Cuando queremos potenciar los resultados, es fundamental saber cuáles son los principales errores de nutrición y entrenamiento que tenemos que evitar si no queremos frustrarnos y acabar tirando la toalla. A la hora de comenzar una rutina de entrenamiento es muy habitual caer en mitos que obstaculizan nuestros objetivos de salud y bienestar.
Uno de los errores más habituales es la adopción de dietas extremas o restrictivas, buscando resultados rápidos. Este enfoque no sólo es insostenible a largo plazo, sino que también puede causar un daño considerable a nuestro organismo. Cada individuo es único, por lo tanto, lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave está en encontrar un equilibrio nutricional que se adapte a nuestras necesidades y estilo de vida, y mantener una rutina de ejercicio regular.
Otro error común es la falta de consistencia en el entrenamiento. Muchos creen que ejercitar más significa perder más peso, pero esto puede llevar a la fatiga y el sobre entrenamiento. La consistencia y la moderación son fundamentales para lograr resultados duraderos y seguros.
Además, la constante aparición de nuevas tendencias en nutrición puede ser confusa para muchos. Sin embargo, esto no es necesariamente algo negativo. Estas tendencias emergentes a menudo reflejan avances en nuestra comprensión científica de la nutrición. Pero es crucial interpretar estas tendencias con una mente crítica, y adaptarlas a nuestras necesidades individuales en lugar de seguirlas ciegamente.
Si quieres conseguir unos resultados óptimos y mejorar de forma progresiva, echa un vistazo a nuestra lista de cuáles son los principales errores de nutrición y entrenamiento que debes evitar.
Principales errores de nutrición y entrenamiento
Error 1: Usar el cardio para perder peso
El cardio es una parte integral de un programa de fitness equilibrado, pero si tu principal objetivo es la pérdida de peso, depender únicamente del cardio puede ser un error.
Creer que largas sesiones de cardio son la mejor manera de perder peso es un mito común. Aunque el cardio puede ayudar a quemar calorías, no es especialmente eficiente en comparación con otras formas de ejercicio. Realizar largas sesiones de cardio conlleva también la pérdida de masa muscular si no se complementan con entrenamiento de resistencia.
Además, el cardio por sí solo puede no ser suficiente para provocar una pérdida de peso significativa. La dieta juega un papel importante en la pérdida de peso, y sin una alimentación adecuada, incluso las sesiones de cardio más intensas pueden no dar los resultados deseados.
En lugar de depender únicamente del cardio, un enfoque más eficaz para la pérdida de peso implica un programa de entrenamiento equilibrado que incluya entrenamiento de fuerza, ejercicios multiarticulares y, si se desea, sesiones cortas e intensas de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT). Este enfoque ayudará a quemar más calorías en menos tiempo, mientras se conserva la masa muscular y se mejora la salud general.
Además, es fundamental recordar que, si el objetivo final es perder grasa corporal, un nutricionista deberá hacernos las pruebas y los exámenes necesarios para adaptar una dieta a nuestro metabolismo y a nuestro estilo de vida.
Error 2: Atiborrarse a suplementos
Los suplementos dietéticos se han vuelto muy populares en los últimos años, y muchos creen que pueden proporcionar una solución rápida a nuestras necesidades nutricionales. Sin embargo, esto es un error común y peligroso.
El primer problema es que los suplementos no pueden reemplazar una dieta equilibrada y variada. Nuestro cuerpo necesita una amplia gama de nutrientes que solo se pueden obtener a través de la comida. A pesar de su nombre, los suplementos deben ser precisamente eso, un complemento a una dieta saludable, pero en ningún caso deben “suplir” una comida.
Además, la eficacia de muchos suplementos es tema de debate en la comunidad científica. Si bien algunos han demostrado ser beneficiosos en ciertas circunstancias, muchos otros no cuentan con evidencia científica sólida que respalde sus afirmaciones.
Por último, es importante recordar que los suplementos tienen efectos secundarios, y en algunos casos, pueden interactuar con otros medicamentos que estemos tomando. Por tanto, es crucial hablar con un especialista antes de incluir cualquier régimen de suplementación en nuestra dieta habitual.
Error 3: Dietas extremas
Una de las mayores trampas en la nutrición y el entrenamiento es la tentación de ir a los extremos. Dietas como la cetogénica, que es extremadamente baja en carbohidratos, o la dieta vegana, que elimina todos los productos de origen animal, pueden tener beneficios a corto plazo y en ciertos contextos (o incluso, por razones éticas). Sin embargo, para la mayoría de las personas, lo más saludable y sostenible es una dieta equilibrada y flexible.
Una dieta equilibrada incluye una variedad de alimentos de todos los grupos de alimentos: frutas, vegetales, granos integrales, proteínas y grasas saludables. Al hacer a un plan de alimentación extremo, es más difícil obtener todos los nutrientes necesarios para mantener un estado de salud óptimo.
Además, las dietas extremas acaban siendo imposibles de mantener a largo plazo. Una alimentación flexible, que incluye una variedad de alimentos, será más probable que se pueda mantener durante mucho tiempo, lo cual es clave para la salud a largo plazo.
Error 4: Querer dar el 100% en cada sesión
Es común caer en la trampa de pensar que cada entrenamiento debe ser una sesión agotadora de alta intensidad. Sin embargo, este enfoque puede llevar al sobre entrenamiento, el cual aumenta el riesgo de lesiones y dificulta la recuperación.
Es vital recordar que la recuperación es una parte fundamental de cualquier programa de entrenamiento. Los músculos crecen y se fortalecen durante el descanso, no durante el entrenamiento.
Entrenar con una intensidad moderada la mayoría de las veces, con solo 2-3 sesiones más duras a la semana, es una estrategia efectiva para mejorar la fuerza y la resistencia, sin poner en riesgo la salud o el bienestar. Esto también ayuda a mantener la motivación y prevenir el agotamiento.
Recuerda que controlar adecuadamente la intensidad y el volumen de tus entrenamientos te permitirá avanzar de manera progresiva, cuidando tu cuerpo y optimizando tus resultados.
Error 5: Creer que entrenar da carta blanca a cualquier tipo comida
Otro error común es creer que, si uno entrena habitualmente, puede comer lo que quiera. Si bien el ejercicio regular puede ayudar a moderar el metabolismo de los carbohidratos y a controlar el peso, no da carta blanca para consumir alimentos no saludables.
A pesar de que hacer deporte de forma regular permite una mayor ingesta de azúcares sin efectos adversos notables, esto no aplica a todos los nutrientes y componentes dietéticos. Las grasas trans y los aditivos alimentarios, por ejemplo, pueden tener efectos perjudiciales para la salud independientemente de cuánto deporte hagas a diario.
Consumir alimentos frescos y minimizar la ingesta de alimentos procesados ricos en grasas trans, aditivos y azúcares añadidos es esencial para la salud. Un enfoque holístico de la salud y el bienestar considera tanto la dieta como el ejercicio, y ninguno puede ser un sustituto del otro.
Error 6: Hacer el el pino encima de un Bosu
Aunque puede parecer emocionante e innovador incorporar nuevos accesorios y movimientos sofisticados en nuestros entrenamientos, como el uso de superficies inestables como el Bosu, la realidad es que la mayoría de las veces, estos elementos no aportan beneficios significativos.
La base de cualquier programa de entrenamiento eficaz debe ser el control de los movimientos básicos y funcionales. Movimientos como las sentadillas, los empujes, las tracciones y las cargas están diseñados para mejorar la fuerza, la movilidad y la estabilidad, y tienen aplicaciones directas en nuestra vida cotidiana.
Intentar incorporar ejercicios demasiado complicados a nuestro entrenamiento puede aumentar el riesgo de lesiones. Mantén tus entrenamientos simples, domina los movimientos básicos y aumenta gradualmente la carga a medida que tu fuerza y resistencia mejoren.
Error 7: El Biohacking
Para terminar nuestra lista de los principales errores de nutrición y entrenamiento, os hablamos de una tendencia de la que se está hablando mucho últimamente. El término «biohacking» es otra de las prácticas que más se ha vuelto muy popular en los últimos años, pero su uso puede llevar a error cruciales en la correcta comprensión de cómo funciona nuestro organismo y cómo este afecta a nuestro bienestar.
El biohacking es el intento de manipular la propia biología, a menudo con el objetivo de mejorar el rendimiento físico o mental. Sin embargo, incluso a día de hoy, nuestro conocimiento de la fisiología humana es limitado y la idea de que podemos ajustar nuestro organismo de manera precisa y segura es, en el mejor de los casos, prematura.
Este enfoque a menudo ignora el hecho de que nuestro cuerpo es un sistema increíblemente complejo y dinámico. Intentar «hackear» cualquier aspecto de nuestra biología, como la biogénesis mitocondrial, puede tener consecuencias imprevistas y muy negativas en otros aspectos de nuestra salud.
Además, como en el caso de los suplementos, el biohacking puede desviar nuestra atención de los factores fundamentales para la salud: una dieta equilibrada, un sueño adecuado, ejercicio regular y evitar factores de riesgo como el consumo de alcohol y el tabaco.
Artículo publicado por la redacción de Rísbel Magazine
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