¿No quieres tener hijos? La paternidad según antropólogos y psicólogos expertos

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“Qué pasa si no quiero ser padre” es una cuestión que ponen sobre la mesa las generaciones más jóvenes, pero ¿realmente pasa algo?

Abramos un melón importante que últimamente está muy a la orden del día y sobre todo en la cabeza de cada vez más hombres: ¿qué pasa si no quiero ser padre?”. Porque ahora “no me veo teniendo hijos”, “no me lo puedo permitir”, “quiero vivir la vida” o “simplemente no me gustan los niños”. ¿Recuerdas cuando todo el mundo parecía haberse puesto de acuerdo con que la edad perfecta para tener hijos eran los 27? ¡Já! Y ahora lo único que tenemos es un gato y un alquiler de 50m2 (y da gracias). Y llegan los 30 o incluso los 40 y los hijos siguen sin estar en el horizonte de planes. 

El INE registró en 2023 la menor cifra de nacimientos de su historia. O sea que si tú tampoco quieres tener hijos, a la vista está que no estás solo. Los expertos aseguran que hay muchísimos factores que influyen. El estilo de vida más individualista, el miedo al compromiso o el agobio a que no puedan tener buenas oportunidades laborales. ¡Por no hablar de la ecoansiedad! Seguro que has oído (o has dicho) eso de “¿Cómo va a ser responsable traer hijos a este mundo contaminado, injusto y precario?” ¡Pues veamos qué dicen los antropólogos y los psicólogos sobre el asunto!

¿Querer ser padre está realmente en nuestra naturaleza?

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Hasta hace relativamente poco era “impensable” el no querer tener hijos. Pero ¿no es acaso un tema de evolución y supervivencia? ¿No estamos “predestinados” a tenerlos? ¿Ahora se puede elegir omitir el famoso “instinto paternal”? Si para la mayoría de seres vivos, la existencia es sobrevivir y reproducirse, ¿por qué parece haber pasado esto a un segundo plano para nosotros? 

Fernando Peláez Del Hierro et al. en Etología del cuidado parental: evolución, conducta y mecanismos, habla de que “la reproducción de los organismos forma parte de la definición funcional básica de los seres vivos. Sin embargo, desde la perspectiva de la evolución del comportamiento, reproducirse no es suficiente si los genes de los progenitores no se esparcen en las poblaciones hasta el punto de ganar en representación”. Entonces, si no me importa la descendencia y simplemente no quiero tener hijos, ¿es que hay algo malo en mí? 

Aquí la psicoterapeuta Ann Davidman, explica que aunque todos los seres vivos tengan instinto de reproducción, las dudas sobre la paternidad no son nada fuera de lo común.” La experta añade que es muy frecuente pensar que llegará un momento para cada uno de nosotros, en el que lo tengamos claro y decidamos tenerlos (“el reloj biológico”, como aquel que dice, o más bien la presión social). Pero es un error creer que es así para todo el mundo. Para muchos, ser padre o no, es una decisión que se toma en base a la clásica lista de pros y contras, por frívolo que parezca. Y según Davidman “no existe una opción correcta, solo lo que es correcto para ti.” O sea que es una cuestión totalmente personal. Nadie tiene que tomar la decisión por ti ni tampoco presionarte para hacerlo.

¿Existe una hormona de la “no paternidad”? 

El Dr. Lee Gettler, antropólogo de la Universidad de Notre Dame, trabajó en un estudio que demuestra que los hombres con niveles más altos de testosterona a sus 20 años, tenían más probabilidades de tener parejas e hijos en el futuro. Sin embargo, los padres primerizos habían sufrido una disminución drástica de los niveles de la hormona si tenían un recién nacido en casa. Entonces, ¿qué pasa con mi testosterona si soy padre? “Biológicamente, la “T” está relacionada con el apareamiento y el comportamiento competitivo de los animales macho. Esa disminución de la testosterona “es la forma que tiene la naturaleza de preparar a los padres para que cooperen con sus parejas y ayuden a cuidar a los hijos”, asegura Gettler. 

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Vale, entonces pongámonos en situación: ¿qué pasa si no quiero ser padre? ¿Hay alguna “hormona de la no paternidad” o características comunes que tenga la gente que no quiere tener hijos? Hormona, como tal, no. Pero según un estudio de Adimark, la mayoría pertenece a la clase media, son más bien liberales, se cuidan, van al gimnasio y quieren invertir en experiencias como viajar. La directora de comunicaciones del estudio, Catalina Correia, comenta que “es alguien que busca sentirse libre”. 

“No quiero ser padre” y no es una cuestión económica

Sí, sobre todo entre la generación Z y los millennials, los motivos de mayor peso para no querer tener hijos son los económicos. De ahí que el famoso término DINK (double income, no kids), que es totalmente viral en redes sociales, sea (ya casi) una filosofía de vida. Esos reels en los que una pareja con recursos económicos y sin hijos viaja, hace muchísimos planes y vive la vida a sus anchas. Pues resulta que es un término de los años 80 que hoy, sin duda, experimenta un boom (sin baby). 

Pero ¿y si tienes una buena situación económica pero aún así no quieres ser padre? La doctora en Antropología Social y Cultural de la Universidad de Barcelona, María Florencia Herrera, explica que tener hijos o no, “no solo es una cuestión de dinero. También implica energía y tiempo. De hecho, hoy en día las personas que los tienen, prefieren tener pocos para darles lo mejor, que muchos y tener una situación inestable o de incertidumbre”. Vamos, que en general hay mucha más autorreflexión y las cosas se piensan dos veces antes de tomar decisiones (lo cual está muy bien). 

¿Qué hacer si no siento el deseo de tener hijos?

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El psicoanalista y escritor Luciano Lutereau comenta sobre este asunto que “en el hombre, el deseo de paternidad no aparece de la nada. Cuando surge, muchas veces depende de querer darle un hijo a su pareja y de tener descendencia”. Y ahora que las mujeres quieren tener menos hijos o no tenerlos, también disminuye este deseo entre los hombres.

De hecho, según la investigación del antropólogo biológico de la Universidad de Oklahoma, Kermit G. Anderson: “muchos hombres invierten recursos en sus hijos o hijastros como una forma de impulsar o fomentar su relación de pareja.” Es decir, que lo hacen en gran parte por la otra persona. Pero con la decisión de ser padre o no, es un error pensar así. Si tienes claro que no quieres tener hijos, no deberías hacerlo por nadie más que por ti y solo por ti. O sea que ahí es importante no intentar reducir la cuestión a “qué hacer si no quiero ser padre”, sino también plantearse “qué hacer si mi pareja quiere tener hijos y yo no”. 

¿Qué pasa si no quiero ser padre pero mi pareja sí?

Naces, creces, te enamoras y ¡va y tu pareja no quiere tener hijos! ¿Qué haces? Según los psicólogos, es fundamental preguntarse al inicio de la relación si ambas partes quieren tener hijos o no. Porque puede suponer la ruptura en un futuro. Quizás te ha ocurrido que has pasado esta cuestión por alto porque estás “locamente enamorado” y no quieres perder a esa persona o, al menos, no ahora. Sigues en la relación con una venda en los ojos porque piensas que puedes hacerle cambiar de opinión (o tu pareja a ti). Y esto es un gran problema. 

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Según los profesionales, si se trata de la opinión de un hombre, puede que acabe cediendo por hacer feliz a su pareja. O porque siente que cuando sea más maduro, también se verá más capacitado (y no tiene por qué). Si la decisión de no tener hijos es de una mujer, es mucho más complicado que cambie de opinión y de la misma forma ocurre si sí quiere ser madre, porque lo convertirá en su prioridad. Por eso, es fundamental normalizar este tipo de conversaciones en “fases tempranas” de la relación y hablar de temas que te preocupen ya que pueden suponer un cambio total de rumbo o, al contrario, alinearse todavía más ambas opiniones. 

Aquí lo más importante, según Davidman, “es aceptar que incluso tomando decisiones totalmente conscientes, no puedes controlar el resultado de lo que ocurre”. O sea que más que darle vueltas a “qué pasa si no quiero ser padre”, piensa en cómo quieres que se desarrolle tu vida y haz lo posible para que lo haga en esa dirección.