Aunque muchas veces se confundan los términos, el trastorno de ansiedad no es lo mismo que la ansiedad ocasional, y puede conllevar problemas físicos serios. Te contamos 10 de los más relevantes.
El trastorno de ansiedad es una de las enfermedades mentales más habituales que existen, aunque todavía hay bastante desinformación al respecto. Mucha gente tiende a confundirlo con el nerviosismo, preocupaciones ocasionales o incluso las crisis de ansiedad, problemas que pueden afectar a cualquiera en momentos puntuales. Sin embargo, se trata de algo mucho más grave, que también tiene efectos en el cuerpo, lo que complica bastante la vida de quienes sufren este problema.
Existen varias clases de trastornos de ansiedad: generalizado, social, de pánico, por separación, inducido por sustancias, obsesivo-compulsivo, mutismo selectivo, fobias específicas… Cada uno tiene diferentes causas, síntomas y consecuencias en la vida del afectado, aunque en ocasiones pueden confundirse entre sí, debido a sus similitudes. Y es que todos tienen algo en común: sus efectos físicos y los problemas de salud (no solo a nivel mental) que acarrean.
Un estudio de tres investigadores de la Universidad de Freiburg estableció una conexión entre los diversos trastornos de ansiedad y una salud física más pobre. Quienes sufrían alguna clase de ansiedad tendían a presentar tasas más altas de migrañas, problemas cardíacos, enfermedades gastrointestinales y otras afecciones similares. Aunque estos problemas variaban según el sexo del afectado y el tipo de ansiedad padecida, la mayoría de los sujetos presentaban complicaciones ausentes en individuos sanos.
Evidentemente, no todos estos problemas derivados son de la misma gravedad ni se dan en todos los pacientes con ansiedad. Algunos suponen una molestia como mucho, pero en los casos más extremos, surgen complicaciones que pueden afectar notablemente a la salud del afectado. Hoy te contamos diez de los más habituales, tanto problemas leves como afecciones más serias, aunque afortunadamente menos comunes.
Síntomas físicos habituales causados por la ansiedad
Los efectos de la ansiedad en el cuerpo se deben a la liberación de una serie de hormonas como el cortisol, adrenalina y noradrenalina. En circunstancias normales, dichas sustancias tienen una función defensiva, ya que ponen en alerta al organismo ante un peligro, lo que permite adaptarse a la situación. Sin embargo, una exposición prolongada y forzada a las mismas termina derivando en numerosos problemas de salud, al debilitar el sistema inmune.
Trastornos del sueño
Se trata de uno de los efectos de la ansiedad en el cuerpo más comunes, de entre los que destaca especialmente el insomnio crónico. Es habitual que el nerviosismo y estrés continuo que caracteriza a este trastorno psicológico se traduzcan en grandes dificultades para conciliar el sueño.
Fatiga, debilidad y cansancio constante
Estos efectos de la ansiedad en el cuerpo también son muy comunes en otras enfermedades mentales como la depresión. Quienes los padecen suelen hallarse faltos de energía, sentirse débiles o tener sueño en horas que no corresponden de manera prolongada en el tiempo.
Temblores
El agobio constante suele traducirse en la misma respuesta fisiológica que las situaciones cotidianas de estrés. En ocasiones, las personas afectadas presentan esta clase de movimientos involuntarios, que aparecen en circunstancias aleatorias y generalmente sin un desencadenante previo.
Sudoración
Al igual que los temblores, la sudoración excesiva se relaciona con la respuesta inconsciente del cuerpo a “luchar-o-huir” provocada por la exposición continua a la adrenalina y el cortisol. No es de extrañar que las personas afectadas tiendan a sudar mucho incluso en ausencia de un estímulo estresante.
Problemas cutáneos
Además de mostrar más arrugas y líneas de expresión, la piel tiende a desarrollar toda clase de afecciones en cuando sufrimos los efectos de la ansiedad. Pueden aparecer sarpullidos, eccemas, brotes de acné, sequedad repentina y enrojecimientos, entre otros. O en el caso de que hubiera algún problema previo, es muy probable que se vea acentuado.
Hiperventilación
Finalmente, otro efecto de la ansiedad en el cuerpo es la dificultad respiratoria y la tendencia a inspirar más aire del necesario. También es un síntoma habitual en las crisis de ansiedad o de pánico, que no deben confundirse con el trastorno en sí.
Complicaciones físicas en casos más extremos
La mayoría de los efectos de la ansiedad en el cuerpo suponen dificultades para el día a día, y pueden ser muy frustrantes para quienes los sufren. Sin embargo, aunque comporten ciertos desafíos, se puede llevar una vida más o menos normal con ellos. No es así en el caso de otros trastornos derivados más serios, si bien, afortunadamente, solo aparecen en un porcentaje considerablemente menor de los afectados.
Afecciones digestivas y gastrointestinales
Pueden adoptar una gran variedad de manifestaciones, de entre las cuales destacan la diarrea, el dolor de estómago y el síndrome del intestino irritable. No obstante, en los casos más graves pueden aparecer hasta úlceras, lo que suele requerir de hospitalización.
Trastornos reumatológicos
Muchas personas afectadas por la ansiedad pueden sufrir tensión o dolor muscular ocasional. Sin embargo, la situación puede escalar hasta dar lugar a dolores crónicos que empeoran notablemente la calidad de vida de quien los sufre.
Migrañas
Al igual que los demás trastornos aquí mencionados, no tienen por qué ser causadas directamente por la ansiedad, pero sí tienden a ir de la mano. En los casos más serios, llegan a impedir a la persona afectada llevar una vida normal, y el dolor puede ser muy difícil de soportar.
Afecciones cardíacas
Es habitual experimentar palpitaciones o latidos levemente irregulares en momentos puntuales, pero si se prolongan en el tiempo, pueden ser señal de algo más grave. El estudio de la Universidad de Freiburg halló tasas más altas de cardiomiopatía, hipertensión y problemas con las válvulas del corazón en pacientes con ansiedad. En caso de sospechas, conviene buscar ayuda médica lo antes posible con el fin de prevenir complicaciones y riesgos serios para la salud.
Asimismo, y aunque no sean causadas directamente por la ansiedad, existen numerosas enfermedades que pueden agravarse si coinciden con este trastorno. El asma, el hipotiroidismo, la anemia y el acné son solo algunos de los problemas cuyo cuadro tiende a empeorar en las personas con ansiedad.
Cómo pueden minimizarse estos problemas de salud
La ansiedad es una enfermedad mental, y como tal, es imprescindible tratarla siempre con un profesional. En ocasiones puede ser suficiente con terapia psicológica, pero es mucho más habitual requerir una medicación especializada, que dependerá del tipo de trastorno. Lo mejor es buscar ayuda lo antes posible, ya que es más sencillo
Asimismo, en caso de complicaciones físicas serias, puede ser necesario recurrir a un tratamiento adicional, por ejemplo, para las afecciones intestinales o cardíacas. Si debes recurrir a esta clase de terapias, infórmate bien sobre los efectos secundarios y asegúrate de que no interfieren con tu tratamiento psiquiátrico. Finalmente, conviene llevar una vida saludable, relacionarse de manera habitual con amigos familiares y dedicar tiempo de calidad a uno mismo.