Su chef, Marcello Salaris, se sirve de la cocina para recrear sentimientos en una propuesta gastronómica de carácter internacional y producto nacional donde destacan las creaciones delicadas y llenas de sabor.
Una cena de desconexión veraniega sin salir de Madrid puede venir acompañada de un sabor mediterráneo e internacional capaz de cambiar la perspectiva de una semana cualquiera. Y, Martinica es uno de esos destinos gastronómicos donde disfrutar del mejor producto nacional, fresco y de mercado sin salir de la ciudad, pero donde probar los mejores platos inspirados en países como Japón, México, Italia o Marruecos.
Así, el verdadero sello de este restaurante es el afán de su chef Marcello Salaris por compartir aquellos sentimientos que guarda de sus propias experiencias y, para ello, a través de su carta recorre los cinco continentes junto a los clientes y ofrece texturas, aromas, colores y sabores que crean el escenario perfecto para una aventura única con sabor a vacaciones de verano.
Rebeldía, contraste, sorpresa y equilibro son algunos de los adjetivos que definen la experiencia que brinda MARTINICA. La frescura de la burrata con tartín de tomate bañado por un toque de aceite balsámico, yuzu y pesto; el tartar de atún rojo con trufa de verano o cualquiera de sus opciones del mar, trasladarán la mente, en un instante, a la costa gracias a la experiencia de sabores envolventes.
Para cerrar esta aventura están las opciones más dulces de la carta, en donde destaca Mi viaje a Marruecos: una propuesta en la que conviven a la perfección sabores extremos como el de la frambuesa, el curry o el pistacho presentado, directamente, en un tradicional tajine; o la original Panna Cotta de MARTINICA con queso de cabra, helado de nata, nueces, pimienta rosa y un algodón de azúcar blanco, un postre refrescante que no deja indiferente.
Para vivir una verdadera noche de verano, que sepa a vacaciones y a libertad, la cena puede acompañarse de algunas de las 50 propuestas de vino nacional de su carta (tintos, blancos y rosados) o de las cervezas del porfolio de Heineken como El Águila o Paulaner; así como de su novedosa variedad de cócteles donde su mixólogo, Emilio Rodríguez, después de haber pasado por coctelerías emblemáticas como Angelita Madrid, Malaboca y los restaurantes Dspeakeasy o Fayer prepara sus creaciones a diario como son el Martinica Club, con encurtido casero de frambuesa y moras y London dry gin con un toque dulce y fresco de menta; el Momento tiki, un equilibrio entre zumos y destilados con cítricos, canela Thai y vodka; y Andino, un cóctel nikkei con umeshu y shiso, perfecto para acompañar la comida.
Así, el verdadero sello de este restaurante es el afán de su chef Marcello Salaris por compartir aquellos sentimientos que guarda de sus propias experiencias y, para ello, a través de su carta recorre los cinco continentes junto a los clientes y ofrece texturas, aromas, colores y sabores que crean el escenario perfecto para una aventura única con sabor a vacaciones de verano.
MARTINICA es un proyecto de Francisco Gil, empresario con amplia y consolidada trayectoria en hostelería en Salamanca y con el que da el salto a Madrid elevando y perfeccionando todavía más el concepto original de MARTINICA que abriese en 2018 en la ciudad del Tormes. Para el área gastronómica confía en el chef nacido en Cerdeña, Marcello Salaris, que ha logrado crear una personalísima y altamente sofistica visión de la cocina fusión internacional con gran presencia del producto local y, en concreto, el buen producto castellano.
MARTINICA
Calle del Pinar, 6 bis, 28006 Madrid
Teléfono: 910 94 79 12
Ticket Medio:
38 – 42 €
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