Qué hacer cuando un amigo te pide dinero prestado y no te lo devuelve

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¿Has prestado dinero alguna vez y no te lo han devuelto? Esto es lo que debes hacer si no quieres seguir perdiendo dinero a lo tonto

Si quieres saber qué hacer cuando un amigo te pide dinero y no te lo devuelve, estás en el artículo adecuado. Todos nos hemos visto alguna vez en la posición de tener que hacerle un favor económico a algún amigo, familiar o conocido, pero ¿qué podemos hacer cuando esta persona no salda su deuda?

Para empezar, es importante que aprendas la lección de saber a quién le dejas tu dinero para asegurarte de que, en cualquiera de los casos, acabará por devolvértelo. La confianza es esencial en este tipo de acuerdos, así que por mucho que quieras hacer de buen samaritano piénsatelo dos veces antes de dejar dinero prestado.

En muchas ocasiones, cuando le dejamos dinero prestado a una persona se pone de manifiesto una clara posición de superioridad (en este caso, económica) con respecto a la otra persona, por lo que cuando vamos a reclamar nuestro dinero, nos invade una sensación de culpabilidad por estar reclamándole nuestro dinero a una persona que tiene apuros económicos.

Por otro lado, piensa que esta situación no es un problema que hayas generado tú, sino que es producto de la mala gestión económica de la otra persona. No te sientas culpable por querer recuperar lo que es tuyo.

Es importante que tengas en cuenta los siguientes aspectos: ¿qué relación existe con la persona que te está pidiendo el dinero prestado? Evidentemente, no es lo mismo dejar 10 euros a un amigo, que dejarle 1000€. ¿Qué precio tiene vuestra amistad? ¿Es una situación puntual producida por un imprevisto o la otra persona acostumbra a estar en apuros económicos? ¿Para qué necesita el dinero? ¿Qué antecedentes hay en vuestra relación de situaciones similares? ¿Cómo debes de actuar para recuperar tu dinero y que la relación con la otra persona no se vea afectada? ¿Dejarlo pasar? ¿Darte por vencido?

De eso nada. Atiende a estos consejos que puedes aplicar en caso de haberle prestado dinero a un amigo o conocido y que este aparentemente no parezca que te los vaya a devolver:  

Cómo recuperar tu dinero cuando tienes confianza con la persona

Si tienes confianza con la persona a la que le has prestado dinero, ya sea un amigo o un familiar, SÉ CLARO.

Esa persona te conoce y te valora, es por eso que debe de ser fiel a su promesa y devolverte la cantidad que le diste en su momento. No te cortes, díselo. Lo va a entender.

No hace falta que suavices el mensaje que le quieres hacer llegar, coméntaselo y que sea él el que te dé las explicaciones pertinentes. Hazle entender que es tu dinero y que ahora lo necesitas.

A la hora de enfrentarte de nuevo a una situación como esta, ten en cuenta el dicho de que no hay mejor manera de perder una amistad que prestando dinero a un amigo. Hay que saber muy bien a quién le hacemos un préstamo porque en ocasiones este tipo de acuerdos puede estropear por completo nuestra relación con la otra persona.

En muchos casos, cuando alguien le presta dinero a un amigo, debido al vínculo que tiene con la otra persona, no quiere presionar al otro recordándole que le debe dinero. Esto puede hacer que la relación se fragmente poco a poco debido a la falta de comunicación, por lo que, si estás en esta situación, lo mejor es que seas claro con tu amigo.

No obstante, esto no quiere decir que nunca le hagas un favor de este tipo a un amigo, pero sería bueno que valorases en qué quiere invertir esa cantidad. Existe la posibilidad de que el dinero no sea la única solución a su necesidad. Busca tu seguridad financiera y no te embarques en pagarle un caprichito a un amigo.

Por otra parte, a raíz de esto puedes valorar si es una persona a la que puedes hacerle este tipo de favores. Estamos hablando de dinero y es importante que, como amigo, no evada la cuestión y evite pagarte. Es su deber el de ser consecuente con el préstamo que te ha pedido. No es tu papel el de sentirse culpable. ES TU DINERO.

Cómo recuperar tu dinero cuando la persona es alguien con quien no tienes mucha confianza

Déjaselo caer o si te da corte recordárselo en persona opta por escribirle un mensaje en el que le pidas el dinero comentándole que necesitas recuperar lo prestado. Puedes decirle que tú le debes ese dinero a otra persona, aclararle que son tus ahorros y que no te gustaría perderlos o simplemente serle sincero. Lo importante es que no lo dejes pasar.

Si esto no es suficiente, tendrás que ponerte algo más serio y ser tan claro con esta persona como lo serías con alguien de tu confianza. En este caso, aunque te cueste más pedirle el dinero en primera instancia, no es la misma presión que cuando se trata de un amigo.

Otra opción es barajar la posibilidad de que un intermediario, alguien de tu confianza y de la de la otra persona, trate de recordarle al otro que te debe dinero. Puede parecer una solución un poco rebuscada, pero puede ser una forma efectiva de recuperar lo que es tuyo.

Actualmente existen métodos muy efectivos para solicitar dinero a la otra persona. Un buen modo es enviarle una solicitud de bizum a través de la aplicación del banco. Esto le recordará a la otra persona que aún no ha saldado su deuda y que además tú estás pendiente de recuperar tu dinero. Seguramente esta persona se sienta un poco avergonzada al darse cuenta de que has notado que está esquivando la situación.

Aunque pueda parecer demasiado formal, otra opción es pensar en la posibilidad de formalizar una especie de contrato en el que determinéis en qué plazo de tiempo esa persona debería devolverte el dinero. Los préstamos de palabra muchas veces se quedan en el aire y al no establecer ningún tipo de pacto puedes acabar perdiendo lo prestado por completo. No importa que a la otra persona le parezca demasiado. Tienes derecho a asegurarte de que ese dinero volverá a ti.

Si el hacer este tipo de favor te está dando problemas, te servirá de moraleja para la próxima vez que alguien te pida dinero. No dejes aquello que no quieras perder. Siempre cabe la posibilidad de que la otra persona no tenga forma de recompensártelo y el que habrá salido perdiendo serás tú.

Decir que no es complicado, pero en esta vida todo se aprende. Puede resultar difícil en un primer momento; sin embargo, una vez empieces a ponerlo en práctica, comenzarás a ser plenamente consciente de tus necesidades.

Al final lo mejor es tomar la sabia decisión de convertirte en el prestamista de tu amigo, porque se establecerá una relación de esclavo y amo y en las amistades nunca debe de haber roles. Cultivar una buena relación de amistad es un trabajo que requiere tiempo, confianza y sinceridad, no permitáis que el dinero se interponga entre vosotros.

Artículo publicado por Ángela García-Tomé

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