Sabemos que eres un cervecero nato y seguro que has probado estas marcas de cerveza tan populares. ¿Pero conoces su historia?
Si ya has aprendido a diferenciar entre los tres tipos de birra que hay, ahora solo te queda saborear las diferentes marcas de cerveza que reinan en el mercado nacional. Hay muchísimas pero aquí te traemos una selección de las de “toda la vida” para conocerlas un poco mejor y así ir abriendo boca para la próxima vez que digas: “¡un doble, por favor!”
¿Qué cervezas hay en España?
Las cerveceras españolas gozan de reconocimiento internacional. Mientras que los cerveceros españoles gozamos de un clima soleado, el buen rollo de los amigos, la terracita de siempre y una buena caña en la mano. ¡Y luego otra más! No cabe duda de que en nuestro país hay muchísimas marcas de cervezas (varias por comunidad autónoma) que son muy top. Y todas tienen su versión rubia, tostada, artesana, más o menos ligera, con más o menos alcohol. Hay tanta variedad que es casi imposible probarlas todas. Pero estas, que son las más consumidas y populares, las has tenido que pedir en tu bar de confianza. Y si no, ya sabes. ¡Que no paren las rondas!
Mahou
Según Statista, Mahou es la cerveza más vendida en España. Su icónica Cinco Estrellas es de espuma cremosa, con un sabor moderado y aroma afrutado. A estas alturas no hay nadie que no la haya probado alguna vez en la vida. Y eso que la marca, fundada por la familia Casimiro Mahou, lleva desde 1890 al pie del cañón. O de la caña, mejor dicho. De hecho, es en 1966 cuando implantan un grifo novedoso (el Cornelius) y se extiende el mensaje de que la caña mejor tirada es la de Mahou. La verdad es que solo con imaginar cómo cae la espumita, apetecer, apetece.
Desde que abrió la fábrica en Madrid ya contaba con tres variedades de cerveza: la Munich (cerveza oscura), la Pilsen (rubia) y la Pilsen Especial, (rubia especial). Y, año tras año, Mahou se ha preocupado de darle al público lo que busca. ¿Te acuerdas del anuncio “con X de Mixta”? ¡También es suya! En 2016 lanzaron la sin gluten, la Maestra y la clara con limón. Más adelante llega Barrica, 0,0 Tostada, Maestra Dunkel, Radler y la IPA, que tan de moda está últimamente. ¡Vamos, un no parar cervecero! Hay Mahou para todos los gustos.
San Miguel
Poco amarga, ligeramente seca, con sabor a cereal y a lúpulo, la San Miguel es una de las marcas de cerveza más populares del país. Además, pertenece al mismo grupo empresarial que Mahou, pero su historia empieza unos años antes. Es en 1885 cuando un grupo de españoles dan con la idea de abrir la primera fábrica de cerveza en el sudeste asiático. Lo hicieron concretamente en el distrito de San Miguel (Manila, Filipinas). Se convirtió en una de las cervezas más famosas del continente. Pero tras la guerra de 1898, la producción se trasladó a España y aquí permanece todavía, con sede en Málaga. ¿Su cerveza más icónica? La San Miguel Especial. Además destaca por su combo de ingredientes que combina malta europea, lúpulo americano y francés. ¡Simplemente wow!
Estrella Galicia
Estrella Galicia ha trabajado muy bien el product placement y sin duda es una de las marcas de cerveza más reconocidas, sobre todo por su aparición en series como La Casa de Papel, que la catapultó a la fama. Fundada en 1906 como La Estrella de Galicia, su sabor es una apuesta segura, tanto para cerveceros como para los que estén empezando en el mundillo. Su selección de maltas (pilsen y tostadas) y lúpulo (Nugget y Perle Hallertau) especialmente amargos, en combinación con el agua de A Coruña, crean una experiencia única para el paladar. Y si la prefieres sin alcohol, tienes la 00, 00 Negra y 00 Tostada. Por supuesto también sin gluten, de bodega o ediciones especiales, como la navideña (para alegrar las fiestas al ritmo del “Bella Ciao”).
Cruzcampo
En Cruzcampo son maestros cerveceros desde 1904. Y “con mucho acento” porque Sevilla es su origen. Ya sabes cómo es esta cerveza: con cuerpo ligero y un regustillo ligeramente ácido. Nació con el objetivo de llevar una cerveza refrescante al clima caluroso del sur del país. La fábrica se estableció en el barrio de Nervión, cerca del Templete de la Cruz del Campo (y de ahí el nombre). Ese mismo año, dan con una cepa de levadura singular, que aporta ese suave amargor y aroma frutal a la cerveza. Lo interesante es que esas propiedades y esencia se mantienen intactas hasta el día de hoy.
Amstel
En 1870 Charles de Pesters y Johannes van Marwijk-Kooij elaboran una cerveza basada en una receta única. Según cuenta su historia, son la primera cervecera en Europa en utilizar una lata como envase. ¡Eso en 1957! En 1968 se unen Amstel y Heineken, las dos grandes cerveceras de Holanda. ¿Y te suena eso de Amstel Águila? Resulta que en 1992 cuando Amstel llega a España, reemplaza a la cerveza El Águila y de ahí el nombre. Ah y ¿sabías que Amstel es la tercera cerveza más vendida, después de Mahou y Estrella Galicia? Sí, está en el top 3 de cervezas favoritas por los consumidores.
El Águila
Se funda en Madrid, en el año 1900. Y es en 1984 cuando el grupo Heineken la compra con el fin de unificar marcas y sustituir progresivamente El Águila por Amstel (que había adquirido un carácter más internacional). Pero ¿entonces? ¿Cómo es que ahora está tan de moda eso de darle la vuelta a un botellín con etiqueta azul marino muy icónico? Pues que en 2019 volvió a comercializarse ¡y con la receta original sin filtrar! Esto la hacía la primera sin filtrar del mercado y vamos, sin duda, lo está petando. Con un carácter irreverente, libre y 100% actual, El Águila es la nueva moda entre aquellos a los que les gusta el sabor fresco a malta caramelizada y lúpulo con final ligeramente amargo.
Ambar
Si todo lo bueno acaba en “bar”, Ambar es de esas marcas de cerveza que tiene mucho que ofrecer. Se fundó en 1900, cuando un grupo de amigos tiene la idea de hacer algo provechoso con toda la cebada de Aragón. ¡Y menudos cracks! Así fundan la fábrica de cervezas La Zaragozana. Y a partir de ahí, las cervezas de Ambar hacen historia. Su cerveza más universal, la Ambar Especial, con ese color tan característico. Todo gracias al tostado de las maltas que emplean para elaborarla. La mezcla de selectas variedades de cebada, lúpulos amargos y aromáticos, dan lugar a una cerveza fermentada a baja temperatura y de maduración lenta.
Estrella Damm
El joven alemán August Kuentzmann Damm, emigró a Barcelona huyendo de la guerra franco-prusiana. Junto a su mujer se instaló en la costa mediterránea para cumplir su sueño: hacer cerveza. Y, oye, ¡menudo sueño! En 1876 abrieron su propia cervecería, con una cerveza adaptada al clima caluroso de la zona, mucho más ligera que las del centro de Europa. Elaborada desde entonces con una receta única que combina malta de cebada, arroz y lúpulo. Algo súper curioso es que existen 3 reservas de su levadura única (en Barcelona, Valencia y Londres). Ya sabes, por si las moscas. Ah y también tienen el color ámbar de la botella, que la protege de la luz y así el sol mediterráneo no altera su sabor. ¡Está todo pensado! Solo falta sumergirte en uno de sus anuncios y disfrutarla a la orilla del mar. Así, sí.
Alhambra
En Alhambra tienen un lema y es que solo sin prisa se consigue algo único. En 1925 dos maestros cerveceros españoles crean una cerveza inspirada en Granada, que a día de hoy forma parte del grupo Mahou-San Miguel. Lúpulo, cebadas malteadas, levadura y un ingrediente especial: el tiempo. Eso hace tan especial a esta marca de cerveza. Su proceso de fermentación lenta y su espíritu artesanal forman el match perfecto para conseguir su sabor. Cereal y lúpulo con un contrapunto de amargor medio en boca, que sin duda te deja con ganas de más. Y lo mismo nos pasa con el resto de marcas de cerveza españolas, que están tan buenas que solo con probar la espumita se nos escapa un “mmmmmm” mientras entrecerramos los ojos ya con ganas de que llegue la siguiente.