Este coche reconoce la cara de su conductor para adaptarse automáticamente a sus necesidades

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El último avance en tecnología de reconocimiento facial aplicado a la automoción es capaz de detectar la cara, la altura y complexión del conductor para adaptar el asiento, los retrovisores y otros elementos del coche

La segunda década del siglo XXI está dando mucho de qué hablar por haberse convertido (podríamos decir que en tiempo récord) en una era de grandes avances tecnológicos que están transformando nuestra forma de vida y el curso de la historia para siempre.

En 2020, el mundo de las criptomonedas alcanzó un nuevo nivel de relevancia y reconocimiento, con el Bitcoin llegando a cotizarse a máximos históricos y siendo aceptado como forma de pago en un número cada vez mayor de comercios. En 2021, los NFT (Tokens No Fungibles) irrumpieron en escena como una forma de comprar y vender activos digitales únicos, como obras de arte o videos virales, por sumas astronómicas de dinero. En 2022, el lanzamiento de la Inteligencia Artificial supone un hito sin precedentes en el desarrollo digital, un avance que parece estar destinado a transformar la forma en que interactuamos con la tecnología y con el mundo en general. Cada uno de estos hitos tecnológicos está dejando su huella en la historia y moldeando el futuro de nuestra sociedad.

Sin embargo, si hay un avance tecnológico común a estos tres años de cambios y novedades permanentes, ha sido la carrera por electrificar e hibridar los coches, convirtiéndose en una de las grandes prioridades para las marcas de automoción.

A medida que los gobiernos de todo el mundo buscan reducir las emisiones de gases contaminantes, las compañías automovilísticas están haciendo importantes inversiones en tecnología para cumplir con los objetivos de disminución de las emisiones de Co2.

Una de las marcas de motor que más ha destacado por su compromiso con el cuidado de nuestro entorno ha sido Mazda, la marca japonesa cuyos valores están íntimamente ligados al valor de la artesanía y que desde que celebró su centenario en el mercado no ha dejado de sorprendernos con sus propuestas vanguardistas y sus soluciones innovadoras.

Si hace apenas un mes, la marca de Hiroshima presentaba su modelo Mazda MX-30 R-EV en la exposición Rasgos Intangibles de Madrid, ahora ha presentado las últimas novedades tecnológicas de su primer SUV híbrido enchufable, el Mazda CX-60, haciendo una firme declaración de intenciones: su compromiso con un enfoque múltiple de movilidad sostenible.

El nuevo Mazda CX-60 da para mucho, pero si hay algo que verdaderamente llamó la atención durante su presentación fue su capacidad magistral de anteponerse a las circunstancias con su Sistema de Personalización del Conductor, que utiliza el reconocimiento facial para adaptar las características del coche a la persona que maneja el volante.

Con este sistema desarrollado con tecnología de última generación, Mazda se pone a la cabeza en el ranking de la implementación de la Inteligencia Artificial para mejorar la experiencia del conductor a bordo.

Bajo el concepto denominado “Jinba Ittai”, Mazda ha conseguido ofrecer al usuario todas las comodidades posibles para ofrecerle un momento de conducción único afinando sus tecnologías, que han sido diseñadas pensando en el ser humano y atendiendo, más que nunca, a las necesidades individuales de cada conductor.

Y es que Mazda tiene mucho que contarnos sobre Inteligencia Artificial. No hay más que echarle un vistazo al nuevo CX-60, el SUV más grande de la gama, que incorpora una nueva concepción que enfatiza la mejora de la tecnología y la ergonomía del habitáculo, haciendo del conductor su principal protagonista.

La iniciativa clave detrás de este enfoque es el sistema de personalización de Mazda, que se centra en el conductor y utiliza tecnología exclusiva para reconocer al usuario que está al volante. Este sistema ajusta de manera automática y precisa ciertos parámetros en función de las necesidades individuales de la persona, como la posición del volante o los ajustes de los sistemas de sonido y climatización.

Haciendo alarde de su gran desarrollo en I+D, Mazda se percató que muchos conductores no mantienen una postura adecuada al conducir sus vehículos, por lo que ha implementado esta solución innovadora.

En este sentido, Mazda ha desarrollado un sistema que es capaz de reconocer de forma individual a cada conductor que se siente en el vehículo. Este sistema permite que el automóvil pueda ajustar la posición del asiento y otros parámetros para garantizar una postura adecuada y más cómoda para el conductor. Hasta seis personas pueden tener sus perfiles guardados, a los que también se pueden añadir invitados.

En primer lugar, el conductor introduce su altura en el sistema Mazda Connect. A partir de ahí, el vehículo utiliza una cámara para detectar la posición de los ojos, la forma física y el tamaño del conductor. A través de la posición de los ojos y la altura, la tecnología puede estimar la complexión del conductor y ajustar automáticamente varios elementos del vehículo, incluyendo la posición del asiento, del volante, la pantalla ‘head up’ display y los retrovisores exteriores.

Una vez que se han almacenado los ajustes adecuados en la memoria del CX-60, el vehículo es capaz de restaurar la configuración de cada uno de los seis perfiles de conductores que puede almacenar. Simplemente con sentarse, el coche se adapta automáticamente al conductor en cuestión. El sistema de personalización del conductor es capaz de configurar hasta 250 ajustes diferentes, incluyendo no solo los ajustes relacionados con la posición del volante, sino también otros elementos como el sistema de sonido y la climatización.

¿El objetivo principal de este sistema? Que el Mazda CX-60 se ajuste por completo al conductor y no al revés, ofreciéndole así la mejor experiencia posible al volante. Y esto, es solo el principio.

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