Qué es una «persona vitamina», cómo encontrar la tuya y cómo convertirte en una de ellas

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La importancia de saber cultivar las relaciones que nos fortalecen

Desde los primeros estudios de la psicología social hasta los desarrollos más recientes en la neurociencia, hay una realidad que se vuelve cada vez más clara: somos seres sociales por naturaleza. Nuestro bienestar emocional, nuestra salud física e incluso nuestro éxito profesional dependen, en gran medida, de las relaciones que cultivamos. En este sentido, la Dra. Marian Rojas Estapé, reconocida psiquiatra, nos introduce en el concepto de las «personas vitamina».

¿Qué es una persona vitamina?

Las personas vitamina son personas que «te llenan de buenas vibraciones, motivación y alegría«. Según la Dra. Marian Rojas, quien ha popularizado este término en su libro «Encuentra tu persona vitamina», son personas “capaces de hacer que los demás brillen y se sientan mejor”.

En su práctica clínica, Rojas Estapé comenzó a notar una tendencia interesante. Algunas personas parecían tener un efecto edificante y revitalizante en aquellos que las rodeaban. Estas personas, a las que ella acuñó como «personas vitamina», tienen la capacidad de sacar lo mejor de nosotros, de infundirnos con optimismo y fortaleza, de generar en nosotros una sensación de paz y bienestar. Las personas vitamina son aquellos individuos que, de manera casi mágica, parecen liberar oxitocina, la «hormona de la felicidad», en nuestro cerebro, cada vez que interactuamos con ellos.

Estas personas no son necesariamente superhéroes emocionales. En realidad, su «superpoder» reside en su actitud positiva, su disposición para escuchar, su autenticidad y su capacidad para ofrecer apoyo y aliento cuando más lo necesitamos. Las personas vitamina son ese tipo de amistades que nos nutren, que nos permiten crecer y que nos hacen sentir bien con nosotros mismos.

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Características de una persona vitamina

Tienen empatía

La empatía es la capacidad afectiva que alguien tiene de posicionarse en una realidad ajena a ella. Es decir, se trata de la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra, para tratar de entender su situación, las actitudes o los sentimientos de la otra persona.

Las personas vitamina tienen una enorme facilidad para ponerse en tu lugar, y ya no solo eso, si no que se esfuerzan en utilizar su empatía para ayudar al resto.

Escuchan activamente

Las personas tóxicas hacen que sus problemas o su vida sea siempre el centro de la conversación. Sin embargo, las personas vitamina nunca te pisan al hablar ni van a tratar de quedar por encima. Una persona vitamina siempre te escucha de forma natural porque realmente le interesa lo que le estás contando, y solo van a intervenir para asegurarse de que están entendiendo verdaderamente tu situación.

Tienen una gran capacidad resolutiva

Al contrario que las personas tóxicas, las personas vitamina proponen soluciones a los problemas. Gracias a su escucha activa, tratan de comprender tu situación, pero evitan que sigas dándole vueltas al problema de forma obsesiva. Una persona vitamina te permiten un pequeño espacio para que te desahogues y para que te quejes de lo que necesites, pero, enseguida, te ayudan a resolver lo que te preocupa.

Son persona optimistas

No es que estas personas se hayan convertido en la viva imagen de Mr. Wonderful, sino que poseen una actitud que te invita a ver el lado bueno de las cosas. Y lo hacen desde el deseo genuino de motivarte para pensar en momentos positivos y cosas buenas, y ayudarte a gestionar y superar los pensamientos tristes y negativos.

Tienen los pies en la tierra y viven en el presente

Vivir dándole vueltas a algo que ya ha pasado no sirve de nada porque no se puede cambiar. De la misma manera ocurre con el futuro: todavía no ha llegado, no se sabe a ciencia cierta qué va a ocurrir y, por tanto, no se puede actuar sobre él. Este aspecto lo identifica muy bien la Dra. Rojas Estapé «vivir en el pasado en los problemas del pasado es depresivo y tener la cabeza en el futuro en una fuente de ansiedad». Las personas vitaminas son muy conscientes de esto, y viven en el presente, tratando de no agotar su energía ni con pensamientos depresivos ni con ansiedad.

Gran sentido del humor

Pasar un buen rato está garantizado con las personas vitamina. Una persona vitamina sabe hacer bromas donde nadie sale herido ni ofendido, sabe hablar de las cosas buenas y bonitas de la vida y te contagia una energía positiva. Son personas que te recargan las pilas gracias a su personalidad divertida y optimista.

Beneficios de las personas vitamina

Ayudan a ser resolutivos

Como ya hemos mencionado anteriormente, las personas vitamina son conscientes de que darle vueltas al problema no os van a ayudar a encontrar una solución. Al rodearnos de personas de este tipo, aprenderemos a desahogarnos cuando algo nos afecta y a buscar una posible solución a aquello que nos preocupa, sin poner el foco en los demás ni compararnos con ellos. Esto mejorará nuestra capacidad resolutiva a la hora de hacer frente a los problemas.

Mejoran tu autoestima

Como las personas vitaminas contagian su optimismo, tu estado de ánimo mejora. Además, como también nos ayudan a ser más resolutivos, es muy probable que seas menos exigente contigo mismo y te valores más, por lo que se verán reducidas las veces en las que le das la vuelta a los errores que has cometido mientras te castigas a ti mismo.

Mejoran tu estado de ánimo

Estudios científicos afirman que reírse cada día mejora nuestra calidad de vida, además de prevenir enfermedades del corazón y trastornos psicológicos. Relacionarse con personas vitamina hará que tus días sean más alegres y divertidos y, por tanto, tu estado de ánimo se contagie de ello.

Ayudan a trabajar el optimismo

El pesimismo, realmente, no sirve para nada. Lo único para lo que sirve es para darle más vueltas al problema y sumirse en una profunda tristeza. Lo mejor es pensar que las cosas pueden salir bien, ya que, por lo menos, hará que el tiempo de incertidumbre sea más llevadero y que nuestra mentalidad sea más positiva. No es que sea algo mágico, porque está comprobado que la actitud, muchas veces, hace que veamos las cosas desde otro punto de vista. Por eso, rodearte de personas optimistas que te ayudan a ver la vida desde un punto de vista positivo puede ayudarte a cambiar tu actitud ante la vida.

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No olvides que las personas vitamina no son personas medicina. Obviamente, se trata de personas que merecen más atención que las personas tóxicas que absorven nuestra energía, pero una persona vitamina no va a ser una solución a todos tus problemas, simplemente, será un apoyo para hacerte el camino más llevadero.

Cómo ser una persona vitamina

Ahora que ya hemos entendido el poderoso impacto que las personas vitamina pueden tener en nuestras vidas, es natural que nos preguntemos: ¿Cómo podemos convertirnos nosotros mismos en una de estas personas? Aquí hay algunas pautas que podrían ayudarte en este enriquecedor camino.

Autenticidad: sé tú mismo

Las personas vitamina no fingen ser alguien que no son. Ellas entienden que cada individuo es único, con sus propios talentos, virtudes y defectos. Mostrar autenticidad significa ser honesto contigo mismo y con los demás, abrazar tu individualidad y respetar las diferencias de los demás.

Escucha Activa: aprende a escuchar

La habilidad de escuchar activamente es una cualidad esencial en las personas vitamina. Esta va más allá de simplemente oír las palabras que los demás dicen. Se trata de prestar atención total a la otra persona, reconocer sus emociones y responder de manera empática. Muestra interés genuino por los demás y por sus experiencias.

Positividad: fomenta la esperanza y el optimismo

Una persona vitamina es capaz de mantener una actitud positiva, incluso en tiempos difíciles. Esto no significa ignorar los problemas o evitar las emociones negativas. En lugar de eso, se trata de enfocarse en las posibilidades y en las soluciones, de encontrar la luz en la oscuridad y de alentar a otros a hacer lo mismo.

Apoyo: sé una fuente de aliento

Las personas vitamina son comprensivas y alentadoras. Ellas creen en el potencial de los demás y están dispuestas a ofrecer su apoyo cuando se necesita. Ya sea celebrando los logros de los demás o brindando un hombro donde llorar en tiempos difíciles, las personas vitamina están presentes en la vida de los demás.

Resiliencia: aprende de las dificultades

Las personas vitamina no son ajenas a los desafíos y las dificultades. De hecho, son estas pruebas las que a menudo les han enseñado a ser fuertes y resilientes. Ellas entienden que los errores y las dificultades son oportunidades de aprendizaje y crecimiento, y alientan a los demás a verlos de la misma manera.

Crecimiento Personal: invierte en ti mismo

Finalmente, ser una persona vitamina requiere un compromiso con el crecimiento personal. Esto incluye cuidar de tu salud física y mental, cultivar tus pasiones y talentos, y buscar constantemente maneras de aprender y crecer. Recuerda que para poder nutrir a los demás, primero debes nutrirte a ti mismo.

Convertirse en una persona vitamina no es un proceso que suceda de la noche a la mañana. Requiere tiempo, paciencia y práctica. Sin embargo, el viaje vale la pena. Al convertirnos en una fuente de positividad y apoyo para los demás, no solo mejoramos su bienestar, sino también nuestro propio sentido de satisfacción y propósito en la vida.

El poder de decir «No» a las relaciones tóxicas

Desafortunadamente, no todas nuestras relaciones sociales son igual de enriquecedoras. En muchas ocasiones, podemos encontrarnos atrapados en relaciones tóxicas que nos generan emociones negativas. Tal vez se trate de un familiar con quien nos sentimos obligados a mantener lazos, o de un compañero de trabajo que parece disfrutar socavando nuestra autoestima. En otros casos, simplemente podemos sentirnos incapaces de decir «no» a personas que, en lugar de elevarnos, nos deprimen.

Este tipo de relaciones tóxicas pueden tener un efecto dañino en nuestra salud mental y física. Los estudios han demostrado que la exposición constante al estrés y la negatividad puede conducir a una variedad de problemas de salud, desde el agotamiento emocional hasta enfermedades cardiovasculares. Además, estas relaciones pueden frenar nuestro crecimiento personal y profesional, impidiéndonos alcanzar nuestro potencial.

Entonces, ¿cómo podemos manejar estas situaciones difíciles? En primer lugar, es crucial aprender a establecer límites saludables. No importa cuán cercano sea nuestro lazo con una persona, tenemos el derecho de protegernos de los comportamientos y las actitudes que nos perjudican. En algunos casos, esto puede significar limitar nuestro tiempo y energía con estas personas. En otros, puede requerir una conversación honesta sobre cómo su comportamiento nos afecta.

Cómo cultivar relaciones saludables

Para cultivar relaciones saludables y encontrar nuestras propias «personas vitamina», es esencial aprender a valorarnos a nosotros mismos. Debemos buscar amistades y relaciones que nos respeten, nos aprecien y nos apoyen en nuestros esfuerzos de crecimiento y automejora. Las personas vitamina son aquellas que pueden celebrar nuestros logros sin celos, que pueden proporcionarnos un hombro para llorar sin juicio y que pueden desafiarnos a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos sin criticarnos destructivamente.

Cultivar relaciones con personas vitamina es una forma poderosa de mejorar nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra satisfacción en la vida. Sin embargo, esto también requiere la valentía de alejarnos de las relaciones tóxicas y el compromiso de invertir en nuestro propio crecimiento personal. Después de todo, «las personas más felices no tienen lo mejor de todo, sino que hacen lo mejor con lo que tienen».

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