Las PAS, también conocidas como Personas Altamente Sensibles, tienen muchas cualidades y características que les hacen ser extraordinarias
Puede que al escuchar el término Alta Sensibilidad lo relacionemos con personas débiles, vulnerables, victimistas… Pero la realidad de las Personas Altamente Sensibles va mucho más allá. Este rasgo de la personalidad puede ser una gran fortaleza en muchos aspectos y ámbitos de la vida.
En la década de los 90, la Dra. Elaine Aron fue la primera en acuñar el término Persona Altamente Sensible. En su libro The highly sensitive person (El Don de la sensibilidad), la experta describe que alrededor del 20-30% de la población tiene una sensibilidad superior a la media.
Es cierto que ser PAS conlleva una serie de desafíos a los que enfrentarse. Sin embargo, lejos de ser frágiles e imperfectas, tienen una serie de sensibilidades especiales. Para conocerlas más a fondo y saber más sobre estas personas, hemos entrevistado a la psicóloga sanitaria Myriam Centeno Jiménez.
Ser una persona PAS
Si hay algo que caracteriza a las personas PAS es que manifiestan una gran intensidad emocional; sienten y piensan todo profundamente. Tienen más desarrolladas las habilidades y capacidades de percibir, recibir, analizar, y responder ante los estímulos externos e internos que se presentan a su alrededor.
La Alta Sensibilidad es un rasgo de personalidad temperamental; es decir, es genético, se hereda. Al conformar nuestra estructura de la personalidad no se trata de algo que tienes, sino algo que eres. Para Myriam Centeno Jiménez “su sensibilidad perceptiva y su capacidad para profundizar en el análisis” es una de las muchas cosas que hacen únicas y maravillosas a las personas PAS.
Esta intensidad de estímulos que se reciben del mundo exterior puede tener ventajas y aprovecharse de modo positivo. Myriam, ¿existen aspectos positivos asociados a la alta sensibilidad? “Sí, para mí la fundamental es la capacidad para la compasión y la disponibilidad para ayudar”.
Para Centeno, estos son los desafíos o dificultades más comunes a las que se enfrentan las personas PAS. “Creo que la dificultad mayor es el ajuste (adaptabilidad) a las demandas de la realidad, que promueve actitudes más competitivas, con las que una PAS no se siente cómoda ya que la competición demanda ignorar el dolor”.
Relaciones interpersonales de las PAS
Los vínculos y conexiones se basan en sentimientos y emociones. El manejo de las relaciones interpersonales es crucial en el crecimiento del individuo, pero ¿en qué medida ser una persona PAS afecta a estas relaciones? “Las relaciones para una PAS en muchas ocasiones son fuente de dudas y conflicto, porque suelen contemplar matices en las situaciones vividas que no son percibidos por los demás. Ante esto suelen desarrollar mecanismos defensivos de protección y búsqueda de la seguridad que pueden inhibir o dificultar el contacto social”, afirma Centeno.
Fomentar la autoaceptación y la confianza en sí mismas
Aceptarnos tal y como somos es imprescindible para conocernos y tomar conciencia de uno mismo. Ahora bien, ¿cómo puedo identificar si soy o si alguien que conozco es una persona PAS? Hay detalles y matices que pueden indicárnoslo. Myriam Centeno apunta “creo que la principal señal es una elevada emocionalidad/sensibilidad; también se puede apreciar a través de la elevada capacidad que muestran para empatizar con las dificultades de los otros”.
Si hay algo que caracteriza a las personas PAS es que pueden sentirse diferentes o incomprendidas. Y esa sensación de que nadie te comprenda puede llegar a generar tristeza o soledad. La autoestima es el reflejo de nuestra propia imagen, los éxitos, los fracasos, el bienestar. Pero hay fórmulas y estrategias que se pueden llevar a cabo para fomentar la autoaceptación y la confianza en uno mismo. Nuestra experta señala que “el primer paso que creo que ayuda a la autoaceptación es la comprensión del propio perfil de personalidad, valorando las facetas positivas que conlleva y su utilidad en la vida”.
Técnicas de autorregulación emocional
Las técnicas de autorregulación emocional y prácticas de autocuidado son imprescindibles para un buen equilibrio psicológico. Myriam, ¿existen técnicas recomendadas específicamente para las personas PAS? “Sí, todas aquellas que ayuden a reducir la reactividad fisiológica y la hiperactividad mental. También es bastante positiva la búsqueda del descanso en un ambiente bajo en estímulos, ya que es fácil para ellas llegar a la saturación tras el contacto social”.
Además, Myriam Centeno nos cuenta cómo pueden las personas PAS mejorar su calidad de vida con una serie de consejos y recomendaciones. “Practicar la meditación, la escritura sobre sus propias experiencias (terapia narrativa), la práctica del deporte, el entrenamiento en HHSS (Habilidades Sociales), realizar terapia psicológica personal o en grupo, compartir sus vivencias con otras PAS, …”.
Características de las PAS Personas Altamente Sensibles
Si tenemos que enumerar las características de estos individuos podemos concluir que entre ellas se encuentran:
1.Sensibilidad perceptiva
Esta facultad coordina las sensaciones y está íntimamente relacionada con los cinco sentidos. Cómo la persona percibe de forma única el mundo que nos rodea a través de los sentidos.
2. Capacidad para profundizar en el análisis
Esta cualidad nos ayuda a tomar mejores decisiones. Las personas PAS se centran y son plenamente conscientes de hasta los detalles más sutiles de la realidad en la que se encuentran.
3.Capacidad para la compasión
Las personas PAS son capaces de sentir el sufrimiento y el dolor que otro individuo está experimentado y acompañarlos en ese sufrimiento. Su objetivo es eliminar e intentar evitar ese tormento.
4.Necesidad de momentos de soledad
El ser humano es un ser social por naturaleza, pero eso no quita que en determinados momentos necesite disfrutar de la soledad. Las personas PAS necesitan ese tiempo para reconectar con ellas mismas y pasar tiempo a solas.
5.Elevada emocionalidad
Expresan y son muy conscientes de sus emociones. Esto también implica que son más susceptibles ante determinadas situaciones y tienen más dificultas de aceptar y gestionar críticas.
6.Intensa empatía
Empatizan en exceso con los problemas emocionales del resto. Sienten las emociones de la otra persona y son capaces de adoptar distintas perspectivas. Lo que comúnmente se conoce como “ponerse la piel del otro” o “ponerse en los zapatos del otro”.
7.Bucles de saturación excesiva
Tienen periodos de ansiedad y estrés, y se alteran ante estímulos repetitivos. Además, se agobian cuando tienen muchas cosas que hacer y cuentan con poco tiempo.
8.Sensibilidad a los cambios
Les cuesta más adaptarse a los cambios. La mayoría carecen de elevada versatilidad para responder a desafíos y aclimatarse a todo tipo de contextos porque supone experimentar muchas sensaciones diferentes y muy intensas.
9.Sobreestimulación
Una “sobrecarga” de estímulos, sensaciones y sentimiento que les cuesta poder manejar. El cerebro no puede procesar toda la información que le llega.
10. Disponibilidad para ayudar
Siempre están dispuestos a echar una mano, a hacer todo lo posible para colaborar con el otro. Las personas PAS no necesitan nada a cambio, el mero hecho de proporcionar ayudar es suficientemente valioso. Siempre están presentes cuando se necesita auxilio y apoyo.
Artículo publicado por Marta Rubio
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