No te vamos a contar únicamente el por qué (los motivos), o el cuándo (el momento adecuado), sino también en el cómo perdonar a tu pareja para sanar de verdad la herida y ubicar esa situación en un sitio donde ya no duele.
Cómo perdonar a tu pareja es un camino que muy pocas personas están dispuestas a transitar. En cualquier relación de pareja, tarde o temprano, nos encontramos frente a la difícil decisión de si perdonar o no a la otra persona. Es un dilema tan común como complicado porque cuando nos hacen daño, algo dentro de nosotros se resiste a la idea del perdón. Sin embargo, incluso en esos momentos de dolor, hay buenas razones para considerar seriamente si debemos perdonar.
Los errores son una constante en la experiencia humana. Todos los cometemos, ya sea por distracción, por no entender completamente una situación, o porque simplemente tuvimos un mal día y actuamos de forma que no es típica en nosotros. En el contexto de una relación, estos errores pueden variar desde pequeños descuidos hasta transgresiones más serias. Pero la verdad es que la imperfección es parte de nuestra condición humana.
Considerar el perdón es esencial porque nos da la oportunidad de superar estas imperfecciones. Perdonar no significa olvidar lo que pasó, sino más bien entenderlo y procesarlo. Es un acto que implica ver más allá del error y reconocer que todos tenemos la capacidad de equivocarnos y, lo que es más importante, de aprender de esos errores.
¿Cómo perdonar a la persona que amas?
En estos tiempos, donde el amor se vive de mil formas y las relaciones parecen más complejas que nunca, perdonar a quien amas se siente como navegar en aguas desconocidas. Pero aquí vamos, con algunos consejos del corazón para ayudarte a atravesar esta tormenta.
Primero, escucha a tu corazón:
Antes de siquiera intentar perdonar, es vital que entiendas lo que sientes. Está bien sentirse herido, triste o incluso furioso. Acéptalo, es el primer paso para sanar.
Habla, pero de verdad:
En una época donde podemos estar más conectados y, a la vez, más solos que nunca, aprovecha para expresar lo que sientes de una manera honesta. No hay nada más poderoso en una relación que una comunicación sincera.
Intenta ponerte en sus zapatos:
Aunque cueste, trata de entender por qué tu pareja actuó como lo hizo. Esto no significa justificar lo injustificable, sino más bien comprender el contexto completo. Te sorprendería lo mucho que esto puede ayudar a sanar.
Reconstruir, ladrillo a ladrillo:
El perdón es solo el comienzo. La confianza se tiene que reconstruir poco a poco, con paciencia y mucho amor. Hablen sobre qué esperan el uno del otro y cómo pueden asegurarse de que ambos se sientan seguros y amados.
Perdonar en estos tiempos puede parecer una hazaña, pero es posible. Se trata de un viaje de empatía, paciencia y, sobre todo, mucho amor propio. Y recuerda, cada paso hacia el perdón es un paso hacia una relación más fuerte y sincera.
El valor del perdón
Perdonar es una decisión para dejar atrás la ira y el resentimiento. Es muy posible que nunca lleguemos a olvidar del todo aquello que nos hirió, pero este acto puede ayudar a que te liberes del control de esa persona que te ha herido.
Según la psicóloga especialista en terapia cognitivo-conductual María José García-Tomé “perdonar no significa olvidar ni tiene porqué llevar a una reconciliación. Sin embargo, este gesto puede traernos la paz suficiente para centrarnos en nosotros mismos y continuar con nuestra vida”.
Asimismo, García-Tomé sostiene que “hay personas que tienen una mayor predisposición natural a perdonar. Por otra parte, a pesar de que tiendas a desarrollar sentimientos de rencor cuando alguien te falla, tú también puedes aprender a perdonar”.
Mantenernos en la misma página que nos hizo sufrir, nos impide disfrutar del presente, generándonos irritabilidad, ansiedad y llevándonos a perder relaciones valiosas. Aunque el perdón no sea la garantía de que tu relación de pareja vuelva a la normalidad, perdonar puede ser positivo para tu salud física y mental.
Eso sí, María José nos asegura que “hay veces que debemos de prescindir de la idea de reconciliarnos con la otra persona; por ejemplo, si las traiciones o conductas negativas se repiten”. Teniendo esto en cuenta, estos son los elementos clave que tenemos que tener en cuenta si hemos tomado la decisión de perdonar a nuestra pareja:
Comprensión, empatía y aceptación
Lo primero que tienes que tener muy claro para saber cómo perdonar a tu pareja son estos tres conceptos. Como todos cometemos errores, la comprensión, la empatía y la aceptación son imprescindibles en el perdón. Puede que nuestra pareja no haya hecho las cosas del todo bien, pero también es posible que esté completamente arrepentido y que su error le esté generando un gran sufrimiento.
Al igual que el otro debería de ponerse en nuestra situación, es bueno que nosotros sepamos ver los motivos que le han llevado a actuar así. Esto no quiere decir que acabemos siendo nosotros los que pidamos perdón, pero el ser comprensivos puede ayudar a superar este bache.
Suelta el resentimiento y deja atrás el deseo de venganza
No consideres la posibilidad de ser tú el que ahora le haga daño. Estar dolidos en ocasiones nos hace actuar en contra de nuestros principios y movidos por la venganza. Si nos dejamos llevar por la rabia acabaremos por empeorar nuestra relación y comenzaremos una lucha de egos en la que el ganador será el que más daño haga.
Perdonar es reconocer que algo nos ha molestado, pero que podremos superarlo.
Comunícate de forma honesta
La comunicación abierta es esencial en todo tipo de relaciones interpersonales. Cuando algo nos enfada lo mejor que podemos hacer es exteriorizarlo e intentar que el otro entienda los motivos que nos han llevado a ello.
De esta manera, por nuestra parte, es importante que le hagamos ver al otro lo que nos ha molestado sin machacarle.
Los distintos tipos de perdón
Aunque pueden ir ligados unos a otros, podemos establecer los siguientes tipos de perdón:
1. Perdón emocional
El perdón desde el punto de vista emocional está basado en liberar las emociones negativas y sanar las heridas. Este tipo de remisión tiene que ver con uno mismo más que con el otro. Cuando alguien nos falla es inevitable que surjan sentimientos de rechazo hacia la otra persona o una pesadumbre provocada por un asunto no resuelto.
Es muy importante que cuando nos enfrentemos a un momento bajo con nuestra pareja sepamos analizar la situación y cómo nos está haciendo sentir. Solo de esta manera podremos decidir si merece nuestro perdón, y si es así, podremos superar ese obstáculo.
2. Perdón decisional
El perdón decisional consiste en perdonar conscientemente a pesar del dolor que puede generarnos esta situación. Seguramente, pasemos una especie de “duelo” durante este proceso, pero acabará convirtiéndose en un perdón gradual.
La elección de optar por el perdón solo puede ser nuestra. Por mucho que algunos consideren que quizá el motivo de tu enfado no es suficientemente relevante, solo tú puedes decidir si es importante para ti.
3. Perdón incondicional
El perdón incondicional puede ser un arma de doble filo. Cuando nos enamoramos muchas veces somos capaces de perdonar absolutamente todo y esto, hace que el otro pueda aprovechar esta debilidad.
Cuando perdonamos de manera incondicional no esperamos nada a cambio, simplemente perdonamos. El que perdona de manera incondicional incluso deja pasar este error sin recibir una disculpa. No obstante, hay veces en las que uno tiene que ser orgulloso y esperar que el otro se dé cuenta de que su actuación no ha sido la más adecuada.
4. Perdón gradual
Hay personas que prefieren borrar por completo los errores de su pareja para no pasarlo mal. Sin embargo, en la mayoría de casos, el perdón suele ser gradual. Esto quiere decir que el que ha sido decepcionado no olvida de la noche a la mañana, pero con el tiempo ese error duele cada vez menos y lo perdona.
Pasos para perdonar a nuestra pareja
Como el proceso de perdonar no suele tener lugar de un día para otro, estos son los pasos que debemos de seguir en este proceso de curación:
Analizar la situación
Lo primero será analizar la situación. ¿Qué nos ha molestado? ¿Qué ha hecho mal la otra persona? ¿Cómo nos gustaría que hubiese actuado el otro?
Una vez respondamos estas preguntas y aclaremos qué es lo que nos ha generado ese malestar deberíamos de tratar el motivo de enfado con nuestra pareja. Es posible que, de no ser un gesto muy evidente como una infidelidad, el otro no se haya dado cuenta de su error.
Plantéate la idea de perdonar a tu pareja
Puede ser que en un principio no nos planteásemos la idea de perdonar pero que, una vez analizada la situación, veamos las cosas de otra manera. Todo dependerá en gran medida del dolor que nos haya generado la actuación de la otra persona. Si seguimos muy dolidos es probable que queramos ver cómo el otro nos demuestra su arrepentimiento.
No obstante, aunque ahora no estemos preparados para perdonar, debemos de plantearnos la posibilidad de hacerlo en un futuro aunque no haya una reconciliación.
Acepta la rabia
La rabia inicial hacia quien nos falla es completamente lícita. Es normal que si tu pareja te ha fallado te sientas decepcionado y que pienses en la idea de venganza. Acepta tus sentimientos y trata de no entrar en un círculo vicioso.
Auto protégete y decide por ti
Por mucho que perdones, es importante valorar si una reconciliación va a ser lo mejor para nosotros. Muchas veces acabamos perdonando a la otra persona sin tenernos en cuenta y arrastrando este dolor durante toda nuestra relación.
Perdonar te ayudará a curar tus heridas, pero evita quedarte donde no te quieren y valoran. El perdón y la reconciliación no tienen por qué ir de la mano. Priorízate y piensa en ti.
No esperes a que el otro pida perdón
Hay una frase popular que dice: “te creció el corazón cuando de verdad perdonaste a quien nunca te pidió perdón”. Es cierto que en muchas ocasiones dejamos en las manos del otro nuestro camino hacia el perdón. Que tu pareja te diga “lo siento” y reconozca sus errores, suele ser el punto de partida para absolverle de su culpa. Eso sería lo ideal, pero no siempre es lo habitual.
El mayor paso hacia el perdón es cuando has sido capaz de perdonar y sanar a pesar de que la otra persona no te haya pedido perdón. Dejes en manos de la otra persona tu proceso de sanación. Haz que solo dependa de ti.
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