Así vivimos la actuación de Rosalía en el Primavera Sound 2023 desde el palco de CUPRA

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Bad Gyal, Calvin Harris, Maneskin, Caroline Polachek o Tokischa acompañaron a Rosalía y remataron una jornada en la que el Primavera Sound 2023 congregó a más de 48.000 personas

Noche estrellada en la capital española. El Primavera Sound 2023 se convirtió en un viaje al cielo de la música internacional, con las actuaciones estelares de Calvin Harris, Maneskin, Caroline Polachek, Tokischa y Bad Gyal. Pero una estrella fulgurante brilló especialmente en la noche madrileña: Rosalía. En un recinto abarrotado de 48.000 personas, entre niños y mayores, la cantante y actual imagen de la última campaña de CUPRA, ofreció un espectáculo inolvidable que se convirtió en el corazón palpitante del festival.

Cuando el reloj marcó las dos horas y diez minutos de la madrugada del domingo, Rosalía apareció en el escenario «Estrella Damm» acompañada únicamente de sus ocho bailarines, sin banda ni instrumento que le respaldaran. La ausencia de músicos, lejos de ser una debilidad, se convirtió en un golpe de autoridad. No había nada que distrajera al público de la voz y los movimientos de la cantante catalana y de ese timbre tan único, fino y lírico que ha revolucionado el panorama musical internacional y que, ayer, resonaba con fuerza en Arganda del Rey.

Tras el sonido del rugido de una moto que resonó en todo el Primavera Sound 2023, y su característico «Chica que dice», Rosalía irrumpió con una energía electrizante, vestida con un mono negro y minifalda de polipiel. Su larguísimo pelo suelto danzaba al ritmo de cada nota. Era la estampa de una artista en plena efervescencia, de una mujer que ha roto barreras y sigue desafiando expectativas a pesar de llevar un año y medio de gira imparable.

El público, absorto, asistió a un recital de música en el que cada canción era una historia y cada movimiento un verso. Después de ‘Bizcochito‘ y ‘La fama‘, la catalana cantó ‘La noche de anoche‘, demostrando que no necesita más que su voz y su carisma para llenar un inmenso escenario.

En el escenario, Rosalía se movía como pez en el agua, haciendo llorar a algunos de los asistentes que se encontraban en primera fila y que llevaban esperando la actuación de la catalana desde que abriera el recinto a primera hora de la tarde. Rosalía estableció un diálogo constante con el público, agradeciendo a la gente de Madrid por recibirla siempre con los brazos abiertos y acordándose de su abuelo Jaime, quien le decía «es triste la vida de artista». Los aplausos y vítores se convertían en un hilo conductor que la unía a sus fans y que aumentaba la intensidad del espectáculo. «No creo que sea triste esta vida, pero todos las que la estamos viviendo muchas veces echamos de menos a la gente que queremos» continuó Rosalía.

Ni una sola nota de «Despechá» cantó ayer en Madrid, que sí sonó de fondo mientras la cantante bailaba y el público enloquecía. Sin embargo, Rosalía paralizó al público con dos baladas al piano que arrancaron las lágrimas de los fans más fervientes: ‘Hentai’ y la versión de ‘Héroe’, de Enrique Iglesias. A sus temas ‘Con altura’ o ‘Chicken teriyaki’ le siguieron las canciones de su último trabajo ‘RR’, que comparte con Rauw Alejandro, su actual pareja.

Fue una noche mágica, una de esas veladas que se quedan grabadas en la memoria, donde los temas de «Motomami» se convirtieron en la banda sonora de 48.000 historias. Una noche en la que Rosalía brilló con luz propia durante la hora y diez minutos de concierto y que concluyó con su inolvidable tema ‘Malamente’ y chascarrillo tan característico ‘CUUUUuuuuuute’.

Artículo publicado por Mateo Carrasco

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