Inventos que no sabías que ha creado la NASA y que usamos a diario en la Tierra

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La conquista del espacio liderada por la NASA no solo ha contribuido a hacer posible los viajes fuera de la Tierra, sino que nos ha aportado inventos muy útiles que nos facilitan nuestro día a día. Descubre aquí cuáles son estos utensilios

Te has preguntado alguna vez qué inventos ha hecho la NASA que usamos a diario? No hace falta ser un astronauta para que la NASA intervenga en nuestra vida cotidiana. Desde cosas que tenemos en el armario, como zapatillas de deporte, hasta aplicaciones que se encuentran en nuestros teléfonos móviles. La NASA ha liderado numerosos proyectos tecnológicos que han supuesto un gran desarrollo en nuestro día a día.

NASA son las siglas de National Aeronautics and Space Administrationen (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio). Es la agencia del gobierno de los Estados Unidos que se encarga de los programas espaciales y de las investigaciones tanto aeroespaciales como aeronáuticas.

Desde su primera puesta en marcha en 1958, ha dirigido la mayoría de las misiones espaciales, incluyendo el programa Apolo, el más caro y famoso de la historia y la estación espacial Skylab.

Desde hace tres años, NASA está apoyando a la Estación Espacial Internacional. Además, es la responsable del Programa de Servicios de Lanzamiento (LSP) que supervisa y presta servicios para lanzamientos que no son tripulados por la NASA.

Pero, aparte de sus gran contribución al desarrollo de la era aeroespacial, ¿qué inventos ha creado la NASA que nos hacen la vida más fácil al resto de mortales? Algunos de ellos te van a sorprender. Aquí te dejamos 5 inventos que no sabías que ha hecho la NASA y que usas cada día.

Almohadas y colchones viscoelásticos

Gracias a los ingenieros de la NASA disfrutamos de un maravilloso descanso. El primero de los inventos creados por la NASA que nos ha mejorado el sueño ha sido la espuma viscoelástica de nuestras almohadas y colchones.

La espuma viscoelástica fue desarrollada por la NASA en el año 1966, cuando trataban de fabricar asientos personalizables para cada astronauta.

La fuerza G mide la aceleración que sentimos por la fuerza de la gravedad. Esta fuerza tiene una serie de efectos en el cuerpo de los astronautas durante los aterrizajes y despegues. Por eso, La NASA buscaba adaptar los asientos de los astronautas en función de su cuerpo, para paliar los posibles efectos negativos que se puedan producir. Pero se dieron cuenta de la gran variabilidad del cuerpo de los astronautas, ya que la forma de su cuerpo varía en función de sus entrenamientos. Era inviable ajustar los asientos en cada vuelo, por lo que idearon un material que pudiese moldear la forma del cuerpo del astronauta en el momento en el que se sienta, y luego volver a su estado natural.

La NASA hizo pública la espuma viscoelástica con el nombre de espuma con memoria a principios de los años 80. Aunque al principio era un material muy caro de producir, sus costes de fabricación se han ido reduciendo con el tiempo, y actualmente es un material que está presente en almohadas, colchones, zapatillas o forros de cascos de protección.

Gafas resistentes a las caídas

Un tercio de las personas de todo el mundo utilizan gafas. En nuestro país, el 54,3% de los españoles utiliza gafas, casi 25 millones de españoles.

El espacio exterior es un lugar sucio y polvoriento. Las partículas de suciedad que se encuentran en el espacio provocan el deterioro y la destrucción de los cascos y del equipo espacial en general que portan los astronautas. La NASA se puso manos a la obra para buscar una solución a ese problema, y dieron con la clave.

Desarrollaron una sustancia llamada DLC o “carbono similar al diamante”. Es una sustancia con alta dureza y resistencia a la corrosión, perfecta para paliar los efectos del polvoriento espacio. Así, la incorporaron a los equipos espaciales en forma de película protectora.

Funciono tan bien que la empresa estadounidense de gafas Foster Grant echó el ojo a esta innovación. Pensó que este material podría mejorar la calidad de todas sus gafas, por lo que se asoció con la NASA y crearon un revestimiento diez veces más resistente a los arañazos que las gafas tradicionales. Por eso, cuando tus gafas de ver o tus gafas de sol se han caído al suelo (sabemos que te ha pasado, al menos, una vez) no se rompen en el momento en el que tocan el suelo. Agradéceselo a la NASA.

El GPS

La NASA comenzó a trabajar en el desarrollo del GPS como parte de uno de sus programas de exploración espacial. Los astronautas necesitaban un sistema de navegación lo más preciso posible para poder explorar tanto la Luna como otros planetas que forman nuestra galaxia la Vía Láctea. Como el GPS se utilizaba también en el ámbito militar, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y la NASA se unieron para el desarrollo de este.

Gracias a esta colaboración, en los años 80 el GPS se empezó a utilizar en el ámbito personal y comercial. Así, en la actualidad, se utiliza en la navegación de los vehículos, en nuestros dispositivos electrónicos y en multitud de aplicaciones comerciales que tenemos en nuestro teléfono.

Hoy en día, el sistema GPS se considera la aplicación más importante que la ciencia espacial de la NASA nos ha proporcionado.

Plantillas para los zapatos

Por ejemplo, la tecnología utilizada en las zapatillas de deporte Nike Air es la que se empleó para los trajes espaciales de las misiones Apolo.

Estos trajes estaban compuestos, entre otras cosas, por unas botas a medida que poseían una especie de muelle para los pasos de los astronautas a la vez que les proporcionaba ventilación. Esto ayudaba a amortiguar el daño que sufrían tanto las botas como los pies en las misiones espaciales y en las numerosas horas de entrenamiento.

Esta tecnología fue patentada por el ingeniero de la NASA M. Frank Rudy. Gracias a la NASA, multitud de empresas de calzado utilizaron esta tecnología para fabricar mejores zapatos que ayudasen a la comodidad de los pies y las piernas en el día a día. Una de ellas es la empresa Nike, que utilizó esta tecnología para que los corredores puedan “correr en el aire”. La empresa KangaROOS no se queda atrás, ya que gracias a la NASA pudo patentar un tejido que distribuye la fuerza de los pies mientras corremos o caminamos. Gracias NASA por cuidar de nuestros pies.

Filtros de agua

Es cierto que los dispositivos de filtración del agua existen desde los años 50, pero eran elementos muy aparatosos y voluminosos, que necesitaban mucho tiempo para su funcionamiento y, por tanto, no eran viables para los astronautas que se encontraban en plena misión espacial.

Por eso, en los años 60, NASA se encargó de desarrollar un sistema de purificación del agua para los astronautas que iban a participar en el programa Apolo. Este sistema era portátil y compacto, y se encargaba de destilar y eliminar los contaminantes químicos y biológicos que pudiesen encontrarse en el suministro de agua que poseía el astronauta.

Esta tecnología ha servido para proporcionar agua de calidad en multitud de lugares del mundo, y se ha utilizado en ámbitos como la medicina. Actualmente, tiene presencia en la mayoría de los hogares del mundo.

Artículo publicado por Laura Martínez

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