A punto de estrenar «A mil kilómetros de la Navidad» (Netflix), el actor Peter Vives se prepara para comenzar un 2022 cargado de nuevos e ilusionantes proyectos. Así es de cerca el nuevo galán de la ficción española.
Aun cuando carece de una creencia astrológica, aun cuando no es aficionado a los mensajes motivadores del horóscopo, el entrevistador insiste en avivar la emoción y comienza la entrevista preguntándole por su pasado, por sus orígenes. Aunque este actor no crea en lo que dicen las estrellas sobre él, empezó a convertirse en una de ellas a una edad muy temprana, cuando tan solo era un joven de Barcelona que logró su primera aparición en la película Amb el 10 a l’esquena.
En aquel momento su vida no cambio tanto, pero las chicas guepardo de Disney pusieron sus ojos en él y llegaron a Barcelona para grabar la película con la que su vida nunca volvería a ser la misma. Comienzan a hacerse presentes los rasgos optimistas y soñadores de su signo, Cáncer, al viajar con los recuerdos al pasado. Se percibe en sus miradas hacia abajo y en su sonrisa nostálgica.
Hemos quedado con Peter Vives (Barcelona, 14 de julio de 1987) por Teams para hablar de todo un poco antes que nadie. Van pasando los primeros minutos de una entrevista que había empezado en torno a una conversación que rompía la frialdad de la pantalla que nos separa. La lluvia catalana se instala como banda sonora de fondo, acompañando a una tenue luz gris de un día nublado que se adivina por la ventana.
Peter Vives estaba en el lugar y en el momento indicado para que su vida cambiara de forma radical. A pesar de que insiste en no creer mucho en la unión de las estrellas, incursionó en un mundo en el que ya había otros astros que giraban entorno al universo de Disney. En ese momento, para Peter Vives comenzaba un mundo lleno de puertas abiertas al cielo de la actuación y el entrevistador, sin querer perderse ni un solo detalle, comenzó a indagar en el alma pasada del actor, ya revelada en sus inquietos gestos.
¿Qué recuerdos guardas de tu participación en la película de Disney The Cheetah Girls 2?
Ahí fue cuandotodo cambió. Fue un punto y aparte, un desvío en mi vida. En aquel momento se me abrió una puerta y fui por ese camino sin pensármelo. Dejé la carrera y me puse a estudiar teatro.
En las Cheetah Girls 2 tocas la guitarra. La música es también otra de tus pasiones, ¿echas de menos la unión entre el arte musical y el arte de la actuación en tus personajes?
Sí. Normalmente, cuando actúo, es raro encontrar un personaje que me permita compaginar la actuación y la música. De niño estudié piano desde los 8 hasta los 16 años, pero cuando dicen que soy pianista lo desmiento enseguida, porque es un insulto para todos los pianistas profesionales. Yo simplemente soy un actor que ha trabajado como modelo, que toca el piano, la guitarra y canta, y esto último a nivel amateur...
¿Pero cuál de todas esas inquietudes es la que más te llena? ¿el modelaje? ¿la música? ¿la actuación?
Al contrario que mucha gente que tenía claro que quería dedicarse a la actuación, yo “hice trampas” porque ya sabía que lo había medio conseguido de algún modo. No sé por qué razón supe que me iban a llegar más oportunidades para poder actuar porque tengo un físico distinto y hablo inglés perfecto, y eso ha sido lo que me ha abierto las puertas en mi trabajo. Siempre he sido consciente de que tengo más cartas que mucha gente aquí. Como decía Matthew McConaughey; “solo tendrás tiempo en tu vida para especializarte en una cosa, así que escógela bien”. Sin embargo, no estamos listos para tomar esta decisión cuando tenemos que tomarla. Cuando yo tenía que decidir que bachillerato estudiar, elegí el bachiller de ciencias, pero me encantaba la filosofía, ya que siempre he intentado cerrarme las menores puertas posibles. Nunca me había especializado en nada concreto, me gusta el mundo en general y creo que el hecho de ser actor combina bastante bien con esa inquietud.
Ahora estoy en un punto de mi vida en el que parte de ser adulto es decidir cerrar unas puertas que había abierto e ir a muerte por el camino que he elegido. Es un aprendizaje. A veces estoy en las nubes y me cuesta poner los pies en el suelo y arriesgarme, sentir quien soy de verdad y ser consciente de lo que quiero.
¿Cómo se aprende a ser actor?
Yo creo que hasta cierto punto es innato, sin embargo es difícil sacarlo. A veces pienso que todo el mundo podría ser actor y mucho de lo que aprendes en la escuela de teatro es a desaprender tópicos sobre la actuación.
Una de las habilidades que he aprendido estudiando interpretación ha sido la de identificar características de los personajes que interpreto. Hay rasgos de la personalidad de mis personajes que, evidentemente, no son innatas y que se adquieren observando y analizando a otras personas como la familia, los amigos y gente de mi entorno.
¿Qué personaje ha dejado alguno de esos rasgos en tu forma de ser?
En muchas ocasiones de mi vida cotidiana me vienen cosas de algunos personajes o lo que haría mi personaje en ese momento, pero por el bien de mi salud mental tengo que ser capaz de hacer borrón y cuenta nueva, desapegarme de mis personajes y enfrentarme a la vida según mi propio criterio.
Recuerdo que hice un Shakespeare en el Teatro Nacional en Barcelona. El personaje me gustó y tuve la oportunidad de enfocarlo desde mis experiencias, mis desengaños amorosos, mis aprendizajes… sin embargo me resultó muy complicado desarrollar el papel, ya que el texto era en verso.
Has mencionado que el personaje nace de las vivencias personales. Las cosas que aprendes con tus personaje ¿las puedes aplicar a tu personalidad? como cuando te convertiste en capitán como tu papel en Águila Roja…
Para ese papel aprendí esgrima y a montar caballo. Disfruté como un niño jugando a las espadas. Cuando me vi con el vestuario, me di cuenta que en el hecho de ser capitán hay un punto de rango y eso exige mucha formalidad y lenguaje corporal. Fue interesante descubrir el papel que juega el lenguaje no verbal a la hora de relacionarte con las personas tanto dentro del set de rodaje, como fuera, en la vida cotidiana.
¿Depende el reconocimiento del público en la relación que tienes con tu audiencia?
Es muy complicado. Por un lado están las grandes audiencias, lo que gusta de forma general y, por otro lado, las audiencias especializadas, que siguen un tema más específico, que es la crítica. Puedes llegar a ser considerado buen actor (o no) por las películas en las que actúas y eso será lo que te abra o te cierre las puertas. La gran audiencia te da más fama, te hace ser más conocido. Sin embargo, tener fama no es lo mismo que ser considerado buen actor. Por ejemplo, al hacer comedia, que es un género fácil de consumir y de ver cuando estás cansado, la gente tiende a pensar que es más sencillo de interpretar. Nada más lejos de la realidad…
Eso demuestra que en el mundo de la actuación hay muchos tópicos. También te has formado en Los Ángeles y en Nueva York, ¿crees que para que un español sea considerado buen actor tiene que irse a Hollywood en busca del sueño americano?
Antes, cuando trabajabas en España, el 99% de las producciones se quedaban aquí y salir e ir a Estados Unidos significaba que un proyecto podía verse mundialmente. Aún así, hay muchas cosas que no ves de los Estados Unidos. Allí no solo hay buenos productos, también hay series malísimas y de muy bajo presupuesto, pero aquí nos llegan las series más grandes y bien producidas. Eso colabora con el tópico.
Sin embargo, actualmente, plataformas como Netflix, Prime Video o Hbo están ayudando a que nuestro trabajo también se consuma en otros países aunque sean producciones españolas. Las plataformas tienen mucha variedad de contenido. Dependes más del director y de tus compañeros de reparto, pero sobre todo de las charlas con el director, ver qué tipo de proyectos están haciendo y ver qué es lo que quieren. No porque estés en Telemundo significa que harás una telenovela. Puedes hacer una producción con imágenes más cinematográficas como es el caso de No te puedes esconder (Alejandro Bazzano) que además es un producto que se puede ver a la vez por Netflix y por Telemundo.
Lo bueno de Netflix es que se puede ver una y otra vez, ¿qué película vería Peter Vives de nuevo una y mil veces?
Volvería a ver Casablanca muchísimas veces y también me apetece volver a ver Pesadillas antes de Navidad, de Tim Burton, que hace tiempo que no la veo y me encantan los musicales.
Volverías a ver Pesadillas antes de Navidad, pero es que el 24 de diciembre presentas A 1000 kilómetros de la Navidad, tu próxima película, ¿por qué no nos la podemos perder?
Yo no la he visto todavía, pero tengo muy buenos recuerdos porque me lo pasé muy bien en el rodaje y mi personaje es muy divertido. Creo que es una peli familiar para todo el mundo, para el día de Navidad, para después de la cena. Además, ¡está en Netflix. No tienes ni que moverte del salón de tu casa!
¿Qué nos puedes desvelar? ¿de qué trata? ¿el personaje principal es un poco Grinch?
El protagonista es muy Grinch, pero los secundarios no. No hay ningún personaje plano en esta película. Hay giros muy interesantes y hay momentos muy cómicos que van a hacer reír a toda la familia.
Otro de esos proyectos futuros es La piel del tambor, la novela de Reverte. ¿Ha habido contacto entre el autor del libro y el actor a la hora de crear el personaje?
Cuando rodé El Tiempo entre Costuras sí tuve la oportunidad de hablar con María Dueñas, sin embargo, para este proyecto no he podido hablar con Reverte.Para esta ocasión he tenido que hablar más con el director, Sergio Dow y guiarme por su idea sobre mi personaje.
¿Qué nos puedes contar de esta producción?
Sólo tuve unos días de rodaje en Sevilla, ya que mi personaje, Father Oscar Lobato, tenía pocas sesiones. El resto del equipo está terminando el rodaje en Roma. La película se ha desarrollado en localizaciones espectaculares entre Madrid, Sevilla y Roma y el reparto cuenta con actores de la talla de Richard Armitage, el protagonista de El Hobbit, Amaia Salamanca, Fionnula Flanagan o Paul Guilfoyle.
Grandes actores americanos y británicos… también te codeas con grandes actrices españolas como Miren Ibarguren en la serie Supernormal.
¡Sí!, empezamos a grabar la segunda temporada ahora en enero. Hace mucho tiempo que no hago una segunda temporada de un proyecto, por lo que estoy muy ilusionado y me apetece mucho. Los últimos que proyectos que he hecho solo tenían una parte y ahora, volver a recuperar a un personaje, poder reencontrarme con él otra vez, recordar cómo lo construí y volver a darle vida va a ser un proceso muy interesante.
Si hay segunda temporada significa que ha tenido éxito. El que tendrás en este 2022. Creas o no en el horóscopo…
Ambos rieron al hablar de los tópicos en los que se ven envueltos los actores. Peter Vives no puede negar su signo y ningún entrevistador puede contener la emoción de conocer las mil y una caras que nacen de una sola persona.
Tampoco se puede obviar la sensibilidad que existe en una persona que siente devoción por su gato y por la música, aunque se considere amateur. Un actor al que no le gustaba mucho verse en televisión, ahora ve sus actuaciones para hacer autocrítica crítica. Por su altura y su porte, a veces se encasilla en el galán de las series más románticas, pero su versatilidad y su asertividad han llevado a Peter Vives a cruzar sus propios límites. Una emoción difícil de ocultar, una ambición que se conjuga en español, inglés, francés y catalán. Un optimismo irrefrenable que le lleva protagonizar más allá de nuestras fronteras.
Texto: Elisa H. Biffa
Fotógrafo: Rubén Suárez
Estilismo: Rocío Valiño
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