Toni Spinelly fue uno de los nombres por excelencia del mundo de la moda de los años 70. Sus rasgos puramente masculinos hicieron de él uno de los modelos más habituales de las mejores revistas para hombre y su belleza conquistó las pasarelas de las firmas de moda más prestigiosas del mundo.
La década de los setenta fue una época en la que los Rolling Stones reventaban los estadios con sus conciertos, un periodo en el que Nueva York estaba comida, además de por las ratas, por las deudas cuando el presidente Gerald Ford rechazó la petición del alcalde de que el gobierno estadounidense rescatara financieramente a la ciudad y también fue ese lapso de tiempo en el que los modelos masculinos comenzaban a emerger más allá de ser un complemento de sus homólogas femeninas.
Impulsadas por la liberación sexual, la contracultura, la rebelión social y lo underground, las tendencias masculinas y los productos de belleza dedicados al hombre se habían convertido en algo corriente al otro lado del atlántico y Toni Spinelli fue el encargado de simbolizar la imagen de un nuevo hombre adaptado a su tiempo en las campañas de estos productos enfocados específicamente al público masculino.
Spinelli, que comenzó su carrera como modelo a los 19 años, se encontró con algunas dificultades para que lo aceptaran en los castings debido a su look mediterráneo, «en ese momento, tenías que tener el pelo rubio y los ojos azules. Eso era todo lo que esperaban de un modelo masculino.»
En una mañana del invierno de 1974 en Nueva York, Tony recibía una llamada de su agente, Zoli Rendessey, de la agencia de modelos Zoli Models. Zoli le pidió a Spinelli que participara en una sesión de fotos de prueba de trajes de baño para la revista Vogue. La cita era en el estudio de Richard Avedon. La modelo y actriz estadounidense René Russo esperaba a Tony en la sala de maquillaje. Aquella fue la primera sesión que realizarían René y Tony para la revista Vogue.
En la sala contigua al estudio de fotografía, los maquilladores embadurnaban a Spinelli con bronceador para conseguir un look más veraniego y tras más de noventa minutos de maquillaje y autobronceador, ambos fueron llamados al set para comenzar la sesión de fotos de prueba.
Tras una hora de disparos, Avedon fue a su oficina mientras esperaba a que los negativos fueran revelados y avisó a los dos modelos para que descansaran un rato y se relajaran. Toni y René se vistieron con sus ropas de calle y estuvieron charlando con el equipo de producción.
Treinta minutos más tarde, Avedon regresó al estudio y se dirigió a los modelos, que conversaban con los asistentes y los maquilladores. El fotógrafo miró fijamente a Spinelli y le preguntó “¿Qué harás la próxima semana?” Tony respondió descarado “la próxima semana haré lo que tú quieras que haga”. A pesar de que el resultado del bronceado no fue el deseado por Avendon, la frescura y la belleza de Spinelli conquistaron al fotógrafo y confirmó al joven modelo para la sesión de fotos que realizaría en Cabo San Lucas, México, para la revista Vogue.
Tony fue enviado México junto con el resto de modelos una semana antes del día de la sesión de fotos para conseguir un bronceado natural para unas fotos que hicieron historia y lo encumbraron en una profesión que apenas estaba dando sus primeros pasos. Y es que Toni puede presumir de ser, hace hoy cincuenta años, el primer top model masculino de la historia.
«Mi primer trabajo fue con la revista Seventeen como un extra con dos chicas que hacían todo tipo de deportes, y yo era el apoyo», confesaba. «Siempre fui un accesorio para las chicas, como con René Russo en su primera publicación de Vogue en 1974. Fue su primera gran portada de Vogue, y yo era el otro tipo en el rodaje».
Entre sus colegas se encontraban nombres como Horst, Scavullo, Avedon, Newton, Bassman, Penn, van Wangenheim, Polly Mellen, Harry King, Way Bandy, Mario Valentino, Halston o Gianni Versace.
Los modelos masculinos se hicieron populares durante la década de los setenta, cuando diseñadores como Calvin Klein, Giorgio Armani o Versace empezaron a crear colecciones completas específicamente para hombre y allí estaba Toni Spinelli para servir de maniquí para todos ellos. Su prestigio dentro del circuito de las pasarelas internacionales fue tal que protagonizó la primera portada de Men’s Vogue en 1978.
Después de confirmar campañas para diseñadores como Calvin Klein, Ralph Lauren, Versace y Armani, Tony Spinelli protagonizó dos veces la portada de la revista GQ, lo que era más que inusual para un modelo masculino de su época. Su currículum, además, no solo incluye campañas para los diseñadores más prestigiosos, sino que ha puesto cara a anuncios de televisión y catálogos para una lista interminable de firmas y marcas internacionales de reconocida reputación.
Toni Spinelli que tiene hoy 73 años, montó una panadería en Connecticut, Spinelli Brothers Baking, y la última vez que trabajó como modelo fue en el año 2012, en el evento benéfico I Am Waters para ayudar a la gente sin hogar de Houston. Aquel día, delante de la prensa y a sus 65 años, el modelo seguía desprendiendo la misma belleza y la misma elegancia que cuando apenas estaba empezando en el Nueva York del Studio 54.
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