La teoría de la conspiración asegura que el barco que se hundió fue su hermano gemelo, el Olimpic, bajo el nombre del Titanic, para cobrar un multimillonario seguro
La película sobre el Titanic, el transatlántico más famoso de todos los tiempos, se convirtió en el largometraje más taquillero la historia del cine en su lanzamiento en 1997, ganando más de 2 mil millones de dólares en todo el mundo. Su impresionante dirección, fotografía, efectos visuales y su banda sonora la hicieron ganadora de 11 premios Oscar en la 70ª edición de los premios de la Academia, celebrados en 1998.
El drama romántico entre Jack y Rose ha sido ampliamente elogiado y es considerado una de las mejores tramas de amor en la historia del cine. La película utiliza el hundimiento del Titanic en 1912 como un telón de fondo para explorar temas más amplios como las clases sociales existentes hace un siglo y las injusticias a las que eran sometidos los pasajeros más humildes por su falta de recursos.
El próximo 10 de febrero se celebra el 25º aniversario de su estreno y para celebrarlo, el Titanic volverá al cine con versión remasterizada en 3D HFR que trae además un tráiler y un póster nuevo.
Pero pongámonos en contexto. Para aquellos que pertenecen a la Generación Alpha (nacidos a partir de 2012) y que anden un poco perdidos, El Titanic fue un barco transatlántico británico, el más grande y lujoso de su época. Partió desde Southampton (Reino Unido) con destino a Nueva York (Estados Unidos), pero nunca llegó. Apodado “el insumergible”, en su primer viaje chocó contra un iceberg y se hundió durante la madrugada del 15 de abril de 1912. Murieron alrededor de 1.500 personas, de las 2.225 que había a bordo (incluyendo a la tripulación).
¿Por qué se hundió el Titanic?
Hay un montón de teorías que giran en torno a las causas de su naufragio. La versión oficial es la que todos conocemos: chocaron contra un iceberg y el barco se hundió. Sin embargo, esta versión tiene muchas lagunas. Expertos y curiosos sobre el tema han manifestado su opinión en base a investigaciones que han realizado. Pero ninguna ha sido confirmada por nadie. Se trata de teorías de la conspiración, y son muchas las que giran alrededor del hundimiento del Titanic.
La más conocida de estas teorías de la conspiración es que el Titanic, en realidad, nunca se hundió. Y te vamos a explicar en qué basan sus argumentos aquellos que defienden esta versión.
Tan alto como un edificio de once plantas y de casi cuatro manzanas de largo, el Titanic era uno de los barcos más grandes y magníficos del mundo. Se muestra aquí, fotografiado el 10 de abril de 1912. 
Imagen de la proa del Titanic, descubierto en 1985. 
Imagen de la élice junto a los obreros del barco, tomada 1911 
Fotografía de la cubierta del Titanic durante su viaje inaugural. 
Uno de los botes salvavidas que se hundió con el barco
El iceberg contra el que chocó el Titanic
La versión oficial cuenta que el iceberg rozó el barco, y le causó una brecha en el casco de 120 metros de longitud. Los expertos dicen que el hielo submarino de un iceberg no podría causar una grieta de ese tamaño en el casco de acero de doble plancha de 2’5 cm que cubría la estructura del Titanic.
Se dice que el capitán del barco, Edward Smith, desvió la ruta hacia el sur con el objetivo de evitar los icebergs de mayor tamaño. Aún así, no pudo prevenir la colisión.
El capitán Smith contaba con 25 años de experiencia. Conocía perfectamente la ruta. Por qué desviaría el itinerario si conoce todo lo que puede ocurrir. Además, se emitieron alrededor de siete alertas por iceberg. ¿Cómo podía ser que no estuviese al tanto de ninguna?
En la famosa película se muestra como el vigía no pudo avisar con mayor antelación de la presencia del iceberg debido a que no tenían a su disposición los prismáticos. Nadie sabía dónde estaban las llaves que abrían el armario donde se guardaban. Resulta extraño que los vigías no tuviesen a mano su principal herramienta de trabajo.
De izquierda a derecha, los magnates de la época que viajaron en el Titanic: Benjamin Guggenheim, Jacob Astor e Isador Straus.
‘Casualidades’ sospechosas durante la noche del hundimiento del Titanic
Se dice que cinco días antes de la partida del Titanic, un buque, del mismo propietario, J.P. Morgan, salió cargado, únicamente, con mantas y jerséis, y se quedó anclado cerca del lugar de los hechos.
El Titanic abandonó el puerto de Southamton con la mitad de los botes salvavidas. La capacidad del barco era de 3 327 personas (pasajeros y tripulación incluidos), pero solo había botes para unas 1.178. La compañía, White Star Line, no quiso instalar más botes por “motivos de estética”.
La radio del barco se apagó durante un tiempo el día 14. Es decir, en las horas previas al naufragio. El encargado la apagó para evitar un sobrecalientamiento, y se perdió una advertencia de avistamiento de hielo de la que avisó un buque llamado California. 40 minutos después de ese aviso, el Titanic se topó con el iceberg.
Los navíos poseen unas bengalas para que, en caso de emergencia, puedan ser vistas por otros barcos. Estos les proporcionarán ayuda y serán rescatados. Las bengalas, como señal de SOS (señal de rescate), son de color rojo y deben ser lanzadas hacia el cielo. Las bengalas que lanzó el Titanic eran de color blanco, que significan celebración.
Imagen del multimillonario J.P Morgan
¿Esto significa que el hundimiento del Titanic estaba planeado?
La teoría dice que sí. En un principio se comenta que el objetivo era engañar a la compañía de seguros. Esto se debe a que el Titanic tenía un hermano gemelo, el Olimpic. Fue construido unos meses antes que el Titanic, ambos del mismo propietario: J.P. Morgan.
En un viaje, el capitán Smith, que fue, previamente, el capitán del Olimpic, tuvo un grave accidente con un buque de guerra inglés. Este accidente causó enormes daños en la estructura del navío. Como el Olimpic no estaba asegurado, Morgan tenía que hacer frente al pago de la reparación de la nave.
Durante un tiempo, un año antes de la fatídica noche del hundimiento, el Titanic y el Olimpic estuvieron juntos en el mismo astillero. Se dice que, en esos meses, les cambiaron el nombre a los cascos. Así que, decoraron el Olimpic, estropeado, para que se hiciese pasar por el Titanic. Así, la compañía de seguros financia la reparación del barco para realizar ese viaje. Por ese motivo, el verdadero Titanic seguiría navegando bajo el nombre de su hermano gemelo, hasta el año 1935.
Imagen del Titanic junto a su hermano gemelo, el Olympic, durante la construcción de ambos buques.
Además de tratar de defraudar a la compañía aseguradora para que cubra los gastos del barco, esta teoría también relaciona el accidente con la creación de la Reserva Federal. Morgan quería crear la Reserva Federal, pero no todo el mundo estaba de su lado. Las familias como Guggenheim, Strauss o Aston, de grandes hombres de negocios del momento, lo consideraban una auténtica locura. Estas familias viajaban en el Titanic.
J.P Morgan, a pesar de que se trataba del primer viaje de su barco, en el último momento decidió no embarcar. Además, alrededor de 50 amigos suyos, que también apoyaban la idea de la creación de la Reserva Federal, se bajaron del barco antes de partir. Llegaron, incluso, a dejar objetos personales y equipaje a bordo del navío. Todas las familias que lo tachaban de loco, murieron en el hundimiento del Titanic.
Un año después, en 1913 y sin ninguna oposición, se creó la Reserva Federal.
En 1985 se encontró el Titanic en las profundidades del océano, cerca de Canadá. Según esta teoría, en el primer viaje a las profundidades del océano, no encontraron ninguna brecha de 120 metros de largo, pero sí que encontraron varios agujeros de unos 50 cm, que aseguran que se produjeron por unas explosiones realizadas desde dentro de la nave hacia fuera.
Fotografía de la élice del Titanic en el fondo del Océano Atlántico.
Expertos afirman que en las hélices del barco hundido se encuentra el nombre del hermano gemelo del Titanic: Olimpic. Por ello, el Titanic, realmente, nunca se hundió. Se cree que Morgan utilizó el barco para deshacerse de sus enemigos y cobrar el dinero de la compañía de seguros. Así, conseguiría los apoyos necesarios para la creación de la Reserva Federal y su navío estrella, el Titanic, seguiría navegando por todo el mundo.
Artículo publicado por Laura Martínez Burón
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