¿Sabías que la alopecia puede afectar a hombres de todas las edades? Te contamos cómo los aceites esenciales ayudan a frenar la caída del cabello y a fortalecer el pelo.
Seguro que has oído hablar de los aceites que ayudan a frenar la caída del cabello y además tienen una gran variedad de propiedades tanto cosméticas como farmacéuticas. Estás en lo cierto. Pero no todo es tan sencillo como parece. Veamos qué propiedades tienen estos aceites y cómo actúan en el cuero cabelludo según la ciencia.
¿Qué es la alopecia androgénica?
Antes de sumergirnos en los beneficios de los aceites esenciales, es interesante abordar un problema que afecta al 60% de la población mundial, siendo España el segundo país con más alopecia del mundo.
La alopecia androgénica (AAG) es la forma más común de calvicie. Viene determinada por dos causas o factores: por una parte, la herencia y, por otra, la acción periférica de los andrógenos (hormonas esteroideas). En esta patología el pelo se debilita, haciéndose cada vez más fino en un patrón en forma de “M”. De esta manera, se va despoblando la zona del vértex y las entradas, haciendo que sea visible el cuero cabelludo. No todas las personas siguen este patrón, pero es el más habitual en estos casos.
Por otro lado, no es de extrañar que la caída del cabello afecte de manera negativa a la autoestima, tanto de hombres como de mujeres de todas las edades. De hecho, según estudios, hasta dos tercios de los hombres pueden tener alopecia androgénica, viéndose afectado psicológicamente un 50% de estos. De ahí viene que sea tan frecuente el uso de tratamientos “anticaída”, con el objetivo de intentar retrasar este problema o prevenirlo en la medida de lo posible.
Lo más curioso es que esta cuestión no fue objeto de estudio hasta los años 40, cuando se demostró que la testosterona era uno de los factores clave en el desarrollo de la producción de alopecia androgénica. Esto ayudó a formular distintos medicamentos y tratamientos, desde soluciones sintéticas hasta remedios más naturales. Veamos cuáles son las ventajas de estos últimos y cómo puedes utilizarlas a tu favor.
Aceites que ayudan a frenar la caída del cabello
Antes que nada, debes tener en cuenta que en la caída del cabello pueden influir diversos factores. Genéticos, hormonales, estacionales o patológicos. Por ello, siempre es conveniente revisar cada caso particular con un profesional. Además, también es importante entender que los aceites esenciales no evitan la alopecia, sino que ayudan a mejorar la calidad del pelo y de los folículos para ayudar a frenar la caída o a restaurar el cabello dañado. Son remedios que, dependiendo de la afección que tengas, pueden ayudarte a retrasar el problema, pero todo depende de tu condición y contexto. Dicho esto, veamos qué pueden ofrecernos estos tres aceites esenciales que no solo ayudan a frenar la caída del cabello sino también impulsan su restauración.
1. Aceite de romero
El romero es una hierba aromática y su aceite es probablemente uno de los más populares. Destaca por su acción antiinflamatoria, analgésica, antifúngica y antibacteriana, además de tener la ventaja de que ayuda a estimular la circulación. Es por eso que se utiliza en tantos ámbitos, no solo en el cuidado del cabello. El aceite de romero es conocido por fomentar el crecimiento del pelo, fortaleciendo la raíz y mejorando su estructura. Es especialmente útil cuando hablamos de un cabello muy fino, que se quiebra con facilidad o que está dañado o castigado.
Anteriormente hablábamos de que la testosterona tiene un papel protagonista en el desarrollo de la alopecia androgénica. En este sentido, el aceite de romero ha resultado ser uno de esos remedios naturales para el cabello que ayudan a prevenir que un subproducto de la testosterona afecte a los folículos pilosos.
Según pruebas científicas, los hombres que utilizaron aceite de romero 2 veces al día en su cuero cabelludo durante 6 meses, obtuvieron un aumento del grosor del pelo. Este incremento era similar al de los pacientes que utilizaron minoxidil, un medicamento recomendado para tratar esta patología. Por otro lado, también se vieron resultados en los hombres que padecían la denominada alopecia areata. Este tipo de alopecia se caracteriza por la caída del cabello en forma de parches. El estudio realizado con pacientes de esta afección, mostró una mejora en la pérdida del cabello del 44%.
Si quieres testear cómo funciona el aceite de romero en tu pelo, puedes probar con alguna de estas opciones un par de veces por semana: añade unas gotas a tu champú, aplícalo durante unos minutos antes de lavarte el pelo o utilízalo como mascarilla.
2. Aceite de semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son ricas en propiedades farmacéuticas y cosméticas, con grandes ventajas para la salud. Recientemente, numerosos estudios han demostrado que el aceite de semillas de calabaza presenta un elevado porcentaje de ácidos grasos insaturados, tocoferol y esteroles, convirtiéndolo en una herramienta extraordinaria para la prevención de enfermedades crónicas.
Además, destaca por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiandrogénicas. Esto último se debe a que el aceite de semillas de calabaza es rico en fitoesteroles. Con ello, actúa bloqueando la acción de la 5-alfa reductasa, que influye en el deterioramiento del folículo piloso. El aceite de semillas de calabaza contiene también vitamina A, que ayuda a fortalecer el pelo y a aportarle brillo. Con los ácidos grasos Omega 3, 6 y 9 consigue restaurar el folículo y favorecer su correcto crecimiento. La vitamina B7 y el azufre son componentes esenciales para la producción de queratina y también contiene minerales como el zinc, el magnesio o el hierro. Por supuesto, es muy importante que el aceite de semillas de calabaza sea de la mejor calidad. Así, nos aseguramos que posee todas las cualidades y beneficios óptimos para nuestra salud capilar.
En cuanto a los estudios realizados, destaca un ensayo clínico que investiga la eficacia de este aceite en el tratamiento del crecimiento del cabello en pacientes con alopecia androgénica leve o moderada. 76 pacientes con AAG recibieron 400 mg de aceite de semillas de calabaza al día y tras 24 semanas de tratamiento se observó un aumento medio del número de pelos del 40%. Pero todavía se necesitan más estudios para entender por completo su aplicación terapéutica.
En cuanto a su uso, se recomienda realizar un masaje en el cuero cabelludo para que el aceite penetre en los folículos y dejarlo reposar durante unos 15 o 20 minutos.
3. Aceite de ricino
El aceite de ricino (también conocido como castor oil), tiene su origen en la planta Ricinus Communis, proveniente de zonas tropicales de Asia y África. Se compone en su mayoría de ácido ricinoleico, aunque también contiene omega 6 y 9, ácido palmítico y ácido esteárico. Es muy utilizado en el sector de la cosmética, siendo popular por sus propiedades regeneradoras, hidratantes y antiinflamatorias.
Centrándonos en sus beneficios para ayudar a frenar la caída del cabello, se ha demostrado que el aceite de ricino sirve sobre todo para nutrir el pelo y estimular su crecimiento. Consigue que se vuelva más resistente y fuerte, además de aportarle brillo gracias a los ácidos grasos. También ayuda a retrasar el blanqueamiento del cabello o canicie, a reducir la caspa y la descamación del cuero cabelludo.
Además, se ha estudiado que el aceite de ricino favorece el buen funcionamiento de las glándulas sebáceas. Esto favorece el crecimiento natural del cabello y también ayuda a tener una barba mucho más tupida y suave. Lo que se consigue es una mejora del estado del pelo en general y del cuero cabelludo en particular. Si buscas que tu cabello deje de estar tan seco o necesitas tratar la caspa, aplícalo en el cuero cabelludo y déjalo actuar al menos durante 20 minutos. Y si quieres simplemente que tu pelo luzca más brillante y devolverle la vitalidad, utilízalo en las puntas y deja que repose durante algunos minutos antes de enjuagarlo. Combina estos tratamientos para ayudar a frenar la caída y restaurar tu cabello. Pero sobre todo guíate por los expertos de la salud capilar para obtener los resultados más eficaces.