ti mismo, ya que empezarás a tener tus propias prendas cada vez que te vistas.
Aunque nunca debes gastar por encima de tus posibilidades, es importante recordar que debes centrarte en menos piezas de mayor calidad, en lugar de muchas cosas de menor calidad, que probablemente terminarás desechando cuando pasen un par de temporadas.
Tener un buen ojo para saber que una prenda esté bien hecha te ayudará a ahorrar tiempo y dinero ¡y eso sí que es un lujo!
La versatilidad y la neutralidad siempre serán un acierto
A la hora de darle forma a tu armario para crear tu propio estilo, empieza por las prendas neutras y versátiles. También debes elegir prendas que puedan combinarse con el mayor número posible de conjuntos. Aunque una camisa de vestir blanca y un blazer azul marino no son lo más emocionante del escaparate, pueden incluirse fácilmente con otros conjuntos y otros accesorios para crear una declaración más audaz, si así lo deseas.
Saber que todo lo que tienes es intercambiable te ahorra la incertidumbre de tener que combinarlo si no te gusta planificar los conjuntos. Y no hay nada que requiera más esfuerzo que armar un conjunto limpio y acertado en cuestión de segundos.
Esto sólo funciona si eliges prendas que sean neutras por su diseño. Tener un armario compuesto principalmente por blanco, azul, azul marino, gris, marrón y caqui es una opción masculina y muy acertada. Y todos estos son colores neutros que, en su mayoría, siempre pueden ir juntos.
Combina cuando sepas combinar
Cuando empieces a tener ropa más acorde a lo que siempre has esperado, estarás saliendo de tu zona de confort y es posible que aún no te sientas cómodo llevándola. La mejor manera de solucionarlo es adquirir el hábito de llevarla. Ya sea en casa o cuando salgas a hacer recados, sólo tienes que acostumbrarte a hacerlo para que, cuando llegue el momento de lucirte en público (ya sea en una cena de trabajo o en una fiesta con amigos), puedas hacerlo con total naturalidad y sin que parezca que estás incómodo.
Organiza tu armario y cuida tu ropa temporada tras temporada
¡Qué importante es el orden para todo en esta vida! También para tu armario. Aunque tu ropa sea versátil, no importará si está arrugada o si no puedes encontrarla cinco minutos antes de salir. Ser proactivo sobre cómo guardar y cuidar tu ropa te ahorrará mucho tiempo y estrés a largo plazo.
También puedes poner en práctica hábitos como preparar la ropa la noche anterior si no eres una persona muy madrugadora. La preparación alivia la mente y te hace estar más seguro de que las cosas irán bien, lo que te dará la apariencia de alguien que tiene el control sin esforzarse demasiado.
Una vez que tengas las claves, ¡experimenta!
No tengas miedo de experimentar una vez que tengas las nociones básicas bien aprendidas. Una vez que tengas cubiertos todos los elementos esenciales, es el momento de empezar a afinar tu estilo y encontrar tu toque personal. Pregúntate si hay un estilo concreto que prefieras sobre otro, por ejemplo, las chaquetas de doble botonadura sobre las de una sola, o los pantalones cargo a los vaqueros. Aquí es donde puedes empezar a afinar esas diferencias de estilo.
Intenta optar por colores más vivos y atrevidos de los que normalmente elegirías. En lugar de comprar algo en azul marino, prueba a comprar algo en azul klein. A lo largo de este proceso, encontrarás tus propias peculiaridades que te ayudarán a diferenciarte dentro de las pautas del estilo masculino clásico y te ayudarán a desarrollar el estilo que mejor se adapte a tu personalidad. Esto hará que te sientas aún más cómodo con tus atuendos, y esa soltura desprenderá una elegancia relajada, que atraerá a otras personas hacia ti.
Mantén la mente abierta en cuanto a vestir diferentes estilos
No hay una fórmula única que dé como resultado a un hombre elegante y con estilo. Llegados a este punto, puede que te sientas como si estuvieras en una especie de meseta en tu viaje para definir tu imagen personal.
Para evitar la sensación de que tu estilo está anquilosado y estancado, es importante seguir a personas cuya forma de vestir te gusta. Seguirlos puede darte combinaciones de ropa e ideas que tal vez no se te hayan ocurrido ¡En la creatividad está la magia!
Disfruta del proceso y diviértete con él
Al fin y al cabo, la ropa sigue siendo sólo ropa, no hay que volverse loco por ella y terminar convirtiéndose en un fashion victim (¡nada de víctimas! son aburridísimas…). Aunque una imagen cuidada puede marcar la diferencia en tu día a día, es importante no tomárselo tan en serio como para que el proceso deje de ser divertido y la estética se convierta en el centro de tu universo, ¡recuerda que no hay nada más elegante y atractivo que la naturalidad! Esa es la clave.
No pretendas gustarle a todo el mundo, eso es un gran error y recuerda: la elegancia no es sólo el aspecto físico, sino como interactúas con los demás en tu día a día.
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