Todos lo hemos sentido en algún momento: ese agotamiento constante que parece no desaparecer, independientemente de cuánto intentemos descansar. Nos sentimos cansados al levantarnos, agotados al mediodía, y listos para caer rendidos en la cama por la noche, aunque no hayamos realizado ninguna actividad especialmente extenuante. Pero, ¿cuál es la razón detrás de esta fatiga constante?
Antes que nada, es muy importante que identifiquemos cuáles son los motivos que nos hacen estar tan cansados: falta de sueño, exceso de trabajo, una mala alimentación. Las causas de que no puedas rendir al máximo en el trabajo o que no tengas fuerzas para salir a tomar algo con tus amigos pueden ser muy variadas.
¿Por qué me siento siempre cansado?
La sensación de fatiga crónica puede deberse a diferentes factores, entre los cuales destacan:
Trastornos del sueño: Un mal sueño o falta de sueño de calidad pueden ser los principales culpables.
Dieta inadecuada: La falta de nutrientes y una dieta no balanceada pueden agotar las reservas de energía.
Desbalance hormonal: Desajustes en la tiroides o en los niveles de cortisol, entre otros, pueden influir en la energía.
Estrés: El estrés crónico puede agotar el cuerpo y la mente, conduciendo a la fatiga.
Condiciones médicas: Algunas enfermedades, como la anemia o la diabetes, pueden provocar cansancio.
Dicho esto, muchas personas buscan soluciones rápidas y recurren a estimulantes externos como el café o las bebidas energéticas. Si bien estos pueden proporcionar un impulso temporal, no son soluciones a largo plazo y pueden tener efectos secundarios no deseados. Por ello, es esencial optar por soluciones más naturales y sostenibles.
Qué hacer para dejar de estar cansado todo el día
Evita el consumo excesivo de azúcar
Si bien el azúcar puede proporcionar un impulso de energía temporal, también puede causar un «bajón» cuando sus efectos desaparecen.
Mejora tus hábitos de sueño
Aunque seas más nocturno que diurno, recuerda cada noche el esfuerzo que te supone despertarte a la mañana siguiente por haberte quedado mirando el móvil hasta las tantas. Una vez empieces a dormir entre 7 y 8 horas, notarás el cambio.
Intenta establecer una rutina regular de sueño, evitando pantallas al menos una hora antes de acostarte y asegurándote de que tu dormitorio sea un espacio tranquilo y oscuro.
Dormir es esencial para recobrar la energía suficiente para el día siguiente. Eso sí, ten en cuenta que cuánto más se duerme, más se quiere, así que tampoco te pases de las horas estipuladas.
Mantén una dieta balanceada
Consume alimentos ricos en hierro, magnesio y vitaminas del complejo B. Los vegetales de hojas verdes, las nueces, y los granos enteros son excelentes fuentes de energía.
Mantente siempre hidratado
La falta de agua puede hacernos sentir deshidratados y mermar considerablemente nuestra energía y haciéndonos sentir cansados.
No beber la cantidad suficiente de agua puede causar otros efectos negativos tales como irritabilidad o dolor de cabeza, problemas que, como podrás imaginar, tienen que ver con el cansancio. Así que ya sabes, trata de llevar contigo siempre una botella de agua y asegúrate de beber unos dos litros diarios.
El desayuno es la comida más importante del día
Levántate con el pie derecho y empieza el día con un buen desayuno. Puede que seas de esas personas que tan solo toma un café a primero hora de la mañana, pero esa costumbre debe de cambiar.
Después de pasar ocho horas durmiendo, nuestro cuerpo ha de recargar pilas para empezar el día con energía. Levántate con tiempo y prepárate un buen desayuno que incluya proteínas, vitaminas e hidratos de carbono. Una vez te acostumbres a ello, se convertirá en un imprescindible de tu rutina.
Haz 5 comidas al día
Una buena alimentación es vital para obtener la energía suficiente para afrontar el día. Desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Haz 5 comidas con intervalos de unas 3 o 4 horas para recuperar la energía que vas perdiendo a lo largo del día.
Pero no vale cualquier comida si lo que quieres es cuidarte. Trata de llevar una alimentación saludable y variada y conseguirás la energía que te falta.
Haz ejercicio
Si ahora te sientes cansado y alguien te recomienda hacer ejercicio, seguramente pienses que es el peor consejo que te pueden dar, pero te equivocas. Hacer deporte es esencial para regular nuestro cansancio.
Al practicar ejercicio físico liberamos endorfinas, lo cual nos hace sentir más enérgicos y animados. Del mismo modo, también ayudará a que pillemos antes el sueño y descansemos mejor.
La actividad física, aunque parezca contradictorio, puede aumentar tus niveles de energía. No es necesario que realices ejercicios intensos; una caminata larga a diario puede hacer maravillas.
Dedícate tiempo
Para rendir bien es necesario que también te dediques tiempo a ti mismo. Las horas de trabajo ya generan demasiado cansancio físico y mental como para llegar a casa y seguir pensando en ello. Además, el hecho de no tener momentos de descanso puede afectar gravemente a nuestro rendimiento. Despeja la mente, sal con tus amigos, ponte tu serie favorita. Haz lo que quieras, pero descansa y disfruta.
Técnicas como la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés, equilibrar tus hormonas y mejorar tu energía.
Establece descansos durante el día
Tomarte unos minutos para estirarte, respirar o simplemente desconectar puede revitalizar tu mente y cuerpo.
La clave para combatir la fatiga crónica reside en un enfoque holístico que tenga en cuenta el bienestar físico y mental. Escuchar a tu cuerpo, alimentarlo correctamente, y ofrecerle descanso y relajación adecuados, son pasos esenciales para recuperar tu energía y vitalidad.
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