Cuando se trata de un hombre «de los que merece la pena» estas cuatro cualidades, son indiscutibles. Y te explicamos por qué.
Una de las preguntas que más se repiten en las conversaciones entre amigas es: «¿Qué busca un hombre en una mujer?». Y es que, los tiempos cambian y las relaciones de pareja también. Lo que antes se veía como una “relación ideal” hoy se enfrenta a nuevos paradigmas y expectativas. Nos hemos dado cita con la psicóloga experta en relaciones de pareja Elisa Alonso para tratar de dar respuesta a esta pregunta.
No se trata de ser perfecta ni de seguir una lista de consejos a rajatabla. Cuando termines de leer este artículo, te darás cuenta que se trata de ser una persona auténtica, de disfrutar de la relación de pareja y de estar abierta a compartir y conectar con la otra persona de una manera honesta.
«La atracción no se fuerza ni se negocia; se construye con el tiempo y con la conexión que dos personas sean capaces de crear juntas.» afirma la psicóloga experta en relaciones de pareja Elisa Alonso.
Si tienes estas cualidades, será difícil que no logres atraer la atención de un hombre, a menos que estés fijándote en personas que están completamente fuera de tu alcance y no estés siendo realista.
Evidentemente, no todos los hombres buscan lo mismo. A lo largo de este artículo nos referimos a hombres en el sentido más maduro de la palabra, no a personas inmaduras que aún no saben lo que quieren o que se comportan de manera irresponsable. Dicho esto, aquí tienes las cuatro cualidades que, según Elisa Alonso, ellos encuentran más atractivas:
1. Una actitud relajada
Cuando hemos alcanzado una etapa de madurez emocional, lo que más atrae a un hombre —dejando de lado el atractivo físico— es la actitud de una mujer. Y no hay nada más seductor que una actitud relajada y equilibrada.
Los hombres y las mujeres tenemos comportamientos y expectativas distintos, algo que ha sido moldeado a lo largo de nuestra evolución. En los hombres, este “cableado” particular los lleva a rechazar de forma natural ciertas actitudes que perciben como demandantes.
Hombres que están en busca de una relación estable y significativa suelen sentirse distantes o incluso agobiados por mujeres que requieren atención constante en forma de mensajes, llamadas o exigencias de tiempo. Este tipo de demanda activa en ellos una especie de alarma, que pone en peligro su percepción de independencia y libertad.
Por otro lado, una mujer que se muestra segura, independiente y sin expectativas de atención permanente genera una atracción casi magnética. Esa actitud transmite que ella tiene su propio centro de equilibrio, que su felicidad no depende de la validación externa y que es capaz de respetar el espacio del otro. Para muchos hombres, esta energía es sumamente atractiva porque sienten que pueden compartir su tiempo y emociones sin perder su autonomía.
La clave no está en ser “menos interesada”, sino en ser auténticamente relajada y permitir que la conexión se construya desde la libertad y el respeto mutuo.
2. Independencia
Cuando hablamos de independencia, no solo nos referimos a la independencia económica, sino también a la emocional (como se ha explicado en el punto anterior). Un hombre valora a una mujer que sabe llevar su propia vida sin necesidad de depender económicamente ni emocionalmente de él para estar completa. Es decir, puede estar bien contigo, pero también sin ti.
Por ejemplo, si empiezas a salir con alguien y dejas de lado tus hobbies, tus amigos, tu trabajo y tus intereses solo para acomodarte a lo que él quiera hacer, a la larga eso resultará contraproducente. Al principio, puede parecer halagador, pero con el tiempo él sentirá demasiada responsabilidad sobre tus emociones y acabará aburriéndose, ya que no verá el reto o el desafío en alguien que hace todo lo que él quiere sin cuestionarlo.
Ser independiente no implica ser agresiva o estar constantemente compitiendo. Significa saber que puedes tener una vida plena y feliz con o sin pareja, y que, si decides compartirla con él, es porque ambos se suman mutuamente.
3. Madurez emocional
La madurez emocional es una de las cualidades más importantes para una relación estable y duradera. Durante una relación, es normal que surjan malentendidos o desacuerdos. La forma en que tú manejas esas situaciones dice mucho de tu nivel de madurez emocional.
Si cada vez que ocurre algo que no te gusta, recurres a culpar, criticar o hacer sentir mal a tu pareja, él verá que no estás preparada para una relación seria. Sin embargo, si eres capaz de negociar, asumir tu parte de responsabilidad y evitar acusar al otro, eso generará mucho respeto y admiración de su parte.
«Por ejemplo, si él no responde a tus mensajes de inmediato, en lugar de asumir lo peor, es mejor preguntarle qué ocurrió. A lo mejor estaba en una reunión o simplemente no podía contestar en ese momento. Asumir cosas sin preguntar y reaccionar de forma negativa no es signo de madurez emocional y, a la larga, creará una barrera en la relación» aclara Alonso.
4. Capacidad de mantener la atracción
A los hombres no les asusta el compromiso, sino el compromiso con una relación monótona y sin pasión.
«Uno de los mayores errores es tratar de agradar demasiado desde el principio, como regalarle cosas, hacerle favores constantemente o ser excesivamente comprensiva. Al mostrar todo esto demasiado rápido, se pierde el sentido de conquista y reto, lo que disminuye la atracción».
Es importante dejar que la relación fluya de manera natural, vivir el presente y crear momentos y experiencias memorables que él pueda recordar cuando no estén juntos. La atracción se mantiene cuando él recuerda esos momentos en los que ambos se divirtieron, se rieron y disfrutaron de situaciones únicas.
