Mientras que uno tiene que ver con el ser y el otro con el tipo de personalidad, ambos comparten características y de ahí que sea fácil confundirlos. ¡Estos psicólogos te cuentan los entresijos!
Muchas veces confundimos a una persona narcisista con una psicópata porque tienen similitudes y nos encanta hablar a la ligera sin meternos de lleno en las diferencias. Y lo cierto es que no deberíamos estar dividiendo a la sociedad en psicópatas, narcisistas, psicópatas-narcisistas y demás combinaciones que parecen enrevesar el asunto sin ir al fondo de este. La personalidad es moldeable y todo es un continuo. De ahí que quizás alguien tenga más o menos empatía, algún que otro rasgo narcisista o “todo en uno”. Y aunque los síntomas parezcan los mismos, la motivación puede ser bastante distinta. Por eso, si quieres saber más o quizás estés dudando si eres un narcisista o un psicópata, estos expertos en psicología te cuentan las claves para detectarlo.
¿Qué es el narcisismo y la psicopatía?
“La psicopatía es una condición del ser, mientras que el narcisismo es un trastorno de la personalidad”, explica el psicólogo Iñaki Piñuel. En este sentido, el psicópata es alguien que carece de conciencia moral. “Para ellos, los demás son instrumentos que no tienen más finalidad que su uso personal”. Y se trata de una condición que a veces es innata pero que también se puede adquirir. Lo que sí hay que tener claro es que no es un trastorno mental ni una enfermedad.
“Los psicópatas son personas plenamente conscientes de lo que hacen”
Doctor Iñaki Piñuel.
Por otro lado, “los narcisistas son individuos carentes de autoestima, aunque externamente parecen sobrados de ella”. Es decir que sus actitudes arrogantes, prepotentes y soberbias son puras compensaciones de una falta radical de amor propio. “El narcisista se engaña, vive de espaldas a la verdad”, dice el Dr. Piñuel. Además, lo cierto es que ellos sí tienen emociones profundas que ocultan, mientras que los psicópatas no.
“El anhelo más grande de un psicópata es el poder”
Doctor Bernardo Stamateas.
Diríamos que una de las diferencias está en que el psicópata busca el poder mientras que los narcisistas buscan la admiración. “El arma más importante del psicópata es la mentira. Te miente mirándote a los ojos, sin culpa ni conciencia moral”. Eso sí, no es como el mentiroso compulsivo, que puede autoengañarse y acabar creyéndose su propia mentira. El psicópata es consciente en todo momento de que está mintiendo.
Cuáles son los rasgos más comunes
“El narcisismo es un tipo de personalidad estable en el tiempo”, explica la psicóloga Gemma Albarracín. De ahí que no tenga cura como tal ya que no se trata de una enfermedad. Muchos expertos llegan a decir incluso que es la pandemia de nuestra sociedad. Y es muy probable que alguna vez nos hayamos topado con personas narcisistas, ya que se diferencian o tienen rasgos más visibles que los de la psicopatía.
- Son personas egocéntricas: Se creen el centro del universo y se sienten por encima del resto.
- El egoísmo es otra característica clave ya que no les importa nada más que su propia imagen y la grandeza que quieren proyectar. Si tienen que utilizarte para conseguir sus propios objetivos, lo harán.
- Carencia de empatía: Tienen poca o nula capacidad de conectar con los sentimientos de los demás ya que solo se van a preocupar de sí mismos. De ahí que la víctima perfecta de un narcisista sea precisamente la persona esponja o hiperempática.
- Mienten para exacerbar la imagen que quieren proyectar de sí mismos. Suelen exagerar sus logros y victorias, incluso llegando a inventarlos por completo para dar una imagen mejor de la que realmente tienen.
Cuando hablamos del perfil psicopático, “hay un porcentaje reducido de la población con una psicopatía moderada porque tiene ciertos rasgos. Y en torno a un 1% en toda la población que tiene los rasgos de la psicopatía en un sentido global e intenso”, explica Garrido. Pero acaso ¿puede uno convertirse en psicópata? El experto afirma que “se necesita una predisposición genética y luego un ambiente facilitador”. Y estos serían algunos de los síntomas:
- No tienen desarrollada la capacidad emocional: no pueden amar ni sufrir ansiedad. Entienden el significado de esos sentimientos pero son incapaces de sentirlos.
- Son personas frías y con ausencia absoluta de empatía emocional: fingen ser empáticos pero no son capaces de experimentarlo. Sin embargo, tienen mucha empatía cognitiva. Es decir, saben interpretar muy bien la reacción que esperas de ellos.
- Crueldad: hacen daño a otros porque no sienten su dolor. Muchas veces la adrenalina que les provoca la agresividad es lo único capaz de estimular su cerebro.
- Tratan a los demás como herramientas: para ellos, todo es un juego en el que el resto de personas son simples marionetas.
¿Qué diferencia hay entre un psicópata y un narcisista?
“Los narcisistas experimentan las emociones y de hecho alimentan el gran ego que tienen a través del reconocimiento externo”, asegura el psicólogo clínico Alberto Belmonte. Lo que les ocurre es que sin la atención de los demás, se frustran. Mientras que los psicópatas no se frustran por nada. “Están en la vida para jugar”. El psicópata encuentra satisfacción en el sadismo, en la humillación, mientras que el narcisista puede mostrar una conducta sádica pero siempre como defensa, cuando cree que su ego ha sido atacado. Es decir, “el psicópata encuentra el placer en la actividad en sí de humillar, mientras que el narcisista utiliza esta conducta como una herramienta para seguir manteniendo su ego, su reputación y su grandeza”.
La diferencia es que “el narcisista suele ser más desorganizado en su ataque hacia el otro, mientras que el psicópata es más frío y planificador”. Aunque esto puede variar porque hay distintos tipos de psicópatas y también de narcisistas. Por lo general, “podría decirse que los narcisistas son más evidentes cuando tratan de engañar al otro y la mayoría de la gente sabe perfectamente que se trata de una persona arrogante que está exagerando su personalidad”. Sin embargo, “el psicópata es un imitador nato”. Y actúa exactamente como lo haría cualquier persona, de ahí que sean mucho más peligrosos. “El narcisista esconde su inseguridad pero la experimenta de forma interna. Tiene miedo a ser rechazado, a ser menospreciado. Mientras que al psicópata le da igual la opinión que tienen los demás de él”.
¿Cómo actúa un psicópata narcisista?
Este tipo de perfiles suele mostrar rasgos tanto psicopáticos como narcisistas. Y serían personas que buscan el poder pero también la admiración de los demás. Van a manipular y a tratar de dominar a las otras personas, siempre a su favor. En este sentido, “los psicópatas con personalidad narcisista tienen un problema de autoestima”, explica la psicóloga Silvia Congost. Y si hablamos de una pareja que es así, entre sus actitudes puede estar el intentar ponerse por encima de ti, destruyendo tu autoestima para sentirse superiores. “Una característica muy frecuente de estos perfiles son los castigos. Te castigan con conductas que saben que te van a hacer daño”. Son perfiles que tienen dos caras porque su personalidad está dañada. “Es importante entender que siempre van a ser así. No se arrepienten y son incapaces de conectar con los demás”, asegura Congost.
Además, la forma que tienen de relacionarse con sus parejas tiene pocas diferencias entre narcisistas y psicópatas. Es un comportamiento destructivo y tóxico. Y además tienen muy baja o ninguna probabilidad de curación o transformación. Es complicado que busquen ayuda y mucho menos que realmente quieran trabajar estos rasgos. “La víctima de un psicópata quiere creer que su pareja tiene doble personalidad. Pero esto precisamente es una de las características nucleares del psicópata, su enorme capacidad camaleónica de convertirse en cada momento en un personaje”, explica Piñuel.
¿Cómo saber si soy psicópata?
Hay tres interrogantes fundamentales que te ayudarán a encaminar la respuesta, según explica el psicólogo y criminólogo Vicente Garrido:
- ¿Estoy preocupado por el hecho de que puedo ser dañino para los demás? Si realmente lo estás, ya es un indicador de que no eres un psicópata.
- La segunda cuestión es ¿puedo sentir una auténtica conexión emocional aunque sea con una sola persona? Si has tenido esa conexión emocional real es otro buen indicador.
- “Y la tercera sería generar temas que tienen resonancias emocionales profundas y que te exigen un esfuerzo para ponerte en el lugar del otro”.
Y aunque estas preguntas puedan ayudar a conocerte un poco mejor, “se ha descubierto cómo ciertos procesos de socialización pueden hacer que una persona que no tenía esa condición, tras una serie de transformaciones sutiles y graduales, la adquiera. Y una vez adquirida, no tiene reversibilidad”, dice Piñuel. En este sentido, es interesante destacar que el proceso más habitual que conduce a la psicopatía es el acceso al poder. “Grandes o pequeñas cotas de poder podrían explicar esos cambios graduales en la personalidad”.
Y la cosa es que son cambios tan sutiles que prácticamente ni el propio individuo se da cuenta, pero sí son evidentes para el entorno. Sin embargo, el narcisismo está más generalizado. “No estamos ante una persona que va sobrada de autoestima sino ante alguien con un profundo sentimiento de inadecuación. El narcisista al contrario que el psicópata sufre enormemente. Alguien deviene en una de estas personalidades narcisistas desde la crianza y sobre todo mediante el estilo parental del progenitor”, explica el experto. Y como siempre, lo último que hay que hacer es generalizar o etiquetar como si nada. Porque la diferencia entre narcisista y psicópata puede ser sutil, pero siempre dependerá de las peculiaridades de cada caso.