En España, cerca del 20% de las parejas tienen dificultades para concebir, y en un 40% de los casos, la causa principal reside problemas de fertilidad masculina.
Sabías que una de cada seis parejas en España enfrenta dificultades para tener hijos? La infertilidad, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la incapacidad de concebir después de un año de relaciones sexuales sin protección, es un problema más común de lo que pudiéramos llegar a imaginar. Actualmente, afecta entre al 15% y al 20% de las parejas en edad reproductiva en nuestro país, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
Cuando se trata de infertilidad, tendemos a pensar automáticamente en problemas femeninos, pero ¿y los hombres? La infertilidad masculina, a menudo pasada por alto, es responsable de aproximadamente el 20-30% de los casos cuando es el único factor implicado. Y si se suma a problemas en la pareja, esta cifra puede aumentar hasta un 30-40%.
Las razones detrás de la infertilidad masculina van desde anomalías congénitas o adquiridas en el sistema urogenital, neoplasias malignas, infecciones, hasta factores tan aparentemente sencillos como el aumento de la temperatura escrotal, a menudo debido a un varicocele. Además, no podemos olvidar las alteraciones endocrinas, las anomalías genéticas y los factores inmunológicos que también juegan su papel. Hablamos con Manuel Fernández-Sánchez, director clínica Vida Sevilla y director Científico Grupo Vida Recoletas, para tratar el tema.
¿Qué porcentaje de hombres son infértiles?
En la última década, diversos factores, como los hábitos de vida, el sobrepeso, la contaminación ambiental y ciertas enfermedades, están contribuyendo al aumento de la infertilidad masculina en nuestro país.
Sin embargo, la principal causa en nuestra sociedad es el retraso en la maternidad y paternidad. Esto lo podemos ver en la encuesta que el Instituto Nacional de Estadística realizó en España a hombres donde se muestra el deseo de ser padre por primera vez a edades avanzadas. Además, el 58,4% de los hombres por encima de 40 años preferirían haber tenido antes su primer hijo.
Aunque en el varón la producción de espermatozoides continúa hasta edades avanzadas, durante el envejecimiento se producen cambios que provocan una disminución del nivel de testosterona y la producción espermática se ve afectada, viéndose disminuida la fertilidad masculina.
¿Cómo puedo saber que un hombre es estéril?
Una pareja que no tenga ningún antecedente previo conocido que sea causante de infertilidad, y desee tener hijos, tiene el mejor test, el más económico y el más fiable, que es empezar a tener relaciones sexuales frecuentes, espontáneas y deseadas. No recomendamos programar las relaciones en base a tests de ovulación, o cualquier método que le quite espontaneidad y deseo. No solo porque puede ser contraproducente a nivel psicológico y de pareja, sino porque teniendo relaciones frecuentes, una media de unas 3 por semana, cubrimos perfectamente el periodo más fértil y nos olvidamos de programar. Cuándo debemos acudir al especialista:
Si una pareja en la que ella es menor de 35 años lleva un año buscando sin éxito, o si ella tiene 35 años o más, cuando lleven 6 meses.
De forma preventiva, es saludable acudir antes de ese periodo si se tiene sospecha de algún riesgo de infertilidad por parte de alguno de los miembros de la pareja, como en el varón testículo en ascensor, traumatismos en la zona genital (pelotazos importantes con juegos de pelota, etc.), exposición habitual a tóxicos en algunas profesiones (pinturas, pesticidas, radiaciones, etc.) o en la mujer endometriosis, miomas, ovarios poliquísticos, etc.
De todos modos, cada vez se recomienda más la consulta “pre-concepcional”. Toda pareja que desee empezar a buscar embarazo, tiene la opción de consultar si en su caso hay algún riesgo genético, alguna precaución especial o test especial a tener en cuenta, etc.
¿Qué probabilidades hay de que un hombre sea estéril?
Como hemos comentado al principio, en España, se estima que alrededor de entre el 15% y el 20% de las parejas tienen dificultades para concebir, y en un 40% de los casos, la causa principal reside en el hombre.
¿Hay alguna forma de saber si un hombre es estéril “de forma casera”?
La mayoría de los problemas de infertilidad o subfertilidad masculina no son fáciles de detectar de forma casera, sino que requieren pruebas específicas, genéticas como cariotipo, o la más específica de todas, que es el estudio del semen al microscopio o “seminograma”.
Es bueno, de todos modos, que el hombre tenga la costumbre de explorarse los testículos y el pene, de forma que detecte algún cambio, aparición de algún “bulto” en el testículo, que suelen ser varicosidades llamadas varicoceles y que pueden afectar a la fertilidad, atrofias testiculares, cambios en el semen, etc.
¿Cómo debe ser el esperma de un hombre fértil?
Una eyaculación normal debe tener entre 2-5 ml, color blanquecino, con pH básico, viscoso, que licúe completamente en unos 20-30 minutos. Si quiere ir un poco más allá, si lo deposita en un recipiente transparente, al trasluz debe ser homogéneo.
¿Cuál es el mejor test para saber si soy estéril?
El seminograma o espermiograma es la prueba que se realiza en los laboratorios de andrología para analizar las muestras de los varones. El análisis del eyaculado consiste en un examen de parámetros macroscópico como el volumen y el pH y microscópicos como la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides. Esta prueba está estandarizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece valores de referencia que determinan los valores normales.
Este análisis es una herramienta básica de rutina que aporta información sobre la calidad seminal y es muy útil para indicar tratamientos personalizados en la pareja.
Cabe destacar que una muestra de espermatozoides valorada mediante un seminograma como normal (normozoospermia) no es garantía de éxito en términos de lograr embarazo y, por otro lado, presentar valores por debajo de la normalidad, en muchos casos, no implica la imposibilidad de concebir.
¿Hay algún tratamiento para combatir o prevenir la infertilidad masculina?
La infertilidad masculina en la mayoría de los casos no se puede prevenir. Sin embargo, hay acciones que los hombres pueden tomar para reducir el riesgo de infertilidad como la prevención de las ITS, como la gonorrea y clamidia, mantener una dieta, peso y estilo de vida saludables.
Si la causa de la infertilidad ese debe a un desequilibrio hormonal o disfunción eréctil, existen medicamentos para combatirlos. Por otro lado, el hombre puede someterse a un tratamiento quirúrgico en los casos de varicocele o reconstrucción de vasectomía.
Si no es posible conseguir el embarazo tras estos tratamientos, la infertilidad puede que se deba a causas genéticas o enfermedades. En el caso de que exista un problema de fertilidad en la mujer, debemos recurrir a estas técnicas de reproducción asistida:
– Inseminación artificial consiste en la colocación de una muestra de semen, previamente procesada en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer. De este modo incrementamos el potencial de los espermatozoides y las posibilidades de fecundación del óvulo.
– La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es una técnica de laboratorio que consiste en la microinyección de un espermatozoide dentro de un óvulo maduro. Mediante este método aumentamos la posibilidad de conseguir embarazo en parejas diagnosticadas de un factor masculino severo
Técnicas avanzadas para personalizar el tratamiento de la Infertilidad Masculina
Cuando se trata de abordar la infertilidad masculina, cada detalle cuenta. Más allá del seminograma, existen técnicas complementarias que nos ofrecen información valiosa para personalizar el tratamiento de cada paciente. Aquí te explicamos algunas de las más importantes:
Recuento de espermatozoides móviles (REM)
Imagina que estás en un partido de fútbol y quieres contar solo a los jugadores más rápidos y ágiles. El REM hace algo similar con los espermatozoides: busca enriquecer la muestra con la mayor cantidad posible de espermatozoides móviles y funcionales. Esta técnica, junto con el seminograma, nos ayuda a decidir cuál es el tratamiento más adecuado según la calidad del semen.
Test de fragmentación de ADN
A veces, el problema puede estar en la integridad del ADN de los espermatozoides. Este test se realiza cuando sospechamos que puede haber fragmentación en el ADN espermático, lo que podría afectar la capacidad de los espermatozoides para fertilizar el óvulo de manera efectiva.
TESE y Micro-TESE
Estas técnicas de biopsia testicular están diseñadas para recuperar espermatozoides directamente del tejido testicular. Son especialmente útiles cuando los espermatozoides no están presentes en el eyaculado. Los espermatozoides recuperados se pueden utilizar en ciclos de ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), aumentando las posibilidades de éxito en tratamientos de fertilidad.
Con estas herramientas avanzadas, los especialistas pueden ofrecer un enfoque más preciso y personalizado, aumentando las posibilidades de éxito en el tratamiento de la infertilidad masculina.