El aspecto de la barba dice mucho de un hombre. Al igual que el peinado o la vestimenta, la barba juega un papel muy importante en la primera impresión. Además, un estudio realizado por el microbiólogo John Golobic, afirmaba que las bacterias de algunas barbas son similares a las que se pueden encontrar en un inodoro, con un promedio que ronda las 20.000 bacterias. Así pues, tener una barba limpia y cuidada no tiene que ver únicamente con la apariencia física, sino que también es una cuestión de salud. Por este motivo, te proponemos una lista de trucos para lucir una barba aseada y arreglada.
1. Lava tu barba dos veces al día
Esto es especialmente importante en las primeras etapas de crecimiento ya que las células de la piel y de los alimentos atrapados entre el bello de la barba, el humo del tabaco o las partículas que se encuentran en el ambiente, pueden exacerbar la picazón. Por ello, es muy importante lavar tu barba con agua y jabón por la mañana y por la noche. El producto a utilizar no puede ser el mismo que el del cuero cabelludo, ya que los pelos son más gruesos y rizados, así que necesita unos cuidados especiales. El champú idóneo sería uno más agresivo y natural, con el objetivo de eliminar la grasa acumulada. Al terminar, no te olvides de secar bien tu barba con una toalla limpia.
2. Hidrata con aceite
A pesar de las creencias populares, aplicar un buen aceite para la barba no provocará que ésta tenga un aspecto grasiento. De hecho, es fundamental disponer de un aceite o bálsamo para darle a tu barba una apariencia sana y cuidada. Al usar el aceite o bálsamo, no sólo estamos hidratando la barba, sino que también estamos cuidando la piel de debajo. De esta manera, también evitaremos que las puntas se quiebren, ayudando a los pelos a crecer fuertes. Al igual que los jabones y champús, los aceites y bálsamos están compuestos por productos naturales, ya que los químicos dañarían esta zona de tu rostro. En lo referente a su aplicación, lo idóneo sería utilizar este aceite una vez al día. Para ello, verteremos una pequeña cantidad en las palmas de las manos, esparciéndolo previamente antes de proceder a echarlo en la barba. Unas gotas bastarán para darle un buen aspecto y facilitar su peinado.
3. Elegir una buena loción
Aunque queramos lucir una barba larga y frondosa, es imprescindible afeitarla y recortarla con bastante frecuencia. Durante este proceso, la piel se puede irritar, surgiendo rojeces e incluso pequeñas heridas. Por este motivo, la loción de después del afeitado cerrará los poros, hidratando y calmando tu piel. Existen muchos tipos de lociones con diferentes olores. Lo mejor para un hombre es elegir un olor suave y masculino, tal como el cedro, enebro, naranja o sándalo.
4. Peina tu barba con la ayuda de la cera
El uso de la cera suele ser más común en el bigote, con el objetivo de darle la forma deseada y evitar que se despeine. Sin embargo, este producto también puede utilizarse en la barba con los mismos fines. Al encerarla, evitaremos los enredos y una apariencia de descuido excesiva. Además, resulta mucho más sencillo peinar tu barba tras aplicar un poco de cera en ella. Tendrá un aspecto mucho más cuidado y saludable.
5. Visitar al barbero
Acudir a un profesional es esencial. Cada barba es un mundo, por eso necesita diferentes cuidados y trucos. Además, lo idóneo es que el barbero sea la persona que trace el diseño inicial ya que te aconsejará a la hora de elegir la forma y el peinado adecuado para la forma de tu rostro y tu tipo de barba. Igualmente, es recomendable regresar a él una vez al mes para que trabaje la forma y la textura que, después, te encargarás de mantener en casa.
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