Si te ves reflejado en estas características, quizás tienes algún rasgo del narcisismo. Y aunque el diagnóstico se lo dejamos a los expertos, aquí tienes una pauta para saber un poco más del tema.
El mito del joven perdidamente enamorado de su propia imagen, lo conocemos de sobra, pero cuando hablamos de ser narcisistas nosotros mismos, ahí, la cosa cambia un poco. Si tienes una excesiva admiración hacia ti mismo, una constante necesidad de validación externa y te cuesta empatizar con lo que sienten los demás, quizás Narciso haya llamado a tu puerta. Pero la pregunta es hasta qué punto pueden afectar estas actitudes a tu vida personal y profesional y qué hay detrás de este posible trastorno. ¿Acaso se puede curar? Nos lo cuentan estos expertos.
¿Cuál es el perfil de un narcisista?
Aquí no venimos a diagnosticar y menos aún cuando la personalidad es un continuo, en el que no todo es blanco o negro. En este sentido, el Doctor Alejandro Macías, junto al psiquiatra Juan Humberto Macías de la Cruz, nos dan algunas pinceladas para que entendamos un poquito mejor qué tipo de rasgos suelen tener los narcisistas.
- Son personas con un alto concepto de sí mismas: “tienen estas ideas casi psicóticas de que lo que ellos hacen es mucho mejor que lo que hacen los demás”. Y que no hay nadie que pueda ser mejor que ellos. Es decir, son personas con una autoestima muy alta.
- Tienen una falta de empatía hacia el resto: les cuesta comprender a otras personas y además tienen una necesidad de manejarlas para tener esa sensación de poder.
- Son arrogantes: se trata de personas que no siguen las reglas y se creen la excepción a la norma. Además, tampoco asumen bajo ningún concepto sus derrotas.
“Es importante mencionar que todos tenemos momentos narcisistas”
Juan Humberto Macías de la Cruz, psiquiatra.
“Son rasgos que a fin de cuentas van entre lo neurótico y lo psicótico”, dice el experto. De hecho, más que tipos de narcisistas, podríamos hablar de dos presentaciones en una misma persona. “Por una parte, está la cara autosuficiente, grandiosa y sobrevalorada. Y por la otra, está esa parte más vulnerable que se da cuenta de que no puede cumplir con la imagen que tiene de sí mismo”. Por lo general, son personas que siempre sacan excusas de por qué no logran sus objetivos y le echan la culpa a los demás.
“Es un perfil de personalidad que se convierte a sí mismo en el centro del mundo y eso implica a veces aplastar a los demás”
Elizabeth Clapés, psicóloga.
Además, también cabe destacar que una persona narcisista disfruta teniendo el control sobre el resto. Por eso, “tienen a buscar posiciones laborales de poder, como políticos, médicos, policías, abogados”, explica Clapés.
¿Qué actitudes tiene un narcisista?
“El narcisismo es un trastorno estable en el tiempo y no tiene cura porque no es una enfermedad como tal, sino un tipo de personalidad”, apunta la psicóloga Gemma Albarracín. A partir de entender esto, hay una serie de signos que marcarían la pauta de vida de este tipo de perfiles:
- Se creen con derecho a todo por el simple hecho de ser ellos.
- Requieren constantemente ser el centro de atención y les encanta monopolizar las conversaciones.
- Manipulan a los demás a su favor.
- Se ven envueltos en mentiras y exageraciones frecuentes para vender una imagen determinada de sí mismos.
- Se fijan mucho en la apariencia y suelen tener una obsesión por su físico y por verse siempre perfectos.
- Su familia y pareja también tienen que estar a la altura de esa “perfección”.
- La envidia y los celos son rasgos definitorios. “De hecho, no son capaces de admirar sanamente”.
- Critican a la gente que no pasa su filtro moral.
- Para ellos, aceptar la culpa es aceptar la debilidad.
- Nunca dan por dar, siempre todo es a cambio de conseguir algo.
Lo que suele ocurrir con las personas narcisistas es que “todo lo que hacen se debe al miedo patológico al abandono”, explica la experta. Pero al no haber una conciencia del problema, “establecer un tratamiento con éxito es complicado”.
¿Cómo detectarlo con una simple pregunta?
Si estás pensando en que puedes tener rasgos narcisistas, para empezar piensa en que hay dos tipos de empatía. “La empatía emocional es la de conectar con las emociones de los demás”, explica Clapés. Sin embargo, “la empatía cognitiva es el sé cómo te sientes y sé lo que esperas de mí cuando me cuentas cómo te sientes”. Y esto no significa conectar con el dolor o la alegría, sino simplemente saber qué tipo de respuesta espera la otra persona de ti. Y en este caso, lo que ocurre con las personas con trastorno de personalidad narcisista es que “tienen desde siempre una empatía cognitiva que hace aparentar una empatía emocional”.
Así que según el psicólogo clínico y autor de The Narcissist You Know (2015), el Dr. Joseph Burgo, puedes empezar por preguntarte: ¿Cómo te sientes respecto a otras personas? ¿Qué tan capaz eres de entrar en los sentimientos de los demás? ¿Qué tan capaz eres de compartir su dolor y no solo lástima desde una perspectiva de superioridad? ¿Eres capaz de tolerar el éxito de otras personas? ¿Qué tan amenazado te sientes por ese éxito? “Si sientes que tienes que ser el único y el que más éxito tiene, es una señal de que estás lidiando con el narcisismo. Y si descubres que realmente no te preocupas mucho por otras personas o las ves como competidores”, ahí tienes otro indicio.
¿Por qué siento que soy narcisista?
Muchas veces llamamos a alguien narcisista muy a la ligera y es importante entender que en la mayoría de casos no implica tener un trastorno de personalidad. “El patrón es estable, inflexible y la persona suele ser así al menos desde que era un adolescente”, explica la Doctora Dawn-Elise Snipes. Además, es generalizado y no ocurre en ámbitos de su vida aislados. “Muchas personas pueden mostrar algunos o muchos comportamientos narcisistas en entornos particulares, por ejemplo, en el trabajo. Pero pueden ser dulces cuando llegan a casa y muy compasivos con sus amigos, lo que no los convierte en narcisistas”. Si sientes que eres narcisista, quizás puedas estar confundiendo estos rasgos de la personalidad con el trastorno en sí, pero es interesante entender que “estos comportamientos, al final, se deben a déficits de habilidades, como tener poca inteligencia emocional, asertividad o habilidades de comunicación”.
Y otras veces, puede ser la forma en la que has aprendido a mantenerte seguro ante amenazas de otros, añade Snipes. “Es importante reconocer a la persona como un todo y si estás actuando de manera desagradable en un entorno concreto, habría que examinar qué es diferente en ese entorno”. Por ejemplo, si sientes que no necesitas a nadie para tener éxito, puede que seas muy optimista (cuando se toma hasta cierto punto). “Pero es patológico cuando empiezas a alejar a los demás porque te sientes amenazado por ellos”. Todo esto puede provenir de un apego inseguro, “por crecer en un contexto en el que no te dieron la atención que necesitabas para desarrollar relaciones interpersonales saludables”. Y de hecho, “muchas personas que crecieron en ambientes caóticos pueden no haber sabido tomar las perspectivas de otras personas porque, entre luchar o huir, no tuvieron tiempo de aprender a ser empáticos”.
¿Qué hacer si descubro que soy narcisista?
“El narcisismo en sí no tiene por qué ser psicopatológico”, aclara la psicóloga Elisabeth Clapés. Es decir, puedes ser una persona egocéntrica, egoísta, con necesidad de recibir atención, puedes tener “rasguitos” pero no tienes por qué tener un trastorno. “Se considera crónico pero se puede regular”. La experta explica que las personas narcisistas tienen control sobre sus actos, no están enfermas y pueden decidir ellos mismos hacer o no hacer algo. “Tienen criterio, tienen raciocinio, por lo tanto se les puede enseñar”. Pero la pregunta es cómo. Si sabes que eres narcisista, hay que empezar a entender que si haces las cosas mal “al final es un tema de refuerzo o castigo”. La idea es pedir ayuda y acudir a un profesional que te enseñe a mirar desde otra perspectiva.
También habría que ver el grado de narcisismo, ya que es un proceso de terapia complejo porque son personas que no suelen pedir ayuda. “Si es una persona con rasgos, lo puede trabajar, pero si la persona tiene el trastorno de personalidad como tal, va a hacer como que la cosa no va con él y no van a terapia a no ser que vayan obligados por la pareja o familiares”. Lo ideal, por supuesto, es intentar trabajar mucho la inteligencia emocional, preguntar a las personas de tu entorno cómo se sienten, tratar de conectar con esos sentimientos y reparar el daño que hayas podido causar con tus actitudes. Y si quieres saber si eres narcisista o no y qué grado, lo mejor que puedes hacer es acudir a consulta para ver tu caso de forma siempre individual, sin autodiagnosticarte ni etiquetarte.