El objetivo es conseguir que el cuerpo asimile todo el trabajo realizado y que esté en el mejor estado posible para el siguiente esfuerzo
Por qué le damos tanta importancia a la rutina de entrenamiento y tan poca a la rutina de recuperación? No sirve de nada esforzarse cuando estamos haciendo deporte si después no sabemos recuperarnos de forma adecuada. Reparar los tejidos dañados después del ejercicio, reponer las reservas energéticas y recuperarnos lo antes posible para el siguiente entreno es imprescindible para que progresemos y logremos nuestros objetivos.
La recuperación después del ejercicio es esencial para el músculo, la reparación de tejidos y la generación de la fuerza. Esto es aún más importante después de una sesión de entrenamiento anaeróbico o con pesas. Un músculo necesita en cualquier caso de 24 a 48 horas para recuperarse y reparar tejidos. Antes de empezar, debemos saber que para cada disciplina requiere una rutina de recuperación diferente, en cualquier los profesionales nos recomiendan seguir siempre los siguientes consejos:
Reemplazar los líquidos.
Al hacer ejercicio perdemos una gran cantidad de líquidos que debemos restituir durante el propio entreno o justo después de haber terminado. El agua tiene una función vital en el proceso metabólico y de transferencias de nutrientes, por lo que mantenerse bien hidratado mejorará todas estas funciones.
Comer correctamente
Después de agotar nuestras reservas de energía con la práctica del ejercicio, necesitamos reponer el “combustible” que hemos agotado. Este factor gana importancia si se está realizando un entrenamiento diario o se está realizando un entrenamiento de musculación. Sería conveniente comer dentro de los siguientes 60 minutos posteriores a la finalización del ejercicio y asegurarnos que incorporamos proteínas y carbohidratos en nuestra dieta.
Estirar
Hacer estiramientos es bueno antes y después de entrenar, antes para poner los músculos a tono y después para recuperar mejor. Hay que hacer ejercicios suaves, estirando el músculo poco y sin notar nada de tensión. Si lo que quieres es mejorar tu flexibilidad, dedica sesiones a parte de estiramientos, cuando el músculo esté relajado y sin tensión acumulada.
Dormir y descansar bien.
El cuerpo tiene una increíble capacidad para cuidar de sí mismo si le damos el tiempo suficiente. Descansar y esperar después de un duro entrenamiento permite que el proceso de reparación y recuperación suceda de forma natural. El sueño óptimo es esencial para cualquier persona que hace ejercicio regularmente. Durante el sueño, el cuerpo produce la hormona de crecimiento (GH), que es en gran parte responsable del crecimiento y reparación de tejidos.
Evitar el sobre-entrenamiento
La manera más sencilla de recuperarse es diseñando una rutina de entrenamiento inteligente. El exceso de ejercicio, los entrenamientos con pesos descontrolados o la falta de descanso limitarán nuestros resultados de mejora y minarán nuestra recuperación.
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