Disfunción eréctil: cuáles son sus causas, a qué edad se produce y cómo se cura

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La viagra (o esa píldora milagrosa contra la disfunción eréctil) ya ha cumplido más de un cuarto de siglo en España. Esa pastillita azul que le devolvió la autoestima y la actividad sexual a un muchos miles de hombres que habían aceptado con resignación sus problemas rendimiento sexual. Incluso hoy en día, con numerosas soluciones autorizadas en el mercado, la disfunción eréctil sigue afectando cada vez a más hombres. Este problema no solo provoca inseguridad a la hora de mantener relaciones sexuales, sino que puede afectar la estabilidad de una pareja, el autoestima personal e incluso la propia salud.

¿Qué es la disfunción eréctil?

La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para conseguir tener y mantener una erección lo suficiente como para mantener una relación sexual satisfactoria. Esta disfunción afecta al bienestar psicosocial de la persona que lo sufre, pero no solo eso, sino que además afecta de manera significativa en su calidad de vida y en la de su pareja.

Para poder hablar de disfunción eréctil tenemos que considerar una duración de unos seis meses y debe generar un malestar, así como sentimientos de angustia o frustración. Aunque la mayoría de las veces se asocia con la penetración, también puede ocurrir durante la masturbación o el sexo oral. Su origen puede ser o bien psicológico y emocional o provocado por cuestiones médicas o biológicas, como la ingesta de algunos fármacos o medicamentos.

Causas que provocan la disfunción eréctil

En muchos casos los factores son emocionales o psicológicos. Además, como en muchas ocasiones está ligado a la penetración, puede producirse por la presión que tienen los hombres a la hora de tener un encuentro sexual y querer complacer a la otra persona.

Sara Esteban, fisio-sexóloga, explica que algunas de las causas que generan la disfunción eréctil son la edad, la diabetes, el tabaco, el sedentarismo, la obesidad, los problemas cardiovasculares, la depresión y síntomas del tracto urinario inferior. Además, Sara Esteban las clasifica en tres categorías:

Etiología orgánica

Deriva de lesiones vasculares, neurológicas, hormonales o locales a nivel del pene.

Etiología psicógena

Producida por un bloqueo central del mecanismo eréctil sin que exista una lesión física.

Etiología mixta

Es una combinación de dos las anteriores.

Por su parte, Ángel Luis Guillén, psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja, afirma que “en el 70% de los hombres menores de 45 años son las causas psicológicas las que están detrás de la disfunción eréctil y, según avanza la edad aparecen con más frecuencia factores orgánicos”.

Entre las causas más comunes, el sexólogo cita los problemas con la pareja, la falta de educación sexual, experiencias traumáticas, inseguridad en la intimidad y orientación sexual, falsas creencias sobre el rol que se debe asumir en la pareja, abusos sexuales en la infancia, trastornos de ansiedad, depresión, estrés, falta de comunicación con la pareja y el excesivo consumo de pornografía.

Cómo saber si la impotencia es física o psicológica

Hay que tener en cuenta una serie de características, como por ejemplo la edad de aparición, el comienzo de la disfunción, el tiempo de evolución, si la disfunción es permanente o situacional, entre otras.

La respuesta de un hombre en la masturbación o la presencia de las erecciones nocturnas son algunos de los síntomas más recurrentes para averiguar si la impotencia es física o psicológica. Cuando es un tema físico no se conseguirá la erección en ninguna práctica sexual. Sin embargo, si es psicológico las dificultades estarán vinculadas a la penetración, por lo que tendrá erecciones espontáneas nocturnas y durante la masturbación. Lo más importante es acudir a un especialista que realice un diagnóstico diferencial entre las que tienen un origen orgánico y las que tienen una causa psicógena.

Consecuencias psicológicas de la disfunción eréctil

Ana Lombardía, psicóloga y sexóloga, explica que las dificultades de erección afectan de forma negativa al hombre, sobre todo porque es algo que no se normaliza. “Afecta a la masculinidad, a la autoestima, al ligar y a las relaciones de pareja, llegando a crear conflictos que acaben con la pareja”, asegura la psicóloga.

Además, provoca que los hombres se sientan nerviosos, agobiados, con mucha presión, baja autoestima e inseguros. Afectando a otros ámbitos del día, como la vida cotidiana o el trabajo. “Las erecciones son como algo muy identitario de los hombres y cuando fallan a veces va en cascada todo lo demás”, aclara Lombardía, especialista en terapia sexual y de pareja.

La edad en la que aparece la disfunción eréctil es muy relativa, ya que puede producirse en cualquier etapa de nuestra vida. Incluso puede afectar a chicos jóvenes que se agobian ante la posibilidad de un encuentro sexual que les supone mucha presión, ya sea por quedar bien, por una alta ingesta de alcohol o a raíz de un episodio traumático. Sin embargo, según se avanza en edad se va perdiendo cierta potencia, frecuencia y fuerza en las erecciones, algo que es totalmente normal. Esto se puede deber a que el riego sanguíneo es distinto.

Desde Ruth González Terapia explican que la disfunción eréctil se encuentra más presente en los varones mayores de 40 años. “En la actualidad se sabe que la incidencia en el mundo occidental es de 25-30 nuevos casos por cada 1.000 habitantes al año” concluye la especialista. 

En la persona que sufre disfunción eréctil aparecen una serie de emociones negativas que le llevan a deteriorar la confianza en sí mismo. El sexólogo Ángel Luis Guillén explica cuáles son las emociones negativas más frecuentes:

Miedo:

Respuesta de miedo a tener una relación sexual, temor a fracasar, a perder la erección, a dejar insatisfecha a la pareja…

Ansiedad:

sentimiento de ansiedad antes del encuentro sexual, lo que provoca respuestas como trabajar hasta tarde, realizar viajes, poner excusas…

Culpa:

aparece una culpabilidad de no estar haciendo bien las cosas, de estar defectuoso o de no esforzarse lo suficiente.

“Es bastante habitual que el paciente con disfunción eréctil adopte un rol de observador durante el acto sexual, estando más pendiente del mantenimiento de la erección o de la consecución de esta que del propio acto en sí, generando con todo ello un aumento considerable en los niveles de ansiedad”, explica la fisio-sexóloga Sara Esteban.

Los mejores tratamientos para curar la disfunción eréctil

Si estás teniendo problemas y crees tener disfunción eréctil, tranquilo existen tratamientos altamente eficaces y suficientemente contrastados. Lo primero y más importante es identificar si la disfunción eréctil es de origen físico o psicológico, ya que el tratamiento será diferente.

Las inyecciones intracavernosas, las prótesis y la cirugía son algunos de los tratamientos, sin embargo, la terapia sexual, la fisioterapia de suelo pélvico y otros dispositivos de ayuda a la erección son los más elegidos entre los pacientes por sus buenos resultados.

Si las causas son orgánicas el tratamiento puede ir desde fármacos hasta intervenciones quirúrgicas, según el psicólogo experto en salud sexual Ángel Luis Guillé, el sildenafilo es un medicamento que tiene muy buenos resultados. Para acudir a esta opción siempre hay que consultar con un especialista antes. Si por el contrario el origen es psicológico, el tratamiento será la terapia sexual llevada a cabo por los psicólogos sanitarios con especialización en sexología. Guillé explica que en la terapia psicosexual hay dos áreas de intervención:

Intervención psicológica individual

En esta área se trabajan los factores predisponentes, precipitantes y mantenedores a través de la terapia cognitiva conductual con reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, desempeño sexual individual, creencias disfuncionales y regulación emocional.

Intervención en la relación de pareja (si fuera necesario)

“Trabajamos los problemas de relación y cómo se producen los encuentros sexuales. Es fundamental trabajar en generar una buena comunicación entre ambos, eliminar las exigencias y establecer un ambiente entre ambos de entendimiento y comprensión” concluye Ángel Luis Guillé.

El proceso para curar la disfunción eréctil no es demasiado largo ni muy costoso, solo hay que trabajar en ello. Lo primero es acudir a un médico para que valore la situación, para descartar las causas físicas y que se pueda trabajar desde la psicología. La forma de hacerlo será mediante herramientas para afrontarlo y poder volver a tener relaciones sexuales con normalidad sin que esto interfiera o las condicione.

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