¿La fluoxetina afecta a la sexualidad? Esto es lo que dice la ciencia al respecto

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Te contamos cómo la fluoxetina afecta a la sexualidad y qué puedes hacer para remediarlo.

Cada vez más personas necesitan recurrir a los antidepresivos para poder enfrentarse a las adversidades de la vida. Sin embargo, uno de los temas que más suelen preocupar a quienes deben tomar esta clase de fármacos es su influencia en el terreno sexual. De entre estos medicamentos, la fluoxetina es uno de los que más afecta a la sexualidad.

La fluoxetina, también conocida bajo el nombre comercial de Prozac, es uno de los antidepresivos más comunes en la actualidad. Pertenece al grupo de los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), y se emplea para tratar enfermedades como el trastorno obsesivo-compulsivo y la depresión. Asimismo, puede emplearse combinada con otros fármacos en el caso de trastornos más graves como puede ser la bipolaridad, o depresiones especialmente complicadas.

Si bien su efectividad y sus beneficios están más que comprobados, también cuenta con una serie de efectos secundarios adversos. Uno de los más destacados y que más tiende a preocupar a los pacientes es el impacto en la libido de las personas.

¿La fluoxetina afecta a la sexualidad? Si es así, ¿de qué manera? ¿Existe alguna forma de combatir los problemas derivados y disfrutar de una vida sexual satisfactoria incluso bajo el consumo de este medicamento? Se trata de preguntas que vamos a contestar hoy, de manera que sepas todo lo necesario para enfrentar los efectos a la hora de tomar este fármaco.

Los efectos secundarios de la fluoxetina

Como todo medicamento, el Prozac cuenta con una serie de contraindicaciones y consecuencias nocivas, si bien los beneficios superan ampliamente a los riesgos. Algunos de los más comunes y de menor gravedad son las náuseas, la debilidad generalizada, el dolor de cabeza y los temblores. En el ámbito mental, destacan el nerviosismo, los problemas de sueño o la dificultad para mantener la concentración.

Otros efectos más serios, aunque muy poco habituales, son las alucinaciones, la alteración del ritmo cardíaco y la aparición de sarpullidos y otras afecciones de la piel. Ante los casos de esta índole, es imprescindible interrumpir el tratamiento y avisar a un médico.

Finalmente, se encuentra la complicación que trae de cabeza a muchísimos pacientes que consumen este fármaco: la medida en la que la fluoxetina afecta a la sexualidad. Aunque antes de aportar soluciones a dicho problema, veamos qué dicen las investigaciones al respecto.

Influencia de la fluoxetina en el deseo sexual

En mayor o menor medida, la práctica totalidad de los medicamentos antidepresivos tiene consecuencias negativas para la libido y el correcto desempeño sexual. Estos inconvenientes afectan tanto a los hombres como a las mujeres, aunque frecuentemente de maneras distintas. Ellos suelen presentar problemas de disfunción eréctil, mientras que para ellas resulta más difícil alcanzar el orgasmo.

En el caso de la fluoxetina, la mayoría de los afectados por este problema describe una notable bajada en su apetito sexual, especialmente al inicio del tratamiento. Esto se debe a que dicho medicamento cuenta con un efecto bastante más potente que el de otros fármacos similares. Según un estudio realizado por los psiquiatras mexicanos Sergio Vázquez Urbina y Ricardo Secín Diep, queda patente el impacto del Prozac en el desempeño sexual.

En dicho análisis, dos de cada diez personas manifestaron diversos trastornos relacionados con la disfunción sexual, concretamente, problemas para la erección y la eyaculación. Asimismo, los pacientes también mencionaban un descenso en su libido. Asimismo, la tasa de dificultades relacionadas con el sexo causada por la fluoxetina es 10 veces superior a la producida con otros antidepresivos.

Estos números se hallaban a la par con otros fármacos, tales como la paroxetina y la sertralina. Por el contrario, el moclobemide apenas causó problemas de esa clase, además de ser igualmente eficaz para el tratamiento de la depresión y otras enfermedades similares. Los investigadores también descubrieron que, al interrumpir el tratamiento con fluoxetina, la mejoría en cuanto a la disfunción sexual se produjo en apenas un par de semanas.

Cómo puede contrarrestarse el efecto

Aunque el impacto de la fluoxetina en la sexualidad va disminuyendo con el tiempo, esto no significa que no resulte molesto igualmente. Ante esta situación, existe una serie de soluciones para poder disfrutar de una vida sexual plena. Una de ellas consiste en evitar su consumo el día en el que se van a mantener relaciones, con el fin de minimizar los efectos. No obstante, debes limitarlo a un día por semana como máximo.

Otra opción es disminuir levemente la dosis del fármaco, o incorporar medicamentos adicionales que aumenten la libido y la potencia sexual. El sildenafilo ayuda a contrarrestar los efectos del antidepresivo tanto en mujeres como en hombres, especialmente en el caso de estos últimos. Sin embargo, antes de probar cualquiera de estos métodos debes contar con la autorización previa de tu médico.

Asimismo, puede barajarse una terapia alternativa para la depresión. Existen otros medicamentos que influyen menos en el descenso del deseo sexual, y que ayudan igualmente en el tratamiento del problema. Pregunta a un profesional cuáles son las otras opciones, y evaluad juntos la lista de ventajas e inconvenientes de cada una.

Sin embargo, debes tener en cuenta que la propia depresión también afecta a la libido, por lo que quizá el medicamento no sea la causa real. Antes de probar cualquiera de las opciones anteriormente descritas, es mejor que hables con tu médico para poder determinar el motivo exacto y actuar en consecuencia. Realizar una evaluación completa de la función sexual resulta crucial para poder reducir todo lo posible el impacto de la depresión en la misma.

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