Hablamos con dos expertos en psicología para comprender qué significa ser intenso en toda su profundidad.
En la mayoría de los casos, cuando nos dicen que somos «intensos», lo asociamos como una crítica negativa, algo despectivo y que infravalora nuestra forma de ser. Sin embargo, la realidad es muy distinta, ya que la intensidad en las emociones está directamente relacionada una aspectos de la personalidad muy positivos. Todo dependerá de la connotación que le otorgue la persona que te lo ha dicho ¿Cómo averiguar si te han llamado intenso/a de una manera positiva o negativa?
Lo primero que debemos tener claro es que no significa lo mismo vivir la vida de forma intensa, con emoción y expresividad, a ser una persona narcisista, arrogante, egocéntrica y agotadora. En ambos casos podemos adjudicar el calificativo de «persona intensa» y, sin embargo, en absoluto estamos hablando del mismo tipo de personas.
Con respecto al primer caso, podemos decir que hay personas intensas en todos los ámbitos de la vida, ya sea en el trabajo, en el día a día con la familia o en las relaciones de pareja. Estas personas muestran unas características de personalidad que giran en torno a un perfil extrovertido. ¿Qué quiere decir esto? Son personas que comunican sus emociones a los demás, que las exteriorizan y las comparten, la mayoría de las veces les sale de forma natural.
¿Qué significa ser intenso?
La palabra intenso está estrechamente relacionada con la capacidad de la autorregulación emocional. La psicóloga Susana Espeleta explica que “una persona intensa es alguien que a nivel emocional se desborda, puede tener desbordamientos de alegría, de rabia, de tristeza o de miedos”. Son emociones muy potentes que estas personas demuestran de manera arrolladora.
Las personas intensas tienen facilidad para compartir sus sentimientos, sin embargo, en algunas ocasionas hay personas que llevan la extroversión al extremo, tienen problemas para reflexionar en voz baja y hacer introspección. Según los expertos, no se trata de una cosa ni buena ni mala, sino que es un rasgo más de la personalidad que hay que conocer y saber gestionar para que sea actúe a nuestro favor.
La psicóloga Susana Espeleta insiste en que existe una diferencia entre ser intenso en una relación, serlo en el trabajo o con la familia. Además, aclara que una persona puede ser intensa en algunas áreas de la vida y en otras ser muy templada.
Señales que indican que eres una persona intensa en una relación
Las personas intensas son aquellas que sienten sus emociones o muestran sus sentimientos de manera potente, apasionado y profundo. El psicólogo Abel Domínguez señala que las personas intensas en una relación se encuentran muy cómodas hablando en público o delante de un grupo numeroso de personas. Poder transmitir mediante la palabra sus sentimientos y emociones a esas personas les hace mucho bien. Por otra parte, las personas intensas en una relación son comprometidas y pasionales en lo que hacen, se toman muy en serio sus actividades
Por su parte, Beatriz Carrero, psicóloga experta en gestión emocional, indica estas señales a tener en cuenta para identificar que una persona es intensa:
- Son personas muy sensibles ante las circunstancias de la pareja o comentarios de la misma.
- Sienten mucho sus emociones, tanto las positivas como las negativas, expresándolas de la misma manera que las sienten. No son capaces o les cuesta mucho guardárselas para ellas mismas.
- Tienen cierta tendencia a personalizar o dramatizar algunas situaciones.
- Necesitan expresar sus emociones para poder gestionarlas.
- Las personas intensas son grandes conversadores.
- Son personas a las que les atraen los retos y se enfocan en un objetivo hasta conseguirlo.
Cuando tu pareja te dice que eres una persona intensa
Como hemos mencionado antes, ser una persona intensa no es un defecto y por tanto, no es algo negativo. Beatriz Carrero, psicóloga experta en gestión emocional, explica que “ser intenso no tiene por qué ser algo negativo en una relación. Las personas intensas son muy empáticas y capaces de entender muy bien las emociones de su pareja, convirtiéndose esto en una gran cualidad”.
Lo primero que se debe hacer cuando tu pareja te dice que eres intenso/a es aclarar esa afirmación y el matiz emocional con el que lo dice. Es necesario averiguar si para tu pareja la palabra “intenso/a” tiene una denotación negativa o positiva y, a partir de ahí, actuar en consecuencia.
Ser una persona intensa simplemente es un tipo de forma de relacionarse. Abel Domínguez, psicólogo sanitario, explica que por tener esta personalidad no implica que una relación vaya a triunfar o a fracasar. “Lo que sí puede anticipar son discusiones con mucha expresión de emoción y, a su vez, reconciliaciones con mucha expresión de emoción. Son personas que continuamente están expresando sensaciones y estados de ánimo”, asegura el director de Domínguez psicólogos.
Mientras ambos miembros de la pareja toleren este tipo de funcionamiento, la forma de ser de la persona con esta personalidad y que ambos cumplan otros requisitos de pareja como solucionar los problemas hablando, quererse, tratarse bien y no echarse las cosas en cara, no tendrán problemas para continuar con la relación.
Ser intenso en una relación: claves para la comprensión y el equilibrio
¿Qué significa ser intenso en una relación?
La respuesta no es única, ya que la intensidad puede ser interpretada de forma positiva o negativa por la otra persona. Para comprender su significado real dentro de tu relación, es fundamental dialogar con tu pareja y comprender su perspectiva.
¿Cómo saber si tu intensidad es positiva o negativa?
Pregúntale a tu pareja qué entiende por «ser intenso» y cómo le afecta en la relación.
Observa si tu intensidad la abruma, la incomoda o le genera estrés.
Analiza si tu intensidad aporta pasión, entusiasmo y apoyo emocional a la relación.
Claves para gestionar la intensidad en la pareja:
Comunicación emocional: Habla con tu pareja sobre tus emociones y necesidades de forma honesta y respetuosa.
Elige el momento adecuado para expresarte: No compartas emociones fuertes cuando tu pareja esté cansada, estresada o receptiva.
Canaliza tu intensidad en aspectos positivos: Utilízala para fortalecer la conexión, la pasión y el apoyo mutuo en la relación.
Trabaja en la regulación emocional: Aprende técnicas para gestionar tus emociones de forma saludable y efectiva.
Recuerda: La intensidad no es inherentemente buena o mala. Lo importante es comprender cómo la percibe tu pareja y trabajar juntos para convertirla en una fuerza que fortalezca su vínculo.
Consejos adicionales:
Busca ayuda profesional: Un psicólogo puede ayudarte a comprender tu intensidad y desarrollar estrategias para gestionarla de forma adecuada.
Lee libros o artículos sobre relaciones sanas: La información te ayudará a mejorar tu comunicación y fortalecer tu relación.
Practica la escucha activa: Presta atención a tu pareja sin juzgarla y valida sus emociones.
Ser intenso no tiene por qué ser un problema en una relación. Con comunicación, comprensión y esfuerzo, puedes convertir tu intensidad en una fuente de pasión, apoyo y crecimiento para ambos.
Artículo escrito por Nuria Santos
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