Cómo enfrentarse a una conversación difícil y triunfar: 10 claves a tener en cuenta según los expertos

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Las conversaciones difíciles son inevitables, incluso necesarias. La habilidad para enfrentarse a estas situaciones y salir airoso de ellas es un indicador clave de un liderazgo efectivo

Las conversaciones difíciles son momentos clave en la vida de un líder y de una organización. Pueden ser el punto de inflexión entre un proyecto exitoso y uno fallido, entre la retención de un empleado valioso y su deserción, o entre una relación laboral saludable y una tóxica.

En primer lugar, estas conversaciones ofrecen la oportunidad de aclarar malentendidos y alinear expectativas. Muchas veces, los conflictos surgen por desacuerdos no resueltos o malas interpretaciones. Asumir la responsabilidad de tener una conversación franca y abierta puede resolver estas tensiones y evitar que se conviertan en problemas más grandes.

En segundo lugar, manejar estas conversaciones de manera efectiva demuestra empatía y respeto. Escuchar activamente, reconocer las emociones del otro y responder de manera equitativa puede fortalecer las relaciones laborales y fomentar un clima de confianza.

Enfrentar una conversación difícil es un arte que requiere equilibrio, tacto y un profundo conocimiento de la dinámica humana. Como puede resultar difícil, aquí te dejamos 10 claves que los expertos recomiendan tener en cuenta para afrontarlas con éxito:

CÓMO MANTENER CONVERSACIONES DÍFICILES

Repasa situaciones similares

Pensar en situaciones similares a las que nos hemos enfrentado suele ser una buena herramienta para mejorar futuras situaciones. De esta manera, potenciamos las buenas actitudes y eliminamos las negativas. Es más, si la conversación va a ser con la misma persona con la que ya has mantenido una conversación de este estilo previamente, se vuelve más importante que analices estas situaciones anteriores, ya que te ayudará a anticipar hasta cierto punto sus respuestas.

Lo que te conviene repasar es qué punto fue el más difícil, qué dijisteis cada uno de vosotros, a qué conclusión se llegó… Sobre todo, debes analizar lo que no funcionó para plantearte una forma diferente de actuar en la siguiente conversación.

Hazte un guion

En la medida en la que prepares mejor la conversación, mejor se desarrollará. Es recomendable que te pares a pensar qué es lo que quieres decir y cómo lo vas a decir y lo escribas. Si has hecho un repaso de las situaciones similares que has vivido con anterioridad, como hemos dicho, podrás incluso anticipar las respuestas que puedes obtener, con lo que también puedes preparar tus respuestas. Esto te ayudará a hacer más conciso en tu discurso y a apoyarlo con hechos y datos.

Los expertos también recomiendan practicar las expresiones no verbales. Mucho de nuestro lenguaje corporal dice más de nosotros que lo que estamos expresando con nuestra voz. Ensayar lo que vamos a decir, grabarnos, etc. puede ayudar a mostrarnos más seguros y tranquilos en la conversación final.

Sigue una estructura

En función del nivel de confianza que tenemos con la persona, el lenguaje puede cambiar, pero la estructura seguirá siendo la misma. En función del tipo relación que tengamos con la persona los objetivos pueden variar.

En el ámbito laboral pueden ser dos: centrarse en resolver el problema y resolverlo cuidando la relación con la otra persona. En este aspecto, suelen existir acuerdos y normas sobre diferentes temas, por lo que, si es necesario, podríamos recurrir, por ejemplo, al jefe, para que actúe de mediador.

Marca límites

En la vida en general, es importante establecer límites. Esto hará que mantengamos relaciones mucho más sanas con los demás y con nosotros mismos. Por lo tanto, para hacer frente a este tipo de conversaciones también es importante tener claros nuestros límites. Si te ayuda, puedes elaborar una lista para determinar en qué aspectos estás dispuesto a ceder y en cuáles no. Teniendo en cuenta esto, te resultará mucho más sencillo en mantener esa conversación que te quita el sueño.

Escucha a la otra parte

En primer lugar, no olvides comenzar la conversación de forma asertiva, con una actitud flexible de tu parte y desde la empatía. Tienes que estar dispuesto a escuchar lo que la otra persona tiene que decir, aunque no estemos de acuerdo. No puedes abordar este tipo de conversaciones con una mentalidad de ganar o perder, porque eso nunca ayuda. Una de las dos partes podría salir perjudicada.

Recupera la palabra si te han interrumpido

Lo mejor que puedes hacer es guardar silencio y hacer contacto visual. Así le estás indicando a la otra persona que no has terminado sin mencionar palabra. Como hemos comentado antes, el lenguaje no verbal también es importante.

Elige bien las palabras que vas a usar

Las palabras tienen un impacto en todos nosotros. Por eso es importante elegir bien aquello que vamos a decir. Además, es importante elegirlas de tal manera que nuestro discurso sea especifico y fiel a lo que queremos expresar, evitando la ambigüedad. Si te ayuda, puedes escribir las palabras exactas en el guion del que hablábamos al principio.

Pide recibir lo que das

Igual que buscas ser conciso y alejarte de la ambigüedad, pide que la otra parte también lo sea. Que sea responsable de sus palabras, y sea concreta con sus argumentos. De esta manera evitaremos acusaciones imprecisas.

Sienta las bases de la conversación

Es importante que trates de que el problema que se va a tratar en la conversación no afecte a la manera en la que te ves a ti mismo. Intenta separar ambos aspectos.

Además, no olvides sentar las bases de la conversación en el tema en sí y en los hechos. A veces nos dejamos llevar por el nerviosismo o por lo que sentimos en ese momento, y basamos la conversación en la otra persona en vez de en los hechos. Esto es un error.

Termina adecuadamente la conversación

Si se cumple con todo lo anterior es muy probable que la conversación llegue a buen puerto.

Al terminar la conversación, los expertos recomiendan repasar junto con la otra parte los acuerdos y los compromisos a los que se han llegado. Cabe destacar también la importancia de crear un plan de acción que garantice lo que se ha tratado en la conversación.

También debemos de analizar y reflexionar sobre los errores que hemos podido cometer con el objetivo de mejorar en conversaciones futuras.

Artículo publicado por Laura Martínez

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