El ayuno intermitente tiene muchísimos efectos específicos sobre piel, que son razón más que suficiente para que nos planteemos seriamente ponerlo en práctica. En una piel joven y sana, las personas tenemos colágeno en buenas cantidades, elastina y muchas otras sustancias que ayudan a la piel a mantenerse sana e hidratada.
Una piel que envejece a lo largo de los años, va generando que todas estas sustancias sean mucho más difíciles de producir por el organismo, sobre todo porque las células de nuestro cuerpo se vuelven más viejas y, por tanto, se empiezan a acumular “células senescentes”, que son células que ya están tan dañadas y que, en vez de morir se van acumulando y no producen nada, simplemente son células disfuncionales.
Cuando hacemos un ayuno intermitente, no sólo disminuimos la velocidad a la que las células empiezan a degenerarse, sino que también mejoran los mecanismos que tiene nuestro cuerpo para lidiar con el estrés oxidativo.
El estrés oxidativo es un tipo de daño que sucede en nuestras células frente a estrés, a la radiación solar e incluso frente a una mala alimentación.
Por tanto, a menos estrés oxidativo, menos envejecimiento celular, menos células senescentes, mejor funciona nuestro cuerpo para producir colágeno, para producir elastina, para mantenerse hidratado, etcétera.
También va a aumentar la cantidad de células madre que tengamos en nuestro organismo, dependiendo de la cantidad de ayuno que hagamos. Este hecho, por supuesto, va a ayudar a renovar los tejidos, incluida la piel.
La senescencia celular
Hay un proceso llamado senescencia celular, donde las células de nuestro cuerpo se van quedando seniles en vez de morirse. Al renovar estos tejidos con células madre, el envejecimiento celular no sucede y logramos mantener más sanos los vasos sanguíneos que tenemos por debajo de la piel y que, al mismo tiempo, son importantísimos para que llegue la cantidad de nutrientes adecuada a la piel para mantener un buen nivel de hidratación.
Este efecto circulatorio es tan importante en el ayuno intermitente que aumenta una sustancia llamada de VEGF, que es esencial para generar nuevos vasos sanguíneos que llegan a la piel e implica eliminar más toxinas para que lleguen más nutrientes y un mejor funcionamiento de la piel en general.
Otro de los efectos importantes para no acumular células viejas se da por una sustancia llamada TNF. Esta sustancia, básicamente le dice a las células viejas que tienen que ser destruidas -proceso llamado apoptosis- para que no se acumule un tejido que no funciona.
El ayuno intermitente y la autofagia
Si la producción de células madre te requiere demasiado esfuerzo (porque en tu organismo empieza a suceder a partir de las 20 o 22 horas de ayuno) puedes utilizar la autofagia.
La autofagia es un proceso que pasa cuando hacemos ayuno intermitente a partir de unas 16 horas aproximadamente. En piel es particularmente importante porque renueva proteínas viejas. Cuando nuestro cuerpo necesita extraer energía de reservas de los tejidos, utiliza proteínas acumuladas viejas que ya no sirven y que normalmente empeoran el funcionamiento de nuestro organismo.
Si bien esto pasa en todo el cuerpo, los lugares o los tejidos de nuestro cuerpo donde más proteínas construyo constantemente son los lugares donde más voy a poder aprovechar los beneficios de este proceso.
Obviamente, la piel es uno de ellos y la elastina y el colágeno son dos sustancias claves para las arrugas y para mantener nuestra piel sana. Además, ambas son proteínas y son más difíciles de producir con la edad, pero con el ayuno intermitente podemos acelerar la velocidad a la que este tipo de proteínas viejas -que ya no están cumpliendo su función- se destruyen renovándolas por proteínas nuevas.
No se trata solamente de mantener la piel más joven, sino también más sana. Cuando envejecemos, nuestros fibroblastos -que son unas células específicas- también envejecen y disminuye por tanto nuestra la capacidad de reparar esos tejidos.
El ayuno intermitente, con la autofagia, ayuda a que cuando bajamos de peso o estamos envejeciendo podamos destruir las proteínas que nos sobran y que no están cumpliendo su función más rápidamente.
Lo más interesante de la autofagia es que funciona un poco como “la supervivencia del más apto” es decir, vamos a destruir las proteínas que peor funcionan y que están estancando, generando toxicidad y un peor funcionamiento celular.
Pero ¡ojo! Esto no quiere decir que la autofagia “se coma” la piel suelta y flácida cuando bajamos de peso ¡ojalá fuese tan simple! Lo que hace la autofagia es sacar las proteínas viejas de nuestras células para que estas funcionen mejor y podamos volver a tener más elasticidad. Básicamente, “se come” la basura celular que impide que el colágeno funcione correctamente.
Ahora, si bien es verdad que el colágeno empieza a producirse en menos cantidad con la edad, también es verdad que existen sustancias como el ácido elágico, por ejemplo, que es una de las sustancias que frena la velocidad la que destruimos colágeno a medida que envejecemos.
El ácido elágico es uno de los antioxidantes que encontramos, por ejemplo, en los frutos rojos, pero que tienen una función importante como suplemento para mejorar la piel.
Cómo ayuda el ayuno intermitente a otras enfermedades de la piel
¿Qué sucede con muchas otras enfermedades como la rosácea o las alergias en la piel? Lo primero que tienes que saber es que el problema nunca empieza en la piel, sino que se manifiesta en la piel. Por tanto, si quieres tener una piel sana, nunca es cuestión de aplicar algo sobre la piel. Puedes hacerlo, pero simplemente debes comprender que la solución real, la solución de raíz, va a ser siempre interna, porque siempre se trata de una manifestación de algo que está sucediendo.
En la gran mayoría de los casos, esto suele ser el acné de balances hormonales o, por otro lado, reacciones inmunes.
El mejor consejo para mantener una piel sana es re balancear nuestras hormonas, principalmente sexuales, que son las principales causantes de los desbalances en la piel. También es muy importante eliminar los alimentos que nos producen alergia o los que nuestro organismo tiene dificultad para ingerir correctamente.
Estos alimentos suelen darnos síntomas como distensión, mucosidades después de haberlos consumido, muchos gases, una digestión incompleta donde se den pequeñas cantidades de estos alimentos en tu materia fecal, entre otros síntomas.
Por otro lado, en numerosas ocasiones, eliminar toxinas por otros medio que no sea la piel, también ayuda a tener una piel más sana y libre de impurezas. Puedes hacer procesos de eliminación de toxinas como la limpieza de colon o la limpieza hepática.
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