De la revolución tecnológica a la adaptación cultural: así ha sido la evolución humana en los últimos 100 años y así será en el futuro. Descubre cómo los cambios del pasado influyen en nuestro destino como especie
En los últimos 100 años, la sociedad humana ha experimentado una transformación sin precedentes en términos de avances tecnológicos y sociales. Hace un siglo, la mayoría de la población vivía en áreas rurales y la vida cotidiana estaba marcada por la falta de electricidad y la escasez de recursos. Desde entonces, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, con la invención de la televisión, el ordenador, el teléfono móvil el internet o la movilidad eléctrica. Esta evolución ha tenido un impacto significativo en la forma en que las personas se comunican, trabajan y se relacionan entre sí.
El progreso en la medicina y la ciencia ha aumentado la esperanza de vida y ha mejorado la calidad de vida en prácticamente todo el mundo. Sin embargo, estos avances también han creado desafíos globales en términos de cambio climático, desigualdades sociales y desafíos éticos en campos como la genética.
Para entender cómo ha sido la evolución humana en los últimos 100 años y cómo será en el futuro, los biólogos y científicos han identificado factores clave como la evolución cultural, la selección natural y la influencia de la tecnología. Autores como Jared Diamond y Yuval Noah Harari han explorado en profundidad estos temas en sus trabajos, lo que nos brinda una idea de cómo la humanidad podría cambiar en el futuro.
Evolución humana en los últimos 100 años
Existen importantes cambios en la evolución del ser humano durante el ultimo siglo. Son muchos los estudios que se han realizado sobre esta materia, y han encontrado cambios evolutivos significativos en el ser humano.
Altura
La Universidad de Essex realizó un estudio en Inglaterra, donde se demostró que los hombres del país aumentaron su estatura en 10 centímetros en solo 100 años. La estatura promedia en 1890 era de 1’68 metros, mientras que 100 años después, la estatura promedio era de 1’78 metros.
Aseguran que esta evolución se debe a que existe una mejor nutrición que hace 100 años. La nutrición es muy importante para esta evolución, pero no ha sido lo único que ha influido en ello. La mejora del sistema sanitario y de la higiene también ha permitido un mejor desarrollo durante las etapas de crecimiento de los seres humanos.
Peso
El mismo estudio de la Universidad de Essex también descubrió que ha habido un aumento de peso en la población. Este aumento de peso se nota mucho más en aquellos países donde hay mayores ingresos. En los casos de obesidad, la más predominante es la obesidad infantil, y es la primera vez en la historia qué ha ocurrido esto.
Esperanza de vida
Precisamente gracias a la mejora de la higiene y de los sistemas sanitarios ha aumentado exponencialmente la esperanza de vida. El avance en la medicina ha permitido una tasa mayor de supervivencia. Esto es así por qué, en el siglo pasado, solamente 1 de cada 3 niños llegaba a los 21 años. En la actualidad, el 99% de los niños llegan a esa edad. En el siglo anterior, la causa de muerte de las personas era, principalmente, por accidentes, infecciones o enfermedades, frente a las que, con la medicina del momento, había poco que hacer.
¿Cómo se espera que evolucionemos?
Es innegable que dentro de 100 años no seremos los mismos. La sociedad será diferente y nuestra fisionomía se adaptará a la evolución. Igual que dese el paleolítico nuestros cuerpos han ido cambiando y evolucionando a lo largo de los siglos, dentro de 100 años nuestro cuerpo volverá a evolucionar.
Cambios anatómicos
Robert Clarke, en su famosísimo trabajo llamado El hombre mutante sentencia que en el futuro todos seremos macrocéfalos, es decir, que el tamaño de nuestra cabeza será mayor. Esto es así porque considera que nuestro cerebro se hará más grande, con unas capas corticales y una frente mucho más amplia. Pero, por supuesto, este no será el único cambio en nuestra anatomía.
Se cree que ‘los humanos del futuro’, es decir, la siguiente especie al Homo Sapiens, carecerá de algunas estructuras corporales que hoy han perdido su función, y que nos causa más un problema que otra cosa. Entre esas estructuras corporales encontramos el coxis, las muelas del juicio o el apéndice. Cuando estos últimos causan problemas, al final tenemos que padecer y someternos a una operación para eliminar el problema. Y es que cuando duelen las muelas del juicio, duelen mucho. Lo mismo pasa con el apéndice. Y, realmente, ya no nos sirven para nada. El coxis es un legado de la cola, las muelas del juicio servían para masticar carne no preparada o plantas (nuestra dieta ha cambiado mucho desde entonces) y el apéndice se relaciona más con los herbívoros.
Esperanza de vida y familia
El antropólogo Cadell Last publicó en la revista Current Aging Science un estudio que sostiene que los seres humanos viviremos 40 años más que la media de lo que vivimos en la actualidad. En España, la esperanza de vida de los hombres es de 79,6 años. De hecho, en nuestro país, la esperanza de vida aumentó 5 años entre el año 2000 y el 2020 gracias al avance en el campo de la medicina ya la evolución tecnológica.
Además, y en relación con la macrocefalia, tendremos menos hijos y en edades más avanzadas que en la actualidad.
Algunos expertos señalan que nuestro proceso evolutivo natural será intervenido por la tecnología, debido a los grandes avances que están teniendo lugar en los últimos años. Aseguran que seremos dueños de nuestra propia evolución debido, principalmente a dos factores: la manipulación genética y los implantes y prótesis que forman parte de la vida de muchas personas. Esto dará lugar al transhumanismo: un aumento de nuestras capacidades intelectuales y físicas.
Familia española interpretada por una Inteligencia Artificial
La teoría dataísta de Yuval Harari
Existen un gran número de teorías e investigaciones sobre ‘dónde estaremos’ en 100 años. Pero, sin duda, una de las afirmaciones que más han llamado la atención es la que se cuenta en el libro Homo Deus: breve historia del mañana, escrito por Yuval Harari.
Yuval Harari es un historiador israelí publicó, en 2016, un libro llamado Homo Deus: breve historia del mañana, donde nos cuenta hacia donde nos dirigimos. Centra su campo de investigación en el dataísmo, un término que ha sido utilizado para describir la mentalidad y la filosofía de la sociedad emergente del Big Data.
Él afirma que es posible que seamos una de las últimas generaciones de Homo Sapiens. Debido al avance tecnológico y al reciente desarrollo de la inteligencia artificial, el historiador solo contempla dos posibles opciones para nuestro futuro: evolucionar o morir.
El hecho de que en la actualidad podamos manipular la genética o crear máquinas súper inteligentes sumado a que ahora tenemos acceso a enormes cantidades de información hará que, de forma inminente, acabemos por diseñar la inteligencia.
Desde siempre, lo que nos ha diferenciado a los humanos del resto de los animales son nuestras capacidades físicas y cognitivas. Tras la revolución industrial, la mayoría de esas habilidades físicas fueron sustituidas por las máquinas. Pero nuestras capacidades cognitivas se mantuvieron intactas.
Precisamente esas habilidades cognitivas son las que han hecho posible que ya hemos creado una inteligencia artificial que, y según dice este autor, nos superará en un futuro cercano.
La Inteligencia Artificial y el futuro de la humanidad
La Inteligencia Artificial (IA) está siendo una de las grandes revoluciones de este nuevo comienzo de siglo y, desde su «presentación en sociedad» hace apenas unos meses, no ha hecho más que transformar a la sociedad humana en múltiples aspectos, desde la atención médica hasta la conducción autónoma. La IA ha mejorado la precisión y la velocidad de los procesos, ha creado nuevas oportunidades laborales y ha transformado la manera en que interactuamos con la tecnología.
Un ejemplo de cómo la IA ha afectado en la sociedad humana actual es en el ámbito de la atención médica. La IA ha mejorado el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades a través de la identificación temprana de patrones y la interpretación de grandes cantidades de datos médicos. Por ejemplo, el algoritmo de IA «Deep Patient» ha demostrado ser efectivo en la identificación temprana de enfermedades como la diabetes y la enfermedad de Alzheimer, utilizando datos médicos de millones de pacientes.
La IA también ha tenido un impacto en la conducción autónoma. Los vehículos autónomos utilizan la IA para detectar peatones y otros vehículos, lo que mejora la seguridad en las carreteras. Además, los sistemas de navegación basados en IA pueden predecir el tráfico y optimizar las rutas para reducir el tiempo de viaje.
Sin embargo, también hay preocupaciones sobre los efectos negativos de la IA en la sociedad humana. Algunos expertos temen que la IA pueda reemplazar trabajos humanos, lo que podría tener un impacto significativo en la economía global. También hay preocupaciones sobre el sesgo algorítmico, ya que los sistemas de IA pueden perpetuar y amplificar prejuicios existentes.
En cuanto a la evolución futura de la IA, es difícil predecir exactamente cómo se desarrollará la tecnología. Algunos expertos sugieren que la IA eventualmente superará la inteligencia humana, lo que podría tener implicaciones significativas para la sociedad. Otros, matizan que la IA continuará siendo una herramienta para mejorar los procesos y la eficiencia, pero que la inteligencia humana seguirá siendo fundamental para la toma de decisiones y la creatividad.
Las preocupaciones éticas y sociales en la creación de sistemas de IA son algunas de los principales puntos de investigación de los desarrolladores de IA, ya que se espera que las sociedades humanas trabajen para garantizar que la tecnología beneficie a todos y no solo a unos pocos.
Artículo publicado por Laura Martínez
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